Siempre escribo por la mañana, después de desayunar. Antes, en casa, y ahora en el tranvía, camino del trabajo. Antes en el ordenador (word, un folio). Ahora, a mano en un cuaderno que llevo siempre conmigo y que no dejo que nadie más toque –mis cuadernos de escribir son tan personales como mi cepillo de dientes-, escribo con bolígrafos baratos, de los publicitarios. Los mejores son los de la organización austriaca de donantes de sangre, que tienen la punta fina y duran mucho. Con ellos he escrito mis mejores páginas. Idealmente escribo sentado, con el cuaderno sobre las rodillas y, cuando no me sale una palabra (como me acaba de pasar) miro sin ver al pasajero más cercano –que, por lo general, me estaba mirando a mí antes-; es sólo un segundo, pero el choque de miradas me hace reaccionar y la palabra elusiva termina por aparecer. Soy un escritor itinerante y el estar rodeado de gente, subido a un vehículo semoviente, me inspira. Hay quien dice que ha visto a mucha gente en el metro como yo que luego han terminado en una institución (psiquiátrica) pero yo no hago caso porque es la misma persona (muy querida) que cada vez que compro un libro me pregunta si tengo el síndrome de Diógenes.
(Por cierto, esto me recuerda que mi abuela materna, cada vez que nos veía estudiar nos decía:
Más manías: el tema suele venir solo y surgir al principio, pero sólo pongo el título cuando ya he terminado de escribir, porque me ha pasado más de una vez que he empezado hablando de una cosa y, línea a línea, he terminado en Úbeda, caminando por el lado más salvaje de sus famosos cerros.
Una vez he terminado el post diario, justo antes de llegar a la oficina, guardo el cuaderno en el mochilo que siempre llevo conmigo. Trabajo todo el día y luego dedico la vuelta en tranvía a pulir el texto, generalmente añadiendo explicaciones que, cuando converso conmigo mismo, yo no necesito, pero mis lectores sí.
Al llegar a casa, paso el texto a máquina (doy ahí los últimos toques); por fin publico el texto y espero con ansiedad a que la gente escriba comentarios como el que tú vas a escribir cuando llegues al punto final.
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