La convocatoria era a nivel europeo. Los ucranianos residentes en Viena se han manifestado al objeto de protestar por la actitud de Victor Yanukovitsch. VD ha estado allí.
8 de Diciembre.- Hoy he estado en una manifestación. La que han organizado los ucranianos residentes en Viena para protestar contra la medida del presidente de su país, Sr. Victor Yanukovitch, de suspender las negociaciones con la Unión Europea con vistas a un acuerdo de asociación (que desembocaría en un acuerdo de integración).
La marcha se encuadraba, según me han explicado, en una convocatoria a nivel europeo, que llevaba el nombre de Maydam, que es la plaza mayor de Kiev. Lugar en donde, como sucedió en la Puerta del Sol de Madrid o en la Plaza Sintagma de Atenas, se han convocado los ucranianos para cantarle las cuarenta a su Gobierno.
Los ucranianos (por lo menos estos que convocaban esta manifestación de hoy) se sienten europeos y no quieren caer en la órbita de lo que fue la Unión Soviética. Uno de los sueños de Putin es, por cierto, que Ucrania se integre en una especie de Gran Unión Euroasiática, cortada según el patrón de Rusia y de la que Ucrania sería la joya de la corona.
No es extraño que Ucrania se haya convertido para Rusia en objeto de deseo. Los ucranianos son pobres (debido, en gran parte, a la inestabilidad política que ha sacudido el país durante los últimos años) pero su país es riquísimo. En materias primas y en grandes extensiones agrícolas. Ucrania es una gran potencia productora de alimentos para el mundo. Los chinos, por ejemplo, han comprado últimamente enormes campos en Ucrania para cultivarlos, así como empresas de la Unión Europea.
Ucrania se encuentra pues, entre dos fuegos. Entre los rusos que ven como Ucrania sería el combustible que necesita su política expansionista, y la Unión Europea que también quiere consolidar el límite este de su zona de influencia.
Entretanto, los gobernantes ucranianos, Yanukovitch principalmente, intentan jugar a dos bandas con un éxito regular. Dentro de unos meses, hay elecciones en el país y Yanukovitch necesita la ayuda rusa para ganarlas. Las ventajas que le proporcionaría un acuerdo de asociación con la Unión como el que se ha suspendido llegarían mucho más tarde y no le permitirían perpetuarse en el poder. Rehenes de este estado de cosas son, como siempre, los ucranianos.
El ambiente en la manifestación ha sido festivo y a ratos emocionante. Aunque uno no entendía lo que decían los manifestantes, los cánticos y los discursos, llenos de sentimentalidad eslava, no dejaban lugar a dudas.
Dejo a mis lectores las fotos de la manifestación. Para ver más, pueden pinchar, como siempre, aquí.
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