Sebastian Kurz

¿Está actuando Austria correctamente con relación a las vacunas?

Sebastian KurzMuchísimas gracias a todos – el canciller está desautorizado, quién lo autorizará – las cifras de contagios siguen subiendo pero la desescalada sigue en pie (de momento)

13 de Marzo.- Tal día como hoy, hace un año, empezó el primer confinamiento en Austria y empezó también para mí una época de febril actividad que continúa hoy y a la que, de momento, no se le ve el fin.

MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODOS

Este fue el principio de todo.

Hace exactamente trescientos sesenta y cinco días empezó el primer confinamiento en Austria. A partir de ese día y durante meses estuve publicando dos boletines diarios a la una y a las ocho de la tarde.

En total han sido 577 artículos que, a una media de tres folios por artículo, hacen un total de más de 1700 páginas.

El pico fue en Junio de 2020 cuando publiqué, según mis cuentas, nada menos que 78 artículos.

Pero ha habido más: casi sesenta transmisiones en directo, que vendrán a hacer unas setenta u ochenta horas (más de tres días con sus noches) e incontables boletines de última hora en Facebook, además de podcast temáticos, por ejemplo, a propósito de las vacunas.

También he contestado -con muchísimo gusto- a todos los lectores que me han escrito preguntándome cosas y lo he hecho, no solo porque me gusta ser útil, sino también porque muchas de esas preguntas luego han revertido en mejores artículos del blog, porque me han obligado a mí a informarme.

Durante todo este tiempo, y como nos pasa a todos los que escribimos, he intentado irme a la cama todos los días con la sensación de haber escrito los artículos que a mí me hubiera gustado leer. Sobre todo artículos para personas adultas y curiosas. En muchos momentos ha sido un esfuerzo ímprobo, no lo voy a ocultar, porque he tenido que aprender a toda prisa a propósito de cosas que nunca hubiera sospechado que sabría, pero también ha sido, sin duda, una de las cosas más gratificantes que yo haya hecho en mi vida, porque no ha habido ni un solo minuto para el aburrimiento y (afortunadamente) sigue sin haberlos.

Así pues, como se dice aquí, in diesem Sinne, aquí va, un día más, la información que cualquier persona adulta y curiosa debería saber sobre lo que ha pasado hoy en Austria. Las noticias que importan, como siempre. Gracias por estar ahí.

Sebastian Kurz

EL CANCILLER ESTÁ DESAUTORIZADO, QUIÉN LO AUTORIZARÁ

A finales del año pasado llegaron las vacunas para el coronavirus y un suspiro de alivio recorrió el planeta entero, porque empezamos a ver la proverbial „luz al final del túnel“. Pronto, sin embargo, nos dimos cuenta de que teníamos que moderar nuestra euforia porque, a pesar de que las vacunas son un logro tecnológicamente grandioso, lo cierto es que vacunar a todas las personas que lo necesitan (o sea, la inmensa mayoría de los habitantes del planeta) supone una tarea titánica.

La producción y la distribución son inmensamente complicadas y, se mire por donde se mire y se haga como se haga, siempre nos va a parecer a todos un proceso demasiado lento.

Como recordarán quizá los lectores de Viena Directo, la Unión Europea adoptó la estrategia de firmar acuerdos con las principales farmacéuticas en los que, básicamente, se aportaba generosísimas cantidades de dinero para la investigación de vacunas a cambio de rebajas en el precio por volumen de compra. Estos contratos se publicitaron ampliamente y la Unión Europea los vendió como una prueba de su eficacia.

Las Farmacéuticas vendían a una central de compras y esta central distribuía a todos los países miembros.

Pronto, empezó la cosa a complicarse, naturalmente. Las vacunas no solo se convirtieron en un recurso limitado y precioso sino también en una potente arma geopolítica (exactamente lo que nadie quería que pasase). Por ejemplo, las cantidades disponibles de la vacuna implican, de manera indirecta, una ventaja competitiva desde el punto de vista económico, porque las empresas que vacunan a los empleados claves de su plantilla están, como es obvio, en una posición favorable con respecto a la competencia.

Esto está sometiendo la solidaridad interterritorial a una fortísima tensión dentro de la Unión Europea.

Ayer, el Bundescanciller más mozo e la Unión, Sebastian Kurz, tuvo palabras muy duras para con la Unión Europea. Se quejó de que, presuntamente, la Unión favoreciese en el reparto de vacunas a determinados países (Alemania) en detrimento de otros (Austria). También pidió, junto con otros países, que se celebrase una cumbre en Bruselas para corregir esto que, en su opinión, era un trato de favor.

Dijo que en el reparto de las dosis había habido tácticas „de bazar“ (ya se sabe que los periodistas necesitan siempre lo que, en el argot, se llama „un total“).

Pero entonces sucedió algo con lo que el Sr. Bundescanciller no había contado y es que desde la cúspide del Bundesministerio de Sanidad le desmintieron dejándole a todas luces con las blancas posaderas al aire.

El delegado especial de Austria para el coronavirus ante la Unión Europea dijo que todos los países podían comprar las vacunas que quisieran de los contingentes que quedasen libres.

Estas declaraciones han desatado una verdadera tormenta política dentro de la coalición, porque desde las filas del Partido Popular austriaco se pide la cabeza del funcionario en cuestión que se ha atrevido a desautorizar al Bundescanciller y (según se desprende de la línea de actuación del Partido Popular austriaco) a debilitar la postura austriaca en sus pretensiones.

Entretanto, hoy AstraZeneca ha anunciado que va a entregarle a la Unión Europea solo un tercio de las vacunas que se habían acordado. Unos cien millones de dosis, en lugar de los más de trescientos millones acordados inicialmente.

Se da la circunstancia de que en Estados Unidos hay almacenados diez millones de dosis de AstraZeneca que no se pueden inyectar allí, porque la vacuna aún no está permitida por las autoridades sanitarias americanas.

El hecho es que, paradójicamente, tampoco se pueden mandar a Europa, porque los americanos tienen miedo de no contar con esos diez millones de dosis en el momento en el que la vacuna se legalice en los Estados Unidos.

Viena. Un camarero con una bandeja llena de jarras de cerveza

LA DESESCALADA SIGUE EN PIE ¿HASTA CUÁNDO?

Entretanto, los nuevos contagios siguen subiendo en Austria, como ya estaba previsto. Hoy, han vuelto a superar los 3000. También, consecuentemente, sigue aumentando la presión sobre los hospitales. Lento, pero seguro, sube el número de enfermos ingresados en las unidades de cuidados intensivos. En muchos hospitales austriacos ya se están posponiendo operaciones y se están liberando recursos.

Y el Gobierno austriaco prometió hace unos días medidas de desescalada y de apertura de la hostelería. A partir del 27 de este mes, podrán abrir las terrazas de los restaurantes, como ya supimos.

Muchos temen (entre ellos los hosteleros) que el Gobierno pudiera echarse atrás en las medidas de desescalada y que la reunión que está prevista para pasado mañana entre las autoridades sanitarias, las autoridades regionales y la hostelería, y que solo se realizará por videoconferencia, termine en frustración. De momento, cualquier decisión al respecto se pospondrá hasta el día 22.

En cualquier caso, ha acudido hoy el Bundescanciller al rescate. En un mensaje en vídeo Kurz ha dicho claramente que las medidas de desescalada siguen en pie. Veremos a ver por cuánto tiempo.


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