5 de Julio.- En días como ayer se da uno cuenta de lo que le gusta hacer fotos. No paré. Hice alrededor de trescientas (¿Estaré grave, doctor?). Pero es que no podía evitarlo. A mi alrededor pululaba una fauna que estaba pidiendo a gritos que les pusiera la lente encima.
Al ser tanto y tanto el material, no voy a colgarlo en Viena Directo pero en mi flickr (aquí) ya hay una pequeña selección de la ingente cantidad de imágenes de ayer. Mereció la pena el sol inclemente, el calor y hasta la sed. Por no hablar de lo bien que me lo pasé bailando y lo reconfortante que resulta siempre darse cuenta de que, como decía el Guerra (el torero, no el político) al final “hay gente pa tó”.
Al ser tanto y tanto el material, no voy a colgarlo en Viena Directo pero en mi flickr (aquí) ya hay una pequeña selección de la ingente cantidad de imágenes de ayer. Mereció la pena el sol inclemente, el calor y hasta la sed. Por no hablar de lo bien que me lo pasé bailando y lo reconfortante que resulta siempre darse cuenta de que, como decía el Guerra (el torero, no el político) al final “hay gente pa tó”.
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