
La biografia del poeta inglés (residente en Austria) Auden parecía cerrada. Sin embargo, un hallazgo casual ha añadido un capítulo interesante.
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20 de Octubre.- Para muchas personas de mi generación, el poeta Auden (Wystan Hugh Auden, 1907-1973) es sobre todo conocido por el espléndido poema que aparece en la película Cuatro Bodas y Un Funeral. En el contexto de la película y por su innegable belleza, el recitado del poema pone los pelos de punta. Sin embargo, Auden fue mucho más que eso. Entre otras cosas, fue un gran amante de Austria. Tanto, que después de la segunda guerra mundial se compró una casa en Kirschtetten, en Baja Austria, y allí vivió en compañía de su pareja durante muchos veranos, hasta su muerte.
(De hecho, yo tengo un amigo, poeta también, que se trasladó hasta Kirschtetten un día de diario para ver la casa del poeta, en Hinterholz 6, dejando bastante patidifusa a la persona que la cuida ahora).
Sin embargo, si traemos al bueno de Auden a estas páginas de aire es porque gracias a un hallazgo casual su figura es hoy un poco más conocida.
En 2023, con motivo del cincuenta aniversario del fallecimiento de Auden, la ORF emitió un reportaje conmemorativo, en el transcurso del cual se daba cuenta del descubrimiento de una versión desconocida del poema “Epitalamio” y se entrevistaba a varios expertos. Uno de ellos, Helmut Neudlinger, mencionó en el curso del reportaje a un cierto “Hugo”, un chapero (prostituto) con el que Auden tuvo mucha relación en los sesenta.
Al ver el reportaje, una señora, que decía ser la heredera universal de este “Hugo”, que se llamaba de verdad Hugo Kurka, se puso en contacto con el proyecto “Auden in Austria Digital” para comunicarles que disponía de las cien cartas que Auden había intercambiado con este hombre. Posteriormente, las entregó a los archivos de Baja Austria. Las había recibido en 2013, después de que el bueno de Hugo Kurka falleciese en 2012
Hasta ahora, Hugo Kurka había sido una curiosidad en la biografía de Auden. Sin embargo, las cartas han sacado a la luz que mantuvieron una relación bastante más estrecha de lo que parecía a primera vista. Kurka era un hombre de clase baja, con vínculos con los estratos más bajos del hampa y que ejercía la prostitución.
La correspondencia entre los dos hombres duró más o menos una década, y abarca unas cien cartas y postales. Para esa época, Auden vivía a caballo entre Nueva York y Austria, y era un escritor de renombre que se carteaba con grandes nombres de la cultura de su época, como Hanna Arendt, Stravinsky o Bejamin Britten y Hugo un hombre de clase trabajadora. Sin embargo, los investigadores aseguran que Auden no le escribía a su amante desde una posición superior, sino desde la confianza y la intimidad, y de igual a igual. Los temas que se tratan en las cartas, que Auden escribió en alemán, son muy variados y van desde la cultura hasta los incidentes políticos de aquellos años.
Auden fue en vida una persona muy comprometida con su tiempo, fue un activo luchador contra el fascismo, por ejemplo en la guerra civil española, y se casó con Erika Mann, hija del premio Nobel Thomas Mann, y lesbiana, a fin de que los nazis la dejaran salir de Alemania.
Además del literario, hay otro aspecto relevante para los investigadores y es que las cartas ofrecen una perspectiva sobre lo que era ser homosexual en Austria en aquel momento histórico. Como ya saben los lectores de Viena Directo, la homosexualidad fue delito en Austria hasta mediados los setenta del siglo pasado, momento en el que el Gobierno de Kreisky la despenalizó.
A este respecto, se ha contado con la colaboración del erudito Andreas Brunner de QWIEN – Zentrum für Queere Geschichte. O sea, el centro de investigación de la historia LGTBIQ+ de Viena.
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