Cuando las cifras se repiten, se pierde su dimensión. Hagamos memoria de algunos números relacionados con la pandemia.
2 de Septiembre.- Uno de los retos de informar sobre la pandemia es hacer inteligibles las cifras que recibimos todos los días. Eso implica también adquirir conciencia de su dimensión. Por eso, he decidido hacer hoy un post en el que el gran protagonista sean los números.
Por ejemplo : hoy en Austria ha habido 1510 nuevas personas que se han enterado de que tienen coronavirus. Suponiendo que tardásemos tres segundos en leer cada nombre, tardaríamos en leer la lista de los infectados hoy una hora y cuarto.
También han fallecido tres personas en las últimas veinticuatro horas con relación a la pandemia. Desde marzo de 2020, han muerto en Austria 10778 personas de CoVid o con CoVid. Si tuviéramos que leer la lista de los nombres de todas esas personas tardaríamos 539 minutos. O sea, que estaríamos nueve horas leyendo nombres ininterrumpidamente.
Siendo muchísimo, parece poco, si se compara con la cifra de muertos en España. Han sido, según la estadística oficial 84.472 (datos de hoy). Si tuviéramos que leer la lista de los nombres de todas esas personas que han dejado un hueco que no se puede llenar en las vidas de sus familias estaríamos nada más y nada menos que 70 horas y media. O sea, un poco menos de tres días, de día y de noche. Un nombre, y otro nombre, y otro nombre…Y así.
Más números. Desde que empezó la pandemia en marzo de 2020, aparte de epidemiólogos y virólogos, se han hecho muy famosos los matemáticos que hacen modelos de comportamiento de las cifras. El más conocido en Austria es Niki Popper –el hombre que es la ruina de los peluqueros- ; gracias a la magia de las matemáticas, Popper ha ido prediciendo por dónde iban a ir los números, basándose en series de datos anteriores.
Hoy ha hablado para el informativo de Puls 4 y ha dicho que, según sus estimaciones y contando con los asintomáticos, debemos de andar en Austria en el entorno de los 4000-5000 casos diarios. O lo que es lo mismo : si tuviéramos que invitar a un viaje a Roma a todas las personas que, según Popper, se han infectado hoy, tendríamos que usar alrededor de 19 aviones de pasajeros.
Popper ha dicho también algo que ya sabemos todos los que miramos este tema con un poquito de atención y es que esta cuarta ola va a ser la de los no vacunados y la de los que no hayan pasado la CoVid. Ha pedido al Gobierno un mayor esfuerzo para convencer a la gente de que se vacune. Lo cual nos lleva a otro dato. Solo en la ciudad de Viena, que es la que se lleva la palma de infectados, el 80% de los infectados con síntomas son gente sin vacunar y, si contamos a los que solo tenían puesta la primera inyección, hacen un 87%.
Más llamativa aún resulta la incidencia : en Viena, la incidencia entre los no vacunados está en 45,1 casos por cada cienmil habitantes. Entre los no vacunados es de 281,7 casos por cada cienmil habitantes. Esto viene a ser más de seis veces más.
El 49% de los casos de Viena son menores de 30 que es el grupo en donde más reacios a vacunarse hay (esos que piensan que comiendo naranjas y bebiendo té se arregla todo).
Este aumento de las cifras tendrá su reflejo, según los pronósticos de los profesionales que asesoran al Gobierno, en el número de personas hospitalizadas y en cuidados intensivos. Con un 70% de probabilidad, se espera que, para el 15 de este mes haya 821 personas ingresadas con CoVid (tres aviones de pasajeros) de ellas, un avión entero será de críticos.
La única manera de atajar esto es vacunar a cuantas más personas mejor.
La vacuna no solo protege de los cursos severos de la enfermedad, sino también de las secuelas del CoVid. Según un estudio que se acaba de publicar en Inglaterra (King´s College, Londres) las personas vacunadas tienen la mitad de riesgo de sufrir secuelas a largo plazo por la CoVid que aquellos que no se vacunan.
Si no te has vacunado ya, vacúnate. Por ti, por mí. Por todos.
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