
13 de Febrero.- Esta noche se ha celebrado en el antiguo palacio imperial de la capital vienesa el Regenbogenball, evento al que, sorprendentemente, no ha acudido Niki Lauda. Yo, sin embargo, sí que he estado allí pertrechado, como siempre, con una cámara de fotos. Esta vez, sin embargo, no la fiel Canon (que aparte de fiel es grande y pesa un güevo, con perdón) sino una Nikon Coolpix canijilla que tengo para estos casos, con la que he tomado las instantáneas que mis lectores podrán ver si se pasan por el correspondiente album de Flickr. Espero que la falta de megapíxeles quede compensada por la frescura de las imágenes.
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