Para intentar prevenir la expansión por Austria del coronaviurs, traido por los que vuelven de vacaciones, el Gobierno ha ofrecido test gratis.
16 de Agosto.- En el momento en el que estoy escribiendo estas líneas, en el paso fronterizo de Nickelsdorf hay dos horas de atasco para entrar en Austria.
Se trata de los austriacos que están volviendo precipitadamente desde Croacia y que están intentando evitar las nuevas restricciones y los costes que, como en el caso de España la semana pasada, harán más complicado (y, en algunos aspectos, más gravoso económicamente) el entrar en Esta Pequeña República.
El Gobierno austriaco ha tomado estas medidas ante el aumento de casos en Croacia. Los hosteleros croatas, por cierto, están de todo menos contentos.
Como ya sucedió con España, a partir de las cero horas del lunes, aquellos viajeros que lleguen a Austria procedentes de Croacia estarán obligados a presentar una prueba PCR negativa no más antigua de tres días o hacerse una en las siguientes cuarenta y ocho horas después de haber entrado en el país, y estarán obligados a mantenerse en cuarentena mientras se sepa el resultado.
Como se le alcanza a cualquiera, la situación es altamente explosiva. De los trescientos casos nuevos de ayer, un tercio son de personas que han vuelto de vacaciones. Extrapolando los números, es bastante lógico pensar que de entre los miles de personas que vuelven ahora mismo de sus vacaciones hay un tercio que también están infectados. Para intentar ver hasta qué punto esto es verdad y para tratar de hacer un poco de control de daños, el Gobierno austriaco ha anunciado hoy que a todos los que hayan vuelto de Croacia vacaciones en el extranjero desde el día 7 de Agosto y que así lo soliciten se les harán pruebas gratis para ver si están infectados o no con el virus malandrín.
Las dichas peticiones de pruebas gratis se canalizarán a través de la línea 1450, ya conocida de los lectores de Viena Directo. Como se cuenta con una avalancha, el Gobierno ha advertido de que los resultados tardarán un poco.
Asimismo, el Ministerio del Interior ha anunciado esta semana el envío a la frontera de 300 policías para reforzar los controles en los límites de Austria con otros países de la Unión.
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