24 de Febrero.- Un Oscar después (felicidades Penélope, paisana), ya estoy aquí. Acabo, como quien dice, de aterrizar. Vengo traumatizadito perdido. Y para que mis lectores (vienadictos y vienadictas del ancho mundo) puedan apreciar convenientemente el sacrificio que hago en bien de su ilustración, pondré el material musical al que he estado expuesto durante los últimos cuatro días. Mis sufridos lectores comprenderán, después de una breve audición de prueba, que he necesitado ingentes cantidades de Kölsch (el único dialecto que se bebe) para poder resistir el verme empujado a agarrarme del bracete de Coloneses y Colonesas y hacer cadenetas interminables.
Empezaré con la inefable Marita Köllner, y su Denn Wir Sin Kölsche Mädcher (Somos Chicas de Colonia)A la quinta vez que escuchas esta tonadilla a un volumen ensordecedor, abofetearías a esta mujer sin provocación previa (calcúlese una vez cada media hora durante cinco días). Pero las hay peores. Un poner:
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=DPf4bPmOo_M&hl=es&fs=1]
Sin duda, el lector cree que debía de haber muchas más canciones en el carnaval Colonés. Pues cree mal. Suerte que estaba la birra del Rhin. Tengo más secuelas que Tom Cruise en Nacido el Cuatro de Julio. Pero mañana lo contaré todo con pelos y señales.
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