El archiduque que hizo una película con John Wayne

Peculiar hasta el final, la vida del archiduque Leopoldo de Austria-Toscana fue digna de una novela.

 

LTED 11.08.2024: ERA y no ERA

17 de Agosto.- El día 31 de enero de 1897 nadie hubiera podido sospechar que el niño que nacía entonces, en Zagreb, en el seno de una de las familias de más rancia alcurnia de la nobleza europea (tan rancia, que su padre era pretendiente al trono español) iba a tener una vida tan novelesca como la que tuvo.

Poca gente podía sospechar que aquel mundo salido del Congreso de Viena, le quedaban escasamente dieciséis años de vida y que, cuando se terminase la tempestad, no quedaría rastro de todo lo que, por aquel entonces, parecía seguro e inamobible.

A aquel niño, bautizado con todos los honores de su rango, le fue infligido en la pila el siguiente nombre Leopoldo Maria Alfonso Blanca Carlos Antón Beatriz Miguel José Pedro Ignacio de Austria-Toscana. Para la historia, Leopoldo de Austria-Toscana. Fue el segundo hijo de Blanca de Borbón y del archiduque Leopold Salvator.

De su trayectoria posterior cabe colegir que, durante su infancia, Leopoldo de Austria-Toscana disfrutó de la típica educación de casa bien y que no le debieron enseñar cosas de gran utilidad para lo que sería su vida posterior. En las fotos que circulan de él por internet se ve que era un joven muy guapo al que, por lo demás, le sentaba bastante bien el uniforme.

Se conoce que tuvo poco bagaje más para afrontar la vida.

Cuando nuestro hombre tenía veintipocos años, terminó la primera guerra mundial y, con ella, la casi milenaria monarquía del águila bicéfala.

El cataclismo le pilló, junto a sus padres y a sus hermanos, en la soñolienta localidad de Frohsdorf, en las cercanías de Wiener Neustadt.

La revolución se respiraba en el aire, el comunismo era un peligro cierto -la familia real rusa había sido asesinada- así que Leopoldo y su familia decidieron, con muy buen criterio, poner pies en polvorosa.

Pasaron por varios exilios. Primero en Suiza, luego en Alemania y más tarde en Francia. A finales de los años veinte, sin embargo, Leopoldo decidió probar suerte en Estados Unidos, la tierra de las oportunidades.

Hacia 1927 le encontramos viviendo y trabajando en la soleada California, en Hollywood más en concreto.

Allí, participó como actor en una película llamada Four Sons, dirigida por uno de los directores fundamentales de la historia del Cine, John Ford. En ella, el archiduque de Austria compartió cartel con un entonces desconocido John Wayne, el cual entonces aún se llamaba Marion Morrison.

Esta película sería el cimiento de una amistad, la de los dos Johns (Ford y Wayne) que duraría toda la vida de ambos y que sería capital y muy influyente, en muchos directores y actores posteriores.

Four Sons fue un éxito de taquilla (1,5 millones de dólares de recaudación) pero fue una película rara, porque se rodó muda y se estrenó cuando todo el mundo del cine estaba ocupado con la conversión al cine sonoro.

Como suele suceder con los emigrantes, en Hollywood archiduque Leopoldo entabló amistad y relaciones profesionales con una persona que estaba muy lejos de lo que era su círculo habitual en Europa. Nada más y nada menos que con el vienés Erich von Stroheim, un noble de camelo (el von era más falso que un duro de madera) que había hecho fortuna interpretando en Hollywood a perversos esbirros del káiser Guillermo (los estudios lo anunciaban como “el hombre al que usted le encantará odiar”).

El archiduque formó parte del grupo de asesores de una de las últimas obras maestras del cine mudo “La marcha nupcial”.

Sin embargo, a finales de los treinta, la gente quería olvidarse de la primera guerra mundial y los contratos para el archiduque Leopold empezaron a escasear.

Renunció a su pertenencia a la casa de Habsburgo (poco había a lo que renunciar, pero bueno) y probó suerte como comerciante de lúpulo. Se casó, en matrimonio morganático, con una baronesa. Tuvieron una hija, pero se divorciaron al poco. En 1931 se casó en Paris con Alice Gibson Coburn, miembro de una de las familias más conocidas (y ricas) de Canadá.

No he conseguido encontrar qué le llevó a la pequeña ciudad de Willimantic, en el estado de Conneticut. Allí falleció en 1957.

Peculiar hasta el final, Leopoldo es el primer miembro de la familia de los Habsburgo que fue incinerado. Sus cenizas descansan en la cripta de los capuchinos de Viena.

 

Four Sons 1928 James Hall, Margaret Mann, Charles Morton ,John Wayne

Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.