Uno de los altos cargos de la Cruz Roja austriaca ha encontrado un método curioso para que las cifras de coronavirus luzcan más hermosas.
19 de Octubre.- Quizá recuerden los lectores de Viena Directo que cuando el presidente Trump, a pesar de saber la extrema gravedad de la pandemia, no quería soliviantar a sus conciudadanos, no se le ocurrió mejor argumento que decir que en los Estados Unidos había muchos casos, porque se hacían muchos tests, que si no se hicieran, otro gallo cantaría.
Todas las personas con dos dedos de frente (y algunas sin ellos) se echaron las manos a la cabeza. Lo que no sabía toda esa gente era que Trump, como intelectual que es, había fundado una escuela, una curiosa línea de pensamiento a la que ya le han salido émulos.
En Austria, el más preclaro reprensentante del Trumpismo es nada más y nada menos que el responsable de Urgencias de la Cruz Roja (lo que en Celtiberia sería el SAMUR) un caballero llamado Gerry Foitik. Hoy una mano piadosa (o una mano que está pegada a un cuerpo que no le tiene nada de amor a Herr Foitik) ha hecho llegar a las redacciones de varios periódicos austriacos un memorandum, firmado por este caballero en el que se muestra preocupado por la temporada turística invernal y propone algunas medidas para que nuestros socios comunitarios (vamos, los de Austria) quiten al país transalpino de la lista negra, de manera que los turistas vengan de nuevo a esquiar como cosacos…Ah, no, que no se decía así. Bueno, a esquiar.
El razonamiento de Herr Foitik se cae de simple : hagamos que bajen las cifras, renunciemos a trazar los contactos. No hagamos tests a las personas que hayan tenido contactos con los infectados. Total, para qué.
Copio la frase concreta, que no tiene desperdicio :
“Wintertourismus: Wenn Zahlen eine Zeitlang sinken, aber immer noch zu hoch sind für eine ‘grüne’ Einschätzung der EU-Partner, könnten wir innerhalb weniger Tage aufhören, Kontaktpersonen ‘1’ zu testen: Die Inzidenz sinkt dann sofort um 500 täglich (absolut – Zahlen der vergangenen Woche) bei gleichzeitigem leichten Sinken der Positivitätsrate (vermutlich).”
„Turismo de invierno: si las cifras bajan durante un tiempo pero todavía son demasiado altas para que los socios comunitarios nos pongan en la lista verde (del semáforo, N.del T) podríamos, en el plazo deunos pocos días, dejar de hacer tests a las personas de contacto 1 : la incidencia bajaría inmediatamente en 500 (casos N.del T.) diarios (absolutos –datos e la semana pasadA) y al mismo tiempo bajaría ligeramente la tasa de positividad (supuestamente ».
Esto es un llamamiento en toda regla a maquillar las cifras.
Los medios han recabado la opinion de Herr Foitik, el cual ha admitido que este documento firmado por él estaba destinado al Gabinete de Crisis y al Ministerio de Sanidad. Foitik ha venido a decir que Austria está haciendo el canelo, porque casi ningún país hace tests a las personas en contacto directo con los infectados porque, después de todo, hacen cuarentena automaticamente (y pa qué, que diría el castizo) y si no tienen síntomas, tampoco se hace nada terapeuticamente hablando.
Foitik ha admitido, eso sí, que eso solo no salvará el turismo. Menos mal.
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