15 de Agosto.-Viena Directo Servicio Público, dígame?
-Mire usted, es que…Verá: quisiera encontrar trabajo en Austria. Y, la verdad, no sé por dónde empezar, y como usted lleva tanto tiempo viviendo en el país, había pensado que quizá…
-Vale, vale. Se hará lo que se pueda. En primer lugar ¿Qué tal anda usted de alemán?
-Bueno, pichí pichá. Me puedo comunicar.
-Ya es algo. Pero no se me duerma en los laureles. Una de las cosas más importantes para conseguir un trabajo aquí es contar con un nivel de alemán lo más fluido posible. Hablado y, si puede ser, también escrito. Cuanto mejor sea su nivel de alemán, más posibilidades tendrá de encontrar ese curro maravilloso que usted se merece.
-Vale: me pongo a ello ¿Algo más?
-Asegúrese de agenciarse un curriculum vitae en alemán lo más pintiparado posible y no olvide acompañarlo de una carta de presentación. Si el alemán le da para personalizarla para cada oferta, miel sobre hojuelas. Si no, procure que sea lo suficientemente general para que los seleccionadores le miren con simpatía.
-¿Nada más que una carta de presentación?
-Para los nativos, suele bastar. Pero no olvide que es conveniente que usted, al ser extranjero, inspire la máxima fiabilidad posible. Le conviene presentarse como un trabajador solvente y serio. Yo escanearía todos mis títulos y también los anexaría a su solicitud de empleo. Si usted es un ciudadano comunitario y es poseedor de un título universitario, también deberá adjuntar el documento en cuestión con la llamada “Apostilla de La Haya”. Una Sin esta cosa, que no es más que un sello, su título no es válido en Austria.
-Pues vaya.
-No se me eche atrás por tan poca cosa, que es un trámite sencillo. Basta con ir al Ministerio de Educación y ¡Pimba! Ya está.
-Muy bien.
-Tampoco se olvide usted de la Meldezettel o el certificado de empadronamiento. Es la señal de que usted es un residente fijo en Austria y, por lo que al seleccionador respecta, que tiene intención de quedarse de manera indefinida (lo cual inclinará la balanza si alguien piensa en darle a usted trabajo).
-Vale: ya me han llamado y he concertado una entrevista. Estoy nerviosísimo, me muerdo las uñas (de los pies) ¿Tiene algún consejo que darme?
-Ante todo, que sea usted mismo, como en cualquier entrevista de trabajo que hiciera en su país. Después: los austriacos son personas que, por lo general, tiran a conservadores. Así pues, procure que su indumentaria sea lo más correctamente posible y, por lo que pueda pasar, no demasiado “personal”. Si tiene tatuajes, será mejor que los oculte; lo mismo que los piercings o cualquier tipo de agujero corporal que no viniera de fábrica. Para los hombres, suele ser imperativo el traje y la corbata; para ellas, cosas del tipo traje sastre. Los colores a su elección, pero que sean en lo posible, discretos. Por lo demás, relájese y disfrute.
-Muchas gracias, me ha sido usted de gran utilidad.
-Estamos para eso.
-Si se me ocurre alguna otra pregunta le llamo otra vez ¿Le molesta?
-Para nada, encantado de servirle.
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