–Vamos a sentarnos en esta terraza a tomar el sol ¡Qué día tan bueno que hace!
La chica estaba quieta, como una planta y de ella emanaba una sensación de placer que se podía sentir a distancia. Parecida a la de mis gatos cuando ronronean con ese motor interior que sólo se les pone en marcha cuando están felices.
En los años noventa fui a ver al cine “La edad de la inocencia” de Scorsese. En esta peli hay una voz en off –la que juega a ser la de Edith Warton, la escritora de la novela en que está basada la película-; en la versión española esta voz era la de Nuria Espert. Una actriz sin ninguna experiencia en el cine.
Hoy he visto la película en versión original –no me ha quedado otra, porque aún en alemán no la entiendo- y debo decir que es deliciosa. Es, sencillamente, otra película.
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