Escarmouche, Escaramouche ¿Bailarás el fandango?

Para hacer un talismán/se necesita sólo tu corazón/hecho a la viva imágen de tu demonio o de tu Dios
31 de Enero.- La solución al enigma, que ya ha adivinado marona 😉
Tradicionalmente, las canciones nacían en los musicales y luego pasaban a las listas cantadas por intérpretes que las hacían populares.
Hay multitud de canciones que se hicieron famosas así. Como por ejemplo esta, “Total eclipse of the heart”, que salía en un musical de vampiros y que más tarde cantó Bonnie Tyler (esa mujer que es como Mari Trini peinada con una Minipimer).

Sin encambio, ahora sucede al revés: primero las canciones nacen, son popularizadas por un grupo, y luego se produce el transplante a los teatros, aprovechando el tirón de la nostalgia y eso que siempre nos gusta tanto: ver algo que ya conocíamos con la apariencia de que es nuevo.
Si se hace bien, se consigue una obra entretenida, animada por canciones que todo el mundo se sabe. Si se hace mal, se consiguen Las Navidades con Raphael.
(Para mis lectores de fuera de España, vualá Raphael en navidad)

Algunos compositores tienen la suerte de disfrutar de sus royalties en vida, procurándose así un puente seguro hacia su jubilación. Es el caso de los padres de Abba (Benny y Bjorn), que consiguieron con la operación “Mamma mía” rentabilizar un catálogo de canciones pegadizas sin darle un solo jEur a sus exmujeres Agneta y Annefriede (tan responsables del éxito de Abba como ellos, pero aquejadas de una grave miopía legal que las llevó a negociar mal sus divorcios).
Otros intérpretes, entretanto, tienen que morirse para que a alguien se le ocurra la idea de explotar un poquito más la fama del difunto.
Este es el caso de Federiquito Mercurio, más conocido en el siglo como Freddie Mercury.
Ayer, me invitaron (por surprise y en butaca de patio, que cuesta un riñón de la cara) a ver “We will rock you” en el Raymond Theater.
Es el musical que los supervivientes de Queen, en colaboración con un escritor, han fabricado con los antiguos éxitos del grupo. Y tengo que decir que me lo pasé bien y que tiene su gracia (mucha, por cierto), aunque primero uno tiene que olvidarse de que está viendo un lujoso espectáculo de autómatas. O sea, que la representación se repite al milímetro noche tras noche aquí, en Viena, como se repitió más o menos idéntica en Estambul ,Moscú o Madrid. El mismo vibrato en el mismo momento, la misma plataforma que se eleva, un cantante parecido interpretando al protagonista, etcétera, etcétera. Sólo cambian los chistes locales (muy divertidos, por cierto). Como ese en el que mencionaban la canción de Wolfgang Ambros “Die Blume aus die Gemeindebau”.
O sea, que el día que inventen el musical con alma, va a ser la leche.
Pero si uno consigue hacer abstracción de este pequeño inconveniente, y se deja llevar, se pasa el día siguiente (como ha sido mi caso) hecho un greites jís.
Iba yo camino del metro cantando “I want to break free”, subiendo en el ascensor “Who wants to live forever” y, durante mi día de oficina, atado al potro del tormento, no cesaba de pedir entre dientes que “Mamma mía let me go” y que Escaramouche me bailara un fandango.
Lo cual es mucho más divertido si se piensa que mi hermano me enseñó a odiar tiernamente a Queen a base de castigarme con él en todos nuestros trayectos juntos en coche.
(Hermano: ayer me di cuenta de que me sabía todas las letras de las canciones ¡Pude cantar el Bohemian Rhapsody casi sin equivocarme! Gracias gracias gracias).
La representación de ayer fue espectacular, aunque la obra en sí misma es un poquito tontaina (o sea, las excusas para hilar las canciones eran mucho mejores en “Mamma mía”, por ejemplo). Los cantantes estuvieron geniales y hubo que agradecerle al protagonista (sosias de FM) que no fuera de Johny Melenas el terror de las Nenas como, según mis noticias, hacía su colega madrileño.
Por cierto, y una nota curiosa, el mencionado protagonista era turco, aunque casi no se le notaba.
¿Y del público? Por esta vez, los austriacos se portaron bien, y cantaron y bailaron cuando debieron, y palmearon y se divirtieron. Un despiporre, vaya.
PS: Mañana toca la solución al concursete mensual y el planteamiento del nuevo enigma

Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.