Sin control

Bulos, noticias falsas…Una que tuvo especial difusión en Austria, a propósito de los refugiados, ha tenido consecuencias.

17 de Febrero.- La plataforma de video bajo demanda Netflix es como un restaurante que tuviera, en la misma carta y por el mismo precio, caviar beluga y el kebab más infecto que se pueda comprar en un puesto callejero de comida rápida en Kandahar.

Por suerte, esto también implica que Netflix tiene que financiar constantemente películas, la mayoría de mediano presupuesto. Ese tipo de „flines“ que antes pagaban las filiales más pequeñas de los estudios grandes estadounidenses.

Una de estas últimas películas fue un documental que estuve viendo el otro día. Lo ha dirigido Werner Herzog (famoso en círculos cinematográficos exquisitos por haber tenido que aguantar al pirado de Klaus Kinsky durante el rodaje de Fitzcarraldo) y trata de la historia de internet.

Como persona que, por edad, conoció el mundo de ayer (citando a Stefan Zweig) y que, por lo mismo, sabe que ya es imposible una vuelta atrás y que, probablemente, si internet „se rompiera“, acarrearía la implosión de la civilización actual, no pude dejar de maravillarme de que, lo que empezó, como todo empieza, como un juego, sea hoy el espinazo de nuestra manera de relacionarnos con el mundo.

maxi-13a

A estas alturas, es tópico explicar todas las cosas que internet ha cambiado (y las que seguirá cambiando, me temo). Muchas, para bien y otras, „sin encambio“ para que aprendamos lo que es el miedo. Como no podía ser de otra manera, en la pelicula de Werner Herzog se hablaba de la difusión de la información por internet y de la imposibilidad, en la práctica, de controlar lo que se difunde. El experto que hablaba a la cámara, sentado bajo la cúpula de un planetario, venía a decir más o menos textualmente que intentar controlar los contenidos en internet es como intentar ponerle puertas al campo. Internet está fuera de controly y va a seguir emitiendo contenidos sin control, sin filtros. De manera, venía a decir el experto que el filtro lo tendremos que poner nosotros. Qué remedio.

maxi-6a

La historia que voy a contar hoy sin embargo, es un éxito del control (aunque un éxito muy relativo, claro).

Durante los picos de la llegada de refugiados a Austria, a finales del año 2015, los administradores de grupos de Facebook (yo lo soy de dos) tuvimos que lidiar con seres indeseables que se dedicaban a difundir calumnias por la red, a propósito de una gente que, en la inmensa mayoría de los casos, lo único que había hecho para que la difamaran era ser pobre, básicamente. El patrón de las calumnias (ahora las llaman „féik niús“) era siempre el mismo: se trataba de demostrar que los refugiados obtenían de las autoridades, sin merecerla, una indulgencia hacia sus comportamientos abiertamente vandálicos que le estaba vedada a a los aborígenes (o „arrimaos“, como el que este escribe). Se hablaba del acoso y violación constante a las mujeres por parte de todos los hombres morenos que venían; se hablaba de robos en supermercados y de la renuncia a actuar de la policía, la cual, según estos mequetrefes, tenía instrucciones „de arriba“ de no hacer nada, siempre que el ladrón fuera de por Alá y no de por aquí. Y por último, una de las calumnias que más éxito tuvo fue que Caritas, la organización dependiente de la Iglesia Católica que hizo una labor ingente de asistencia de estas personas que venían sin nada, regalaba teléfonos móviles de última generación a los refugiados. Incluso hubo quien dijo haber visto a trabajadores de Caritas entrando con refugiados a establecimientos de venta de teléfonos y pagando los lujosos terminales en dinero contante y sonante.

maxi-3a

Si algo ha demostrado lo utópico que resulta intentar parar estos bulos ha sido que, a pesar de la insistencia de las personas que sabían (sabíamos) fehacientemente que eran falsos, a pesar de los desmentidos continuos de las empresas de telefonía móvil, el ser humano (el ser humano con menos luces, en particular) siempre termina creyendo lo que está dispuesto a creer, a pesar de que la evidencia demuestre lo contrario.

maxi-5a

Uno de estos seres humanos con menos luces difundió en un foro de internet que Caritas regalaba teléfonos a los refugiados y Caritas le demandó. Esta semana se ha sabido que Caritas ha ganado la demanda y el juez ha pensado que lo mejor es que el hombre declarado culpable trabaje en la organización para que pueda conocer de primera mano la labor que Caritas hace con los refugiados. Es una lástima que no se pueda aplicar el mismo procedimiento para todo ¿Verdad?

(*) Las fotos que ilustran este post son el resultado de una sesión con Maxi. Si tú también quieres tener fotos así de ti mismo o de tus seres queridos, es fácil: ponte en contacto conmigo y arreglamos una cita. Por 150 Euros tendrás un recuerdo que te durará toda la vida.


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.