4 de Diciembre.- Ayer, involuntariamente, mentí. Dije que en el aeropuerto de Schwechat las nevadas no habían producido ningún desaguisado. Pues no era verdad: cuado fui a recoger a una visita procedente de París, resultó que el caos era morrocotudo (y, por lo que me han contado, y sin llegar al de Madrid, el caos era peor hoy a primera hora).
Sin embargo, mis lectores no podrán reprochárselo a los siempre eficientes servicios austriacos. Sino al general invierno (o al invierno general) que podrán ver este fin de semana a través de las fotos correspondientes. Primera entrega, aquí.
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