Hoy, a las once y media de la mañana, Viena Directo ha cumplido diez años. El blog tiene hoy algunos datos curiosos y termina proponiendo un pequeño juego.
4 de Octubre.- Queridos lectores: hoy, 4 de Octubre de 2016, Viena Directo ha cumplido diez años. Es justo empezar el post diario agradeciendo su paciencia y su atención a los cientos de lectores que, diariamente, se pasan por este espacio.
Quizá lo que yo más aprecie, y aquello por lo que trabajo día a día, sea la confianza de mis lectores. No pido más.
Hay lectores que me escriben diciendo que desayunan conmigo todos los días (en diferentes puntos del planeta y a diferentes horas), hay lectores que abren Viena Directo mientras vuelven a su casa del trabajo, y me leen mientras esperan el tren que les llevará a sus casas, o en algún autobús de la misma Viena o de Madrid, Buenos Aires, Lima o Barcelona, o cuando han acostado a los niños. Yo me los imagino en esas situaciones, y disfruto pensando en la manera en que, para que sus vecinos de asiento o de barra o de agarradera no les tomen por locos, se muerden los labios para contener la risa (en los días en que el artículo es de risa) o cómo se quedan pensando cuando terminan de leer y se guardan el móvil en el bolsillo otra vez, o apagan el ordenador.
Los hay que me leen todos los días. Los hay que, a lo mejor, pasan semanas (o meses) sin visitar el blog, y luego se están una hora o una hora y media leyendo los artículos que les van interesando (lo veo en las estadísticas, y me alegra).
Soy consciente de que una minoría se lee todo lo que escribo, porque es lógico que no todos los temas le gustan a todo el mundo, pero no tengo ningún problema al respecto, porque mi pago, por cada artículo que escribo es, aparte de que a alguien le interese, el hecho de que me interese a mí y aprenda algo.
He dicho más arriba queridos lectores, pero quizá hubiera debido decir queridas lectoras (a mis lectores chicos, creo que no les importaría). De acuerdo a la información de la que dispongo, más de un sesenta por ciento de las personas que se pasan por aquí son chicas, y algo más de un treinta y cinco por ciento son hombres (lo consigno, solamente como un dato anecdótico aunque, como es lógico, me llena de orgullo llegar a las mujeres de esta manera tan especial). Y, aunque en el asunto de la edad está todo muy repartido, los datos parecen indicar que la mayoría de mis lectores tienen entre los 25 y los 45 años y aunque viven, en su mayoría, en Viena, también hay un alto porcentaje que vive en España y muchos en diferentes países de Latinoamérica y de Europa.
Desde aquí, os mando a todos un saludo muy grande, muy efusivo y, sobre todo, muy sincero. Me alegro muchísimo de que estéis ahí.
Quisiera, para terminar hoy, proponeros un juego. Es un juego que no os llevará mucho tiempo y en el que a mí me hará ilusión que participéis. En Facebook o en el espacio que el blog tiene para comentarios, dejad algo, una palabra o una frase, lo que sea, pero relacionado con el blog. Quizá, la manera en que llegásteis hasta él, o algo del artículo que más os haya gustado o que recordéis especialmente. Diez años , para un blog es una edad matusalénica, no se cumplen todos los días, brindemos por este espacio que nos ha unido y, de paso, dadle una alegría al autor.
Os espero mañana, si Dios quiere, como siempre. Un abrazo muy fuerte a todas y a todos y de nuevo, de verdad, de corazón, muchísimas gracias.
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