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¡Buenas! Hemos visto que este blog también participa en los premios 20 blogs y nos hemos pasado para echarle un vistazo, nosotros también nos presentamos en la categoría de viajes http://lablogoteca.20minutos.es/blog-de-viajesnet-331/0/
Y no hemos querido irnos sin antes dejar un comentario.
Saludos y mucha suerte en el concurso, aunque la cosa está complicada…
No conozco mucha gente que piense como tú, pero alguna conozco. Y te podría decir que es absurdo tener ese miedo… pero creo que lo absurdo sería decirtelo. Lo tienes y punto, supongo que si alguna vez te lo sacaras no harías uso de él prácticamente nunca y… lo que es peor, ese miedo podría hacer de ti un conductor indeciso (lo segundo más peligroso depués de uno temerario).
Si no te va… no te va. Y como, afortunadamente, se puede vivir perfectamente sin él… pues difruta de tus ratos de ocio en el transporte público.
Por cierto… ya no hay cartulinas rosas… desde hace mucho.
🙂
Saludos.
Yo también pertenezco a esa estirpe de peatones inadaptados, pero hay que reconocer que -orgullo peatón aparte- somos un poco parásitos de los coches y los seguros y los nervios ajenos cuando se trata de viajes, excursiones…
L.
Paco: El miedo a conducir se llama “amaxofobia”, si no recuerdo mal. Y suele ser más común en mujeres, aunque conozco a varios hombres sin carnet. También tengo un amigo con carnet, pero sin coche, porque le sale más a cuenta ir en transporte público. ¿Tú sabes lo que te ahorras en gasolina, seguros, reparaciones, cambios de aceite, etc. etc? Y eso, sin contar el precio del coche… ¡Envidia me das! Si yo viviera en una gran ciudad con buen transporte público, no tendría coche.
Yo me saqué el carnet a los 23 porque pensé que me vendría bien para buscar trabajo. Y la verdad es que en la gran mayoría de trabajos que he tenido, me ha venido muy bien tener coche porque si no, habría muerto esperando a autobuses que tardan mil años en pasar.
Si te animas, piensa que seguro que has estudiado cosas mucho más rolleras que el librito de la autoescuela. En mi caso, por ejemplo, matemáticas de 3º de BUP.
[…] 8 de Marzo.- Uno de mis primeros recuerdos de mi vida en Austria -han pasado diez años, pero parece que fue ayer- es este: subía yo en un coche de dar un paseo por la Wienerberg y el lago de lo que, antiguamente, fue una fábrica de ladrillos. En el semáforo que hay cerca de la Spinerin am Kreuz, donde normalmente hay una mujer (o mujeres) voluptuosas de la firma Palmer anunciado bragas y sostenes había, esta vez, una mujer vestida, ostensiblemente, de hombre, con un bigote pintado y un sombrero flexible. Era un anuncio del salón anual del automóvil de Viena y el eslogan, del que no me acuerdo bien, venía a decir que el salón del automóvil era tan guay que hasta las chicas se disfrazaban de hombre para pasar desapercibidas en él (en un mundo de hombres, se entiende) y poder verlo a gusto. Como si a una chica no le pudieran gustar los coches (vamos, yo soy hombre y notoriamente entiendo cero de vehículos con motor de explosión) […]
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