Una terrícola descubre el secreto de los lagartos temibles

Atrápame a ese lagarto (V)

Primera parte

La capacidad de reciclar estereotipos que tiene la televisión resulta siempre sorprendente y también el grado que alcanza su misoginia: los malos más fascinantes de la historia de la tele son mujeres (normalmente en tramas diseñadas por hombres, por supuesto).
Desde la Celestina, modelo de ausencia de escrúpulos hasta Diana (Pronúnciese Dayana, como está mandao), la jefa de los extraterrestres de V, esa serie en donde nada era lo que parecía.
La trama de una buena serie de televisión debe ser maniquea si quiere tener éxito: no hay que pararse en grises. En el mundo lucha el bien contra el mal y, si hace falta cargar las tintas para demostrarlo, pues se cargan y aquí paz y después pelea con pistola láser.
V es el vivo ejemplo de esto: punto de partida: Un día, aparecen en las ciudades del mundo (pero curiosamente más concentradamente en la parte de Estados Unidos) unos platillos volantes que emiten un mensaje de paz.

-Qué tal va eso, pípol: somos extraterrestres que no queremos haceros daño, sólo queremos la hermandad universal. Casualmente tenemos forma humana como vosotros (jaté qué coincidencia) y queremos confraternizar, ¿Nos dejáis?
Los humanos tragan, claro. Y ahí empiezan sus problemas.

(Digo esto de que, curiosamente, todas estas cosas pasan en Estados Unidos porque, hasta ahora, no se sabe de ningún OVNI que haya aterrizado en el barrio de Triana; y es inédita la actuación de los sufridos habitantes de Cuenca o de Segovia si una extraterrestre con la cremallera del uniforme abierta hasta la mitad del esternón, les hubiera propuesto relaciones interplanetarias).
Total: que hay un periodista (Mike Donovan) y una doctora de aspecto angelical (Julie)que descubren que lo que los extraterrestres quieren es merendarse a la especie humana y sus recursos pero, aún más, que los extraterrestres no son lo que parecen, sino que, bajo su piel blanca de wasp (white anglosaxon person) se esconde una repulsiva apariencia reptiliana (pregunta: ¿Cómo disimulaban los extraterrestres la lengua bífida?). En fin: el caso es que Mike Donovan consigue filmar a un visitante comiéndose una rata viva –menú peculiar- y con este hecho se pone fuera de la ley y crea una organización: La Resistencia. Cuyo símbolo es la V de la victoria. Él es el jefe y Julie es lo que en ETA se llama un “miembro legal” o sea, que ayuda a los buenos, pero sin estar fichada por la policía lagarta. Julie trabaja en una organización creada ad hoc para aprovechar la sabiduría extraterrestre. Esta organización se llama Scientific Frontiers (o sea, fronteras científicas). Ella, por supuesto, dedica sus horas de trabajo al menester de encontrar una sustancia que sea capaz de matar a los lagartos.
Los primeros trece episodios de la serie se van en desmontar las felonías interplanetarias. Poco a poco Diana, morena y peligrosa, asume el mando extraterrestre (es un poco la Angela Channing de este cotarro, en plan sexy canalla, cruzada con la madrastra de Blancanieves). Por el cetro verde rivaliza con ella Lydia, que es rubia y lleva el uniforme convenientemente abrochado y un peinado a lo Bonnie Tyler. En cualquier caso, las dos, con sus maillots rojos, tienen pinta de ir a enzarzarse en cualquier momento en una pelea de lucha en el barro.


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Comentarios

2 respuestas a «»

  1. Avatar de con Ka

    Hola Paco, me encanta esta sección y me encanta cómo describes esas joyas televisivas de mi infancia. Aunque no era tan peque, tenía la edad justa para morirme de miedo con Dayana, vaya tela. Ahora la veo y no me lo puedo de creer.

  2. Avatar de Paco Bernal

    Hola!Perdón por haber tardado un poco en contestar, pero es que he andado muy liado. Me gusta mucho esto de que te guste lo de la vida en serie, y, por supuesto, se aceptan ideas. Españolas también, por supuesto, ¿Alguna sugerencia?Saludetes para el norte,P.

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