Hit me baby one more time
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4 respuestas a «Hit me baby one more time»
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Estoy segura de que el novio del Sr. Haider es una persona de mentalidad abierta y aceptaría perfectamente ese matrimonio que, no hay motivo para descartar que realmente fuese por amor… amor de amigos, amor por una buena causa, amor por la justicia, amor por la multiculturalidad, dependiendo de la edad del Sr. Haider podría incluso tener toques de amor pseudopaternalista. O ¡quién sabe! por amor a su trabajo (para representar el papel de su vida)o… por un desinteresado… ¡amor al arte!!! ¡Seguro que ninguno de estos amores inquietaba a su novio!!!!
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Hola María!
Fuera ya del tono de medio broma que, del todo intencionadamente, impregna mi post, creo que el caso de Arigona es el vivo ejemplo de que la ley está mal hecha.
Debería permitir que cada caso se examinase independientemente y no aplicar soluciones globales a capón que son el vivero perfecto de situaciones injustas como la de los Zogaj.
Si es cierto que la familia Zogaj, como se dice, estaba totalmente integrada y era feliz, es lógico que se les permitiese quedarse y que no se les mandase a un país con el que, particularmente los chicos, no tienen nada que ver.
Por otra parte, la ley tiene la obligación de ser justa. Y es obvio que el caso de Arigona no es único. Como uno sabe más por viejo que por escritor de blogs, y es muy escéptico, uno se pregunta si el caso de los Zogaj sería el mismo, si Arigona no fuera joven y guapa, y si no hubiese captado tanta atención de los medios. Dejar quedarse a Arigona, desde esta perspectiva, quízá se convirtiese entonces en un agravio comparativo hacia personas que ni son jóvenes, ni son guapas, ni por su posición en la sociedad pueden captar la atención mediática que la inteligentsia austriaca, bienintencionadamente, por supuestísimo, está dedicando a los Zogaj.
En cuanto a los amores de Herr Haider, estoy totalmente de acuerdo contigo; pero repito que hacer declaraciones así resulta también un poco frívolo si se considera que hay muchísimas personas que a lo mejor merecerían más que Herr Haider se casara con ellas.
El problema, como decía Sabina, “es muy delicao”.
Saludetes,
Paco
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Supongo que, en realidad, el fondo del asunto es: historia que cala en los corazones de la gente, que crea polémica y con protagonista mediática y, además, guapa. Sería un poco el panem et circenses: debate político, tiempo y espacio en los medios… todos hablan de Arigona y los temas importantes quedan un poco de lado. Colateralmente, los periódicos seguro que venden algun ejemplar más (cosa no mala dados los tiempos que corren); los vecinos se sienten bien ya que les han regalado flores y fruta (digo yo, para qué necesitarán las flores si se van y la fruta… se van, no creo que tengan tiempo a comerla toda); se respira un sentimiento de solidaridad generalizada (algo que no va mal en un grupo); Herr Haider arranca alguna palabra más acerca de sí mismo en los medios… y… al final… ¡pues que a nadie le importa mucho este tema! Todo gira en torno a Arigona, nadie enfoca el problema de manera global, pensando en esas personas que tú nombrabas en tu comenario: los que no pueden captar la atención mediática.
¡Hasta luego!
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[…] muy divertido (sin falsa modestia) que escribí el año pasado y que mis lectores podrán consultar aquí si es que quieren ponerse un poco al día de lo que podríamos llamar la “conexión […]
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