Cinco segundos nada más (cinco segundos nada menos)

En Austria, luchar contra el cambio climático, es peligroso. Si mis lectores ven que pasan dos días sin que yo escriba es que me he muerto (con perdón)

25 de Julio.- De pronto, lo supe. Había muerto. Vi un túnel largo y, a lo lejos, una luz. Como siendo chaval, vi Poltergeist, ya sabía lo que tenía que hacer. Flotando tranquilamente –una de las ventajas de espicharla es que no cuesta nada moverse- fluí como un espíritu hacia la luz Qué alegría más grande. Allí estaba mi abuelo Paco, el vidente, y mi abuela María, que me dio dos besos y me preguntó «¿Qué haces aquí tan pronto, querido ?» y yo, «Ya ves, agüela, que he salido de casa hoy miércoles y me he muerto » y ella « bueno, ya verás lo bien que vas a estar».

A esto, llegó un hombre con una barba blanca y un manojo de llaves.

-Buenas –me dijo.

Y yo :

-Buenos días, mire es que me he muerto y no sé bien qué hacer.

-Hombre, esto es el cielo y yo soy San Pedro.

-Mucho gusto.

-El gusto es mío –dijo él- Paco, has sido bueno allá abajo? Digo lo de abajo por comodidad, pero esto es una dimension spiritual y no hay arriba ni abajo.

-Ya, ya. Pues mire, he sido todo lo bueno que me han dejado. Para serle sincero, he hecho daöo a alguna gente, pero siempre ha sido sin querer. Conscientemente, creo que nunca he sido malo. Es que nací con ese defectillo.

-Sí, eso pone aquí, dijo San Pedro. Pero es que verás…No te puedo aceptar, porque…Es que has venido demasiado pronto. A ti no te toca, por lo menos por lo menos hasta el 2060.

-Y en esto del cielo ¿No cometen ustedes errores? Porque está visto que he abandonado mi cuerpo mortal.

-Ya veo, ya.

-No se crea, que tampoco era para tanto.

-A lo mejor si me cuentas cómo has muerto…Se aclara la cuestión.

-Pues mire, en Austria es verano Y yo en verano me muevo mucho en bicicleta ¿Sabe? Esta mañana me he levantado un poco atontado y me he tomado un café pero se conoce que ha tardado en hacerme efecto. Ya en la esquina de casa, la bici me ha hecho un extraöo y he estado a punto de darme un morrón. «A ver qué día me espera hoy» me he dicho, porque yo creo mucho en los presagios ¿Sabe usted?

-Es pecado, eso.

-Ya, pero poco. El caso: resulta que, al pasar por delante de una heladería, después de una cuesta muy jodía que hay, de pronto he sentido un tirón en la pierna izquierda. He intentado pedalear y no podía. Horrorizado, he mirado para abajo y he visto que el cordon de la zapatilla se me había liado en el eje del pedal. He frenado en seco (esa sorpresa que siempre nos da en el momento más idiota) pero me he dado cuenta de que, como Mister Bean, no podía bajarme de la bici, porque estaba literalmente atado a ella !Y estaba en mitad de la calle ! Cuando he intentado bajarme del vehículo, me he caido para un lado, en dirección a la carretera y el coche que venía detrás me ha pasado por encima.

San Pedro se rascó la coronilla.

-Hijo, con todos los respetos, pero vaya muerte de mierda que has tenido.

-!Joé, San Pedro! No me diga eso. No podemos morir todos salvando niños de un orfanato ruso en llamas! Dígame…Yo qué sé, que soy un mártir de la sostenibilidad, o algo, que gracias a mí se va a parar el cambio climático, que mi muerte no ha sido inútil…

-Anda, anda, deja de decir tonterías. Voy a hablar con los del tiempo, para que retrocedan diez segundos y te salves, nada más que por librarme de semejante cháchara.

-Adios abuelo, adios agüela.

-Ah, pero te vas?

-Sí, me voy.

-¿Llevas el pañuelo? ¿El teléfono? ¿El abono transporte?

-Sí, hasta 2060.

-Adios, querido.

Esos cinco segundos de más (o de menos) han permitido que hoy se escriba este post.


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

2 respuestas a «Cinco segundos nada más (cinco segundos nada menos)»

  1. Avatar de victoria
    victoria

    Menos mal que te has salvado. Paco, por tu seguridad, piensa lo de la bici. Que queremos que sigas escribiendo, que si no te echaremos mucho de menos. En fin, lo dicho, cuídate mucho …

  2. Avatar de María Eugenia Giménez
    María Eugenia Giménez

    dios mío! qué susto! la verdad que te sucedió un pequeño milagro!

Responder a María Eugenia Giménez Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.