8 de Enero.- Hoy el día ha amanecido gris. Lluvia, niebla y frío en Viena. El único refugio que queda es mirar fotos antiguas del verano pasado. Rescatar aquellas que no se publicaron por una razón u otra, recordar la tierna caricia del sol cuando, con el dedo sobre el disparador, perseguíamos la imagen perfecta, el perfil más hermoso, el milagro de la luz sobre la geometría de un rostro.
He aquí unas cuantas de las fotos que he encontrado buceando en mis archivos. La primera, es una chica que miró al objetivo de mi cámara durante el desfile del orgullo gay del 2010.
Este chico estaba en la Wiener Street Parade 2010.
Igual que las poseedoras de estos dos espléndidos pares de piernas.
O este ciclista que desafió al peligro de todos los que le damos a los pedales en esta ciudad: las vias del tranvía que, en cuanto menos te lo esperas, te ponen en peligro de romperte la nariz. O tempora, o mores (y, sobre todo, “O temperaturas”).
Algunas fotos más en Flickr (aquí)
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