Ensalada de verano

La madre de Michael Jackson. Una mujer sensible a la par que práctica


15 de Agosto.- Estar muerto y estar en verano se parecen en que es mejor estar fresco que no. Eso han debido de pensar los familiares y deudos de Michael Jackson los cuales, según se ha sabido, tienen el cadáver del King of the Pop en una cámara refrigerada(sin nariz, sin pelucón, sin maquillar, esperamos: porque si no, qué susto más grande al que le toque abrir la cámara para ir a buscar, un poner, un Frigopie). El padre quiere enterrarlo en Las Vegas y su madre, por lo visto, le visita con cierta frecuencia.
¿Qué le contará? Yo me la imagino peinada de peluquería (escandalosa, teñida de caoba o algo así) abanicándose con el folleto de la funeraria. Un vestido de flores –porque las americanas seguro que llevan el luto por dentro- y con mucho oro: pulserón, pendientazos, anillazos como de rapero. Ah, y con sombrero. Bien oiréis lo que dirá:
-My son, Michael; nos has dado un disgusto muriéndote. No fue el primero, que cuando sacaste a los niños por el balcón a mí casi me da una fractura de miocardio. Pero por otro lado, también nos has dado una alegría y que God me perdone. Desde que falleciste, hijo, tus discos se venden como rosquillas. No te digo más que eres el número uno de las listas británicas. Que eso, y perdóname que te lo diga, no lo conseguías tú desde que Eva Nasarre llevaba calentadores. O sea, antes de que la muchacha se metiera en la secta satánica aquella. Se dice, y yo me lo creo que, desde que tuviste la genial idea de palmar, produces más de un millón de euros diarios. O sea, que hemos pasado de la casi ruina a la casi opulencia. Y eso que no le cobramos a los frikis que se visten como tú y hacen el gilipo…digo, los frikis que se visten como tú y honran tu memoria. Ni a los bloggers que han titulado sus posts “Hasta siempre, rey del pop” (lo leo una vez más y vomito, my son). Que como cobrásemos derechos de autor por ese paso que inventaste y que te copiaron todos los horteras de discoteca, incluido Julio Zavala, nos íbamos a haber forrado –aquí, la madre de Michael, se echa unas risillas- ¿Te acuerdas de lo que se cabreó Travolta? ¡Pensaba él que tenía el monopolio con aquello de señalar al piso de abajo y al piso de arriba! Pero no, hijo. Tú se lo quitaste. Porque tú, las cosas como son, y está mal que yo lo diga porque soy tu madre aunque no lo parezca después de todo lo que te has hecho, valías un potosí. Qué pena que te dieras a la drogaína y a las operaciones de cirugía y, al final, pillaras una dobledósis.
En fin: dejamos a la madre de Michael Jackson abanicándose frente a la cámara frigorífica en donde su hijo duerme el más fresco de los últimos sueños (con permiso de la momia de Lenin y de la momia viviente del compañero Fidel) y nos centramos en la actualidad local que se cifra en dos noticias: a) desde ayer, los aviones de Sky Europe no pueden aterrizar (ni despegar) en el aeropuerto de Viena y b) La autoridad competente austriaca quiere desincentivar las horas extras.
Lo del punto a) se explica rápido. Debido a la crisis, a la carestía de los carburantes y al ocaso de la cultura del aquí te pillo aquí te vuelo, la compañía de vuelos de bajo coste Sky Europe no puede hacer frente a sus deudas, entre las que se cuentan los derechos de uso de las instalaciones de los aeropuertos. Así que, si alguno de mis lectores ha reservado con esta firma sus vacaciones centroeuropeas, le acompaño sinceramente en el sentimiento. Hace semanas aparecieron en las noticias los responsables de Sky anunciando pidiendo que no pandiera el cúnico, porque ya tenían un inversor –un caballo blanco, se llamaba en el teatro antiguamente a estos que sólo ponían la chequera-. Y que dicho inversor enjugaría las deudas de la compañía con un maná de millones de Euros y que las cosas volverían a ser como antes. Cosas que se dicen.
En cuanto a las horas extras. El gobierno austriaco quiere desincentivarlas para que la (comparada con España) exigua cantidad de trabajadores que se quedan más tiempo del pactado en sus puestos, desistan de hacerlo en bien de sus compañeros que no tienen la suerte de tener un empleo. Se calcula que, en algún momento de lo que llevamos de año, uno de cada cinco trabajadores austriacos se quedó en su trabajo después de su hora. Esto, para el país alpino, es un escándalo porque aquí no es como en España en donde las horas extraordinarias a)se dan por supuestas y b)a menos que trabajes para el Estado son de gratis. El ministro, como la lechera del cuento, ha calculado y así lo ha anunciado ufano que, si nadie hiciera horas extraordinarias, Austria alcanzaría la utopía del Pleno Empleo.
Amén.

Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Una respuesta a «Ensalada de verano»

  1. Avatar de amelche

    ¿Por qué será que me imagino la conversación de la madre de Michael igual que tú?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.