Era un cementerio y usted no lo sabe

KarlskircheUna de las zonas más concurridas de esta capital fue, hace no tanto tiempo, un cementerio. Seguro que usted no lo sabía.

Para J. que sí, que al final me ha dado el tema para el post de hoy

13 de Agosto.- Una de las cosas que explica en gran parte la topografía del distrito 1 de Viena, es que, durante mucho, muchísimo tiempo, fue un espacio que era una especie de olla a presión urbanística. Constreñido por el espacio vacío de los Glacis y luego por el cerco de las murallas, era un espacio que no podía crecer a lo ancho, por lo cual tenía que crecer a lo alto (poco, las torres de las iglesias) y en la profundidad de la tierra –todavía hoy hay muchos edificios en el distrito uno que son más profundos que altos-.

Naturalmente, extramuros, o sea fuera de las murallas, se asentaba la gente con menos posibles (por supuesto la parte de fuera de las murallas era la menos ventajosa en el caso de un asedio de la ciudad, y los ricos eran los que podían pagar por conservar su vida si la cosa se ponía fea) y, pongamos en 1600 o, más tarde aún, en los ochenta del siglo dieciocho, cuando se desarrolló la última parte de la vida de Mozart, una persona que se hubiera subido a la torre de la catedral solamente hubiera visto fuera del anillo de la ciudad amurallada pequeños pueblos que hoy se han incorporado a la ciudad de Viena en forma de distritos.

Uno de los problemas sanitarios que se le ha planteado a la Humanidad desde que se puso a vivir junta en ciudades es qué hacer con los difuntos. Naturalmente, por razones sanitarias, menos los restos mortales de las personas regias, para los cuales se buscaba una sepultura que estuviese en una iglesia (cuanto más artistocrática y más regia la persona más de relumbrón el lugar del último descanso) a la gente del común se la sacaba a reposar fuera de las murallas por lo cual hay muchos lugares de Viena que son sitios de paso fueron, en su día, cementerios.

Uno de ellos estuvo en la gran plaza (multiusos) que hoy está frente a la Karlskirche y que se extiende hacia el Reslpark y la Universidad Técnica o TU. De manera que muchos de los miles de vieneses (y visitantes) que pasan por la zona todos los días camino del trabajo no saben que están caminando por lo que un día fue un camposanto.

Era el cementerio de los pobres (Armensünder) y la idea de instaurarlo fue de la emperatriz Eleonora de Gonzaga, que murió a mitad del siglo XVII y lo administraba la hermandad de los muertos (Totenbrudenschaft) cuyos componentes llevaban un hábito negro y se encargaban de recoger los cadáveres de los reos ejecutados para enterrarlos (esta gente debían de ser la alegría de la huerta).

El cementerio estuvo funcionando durante todo el siglo XVII y hasta casi el final del siglo XVIII, momento en que fue cerrado por orden del emperador José II –el hijo de Maria Theresia, hermano de Maria Antonieta-. En él estuvo enterrado Antonio Vivaldi (que no era precisamente un reo). Finalmente, con el torbellino de la Europa napoleónica, en 1807, el cementerio fue desacralizado, vaciado y los terrenos parcelados y vendidos. O sea, que si en la antigua Universidad Técnica hay un día un poltergeist, who are you gonna call? Claro: a los cazafantasmas.


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.