Hoy, la Máquina del Tiempo de Viena Directo desempolva un post que se publicó originalmente el 26 de Agosto de 2008 (o sea, la última vez que yo busqué trabajo). Desde entonces, en el mundo y en Viena han cambiado muchas cosas, pero creo que, lo que escribí entonces sigue siendo válido.
Al final, he añadido una actualización con una aplicación muy útil de la Arbeiterkammer, que puede servir de guía a aquellos que se postulen a alguna vacante a la hora de negociar su sueldo.
Por último, animo a todos aquellos de mis lectores a que no se corten y, si se les ocurre algo para completar la información de este post –que seguro que se les ocurre- lo dejen en los comentarios. Quizá sus consejos den para una continuación, quién sabe.
¡Espero que os sea útil!
26 de Agosto de 2008- Aprovechando la característica peculiar del Pisuerga , quiero hoy remediar una carencia de este blog que, ante todo, aspira a ser útil: se trata de explicar algunos usos locales austriacos a la hora de buscar trabajo.
En primer lugar, diré que, para cualquiera que los necesite –como yo, en la actualidad- los mejores anuncios de trabajo se encuentran en la prensa. Concretamente, las ofertas más accesibles y variadas se publican cada sábado en el Kurier (www.kurier.at), aunque bastantes suelen estar disponibles diariamente en www.karrierenkurier.at y en www.kronehat.at. Otros medios escritos publican también ofertas. Las del Standard, por ejemplo, son generalmente para trabajadores cualificados –en el caso de ser estos extranjeros, con un nivel de alemán medio-alto-; empiezan generalmente en un nivel de directivo de grado medio.
Una vez examinadas las ofertas y entresacado las que nos prometen honorarios opulentos, un clima laboral más tierno que un episodio de Verano Azul o unas labores que se ajusten como un guante a nuestra formación, llega el momento de responder al anuncio.
En España, a mí me solía bastar con enviar un resumen de mi vida y milagros en forma de Currículum, acompañado, si la cosa era por correo electrónico, de una nota del tipo: “Estimado Sr. : adjunto le remito mi Curriculum Vitae al objeto de que tenga la amabilidad de considerarlo para el puesto XY; atentamente, el mismito que viste y calza”. No era cosa de enviar más porque la experiencia dicta que a) nadie lee esas cosas: todo el mundo va a la chicha; y b) tampoco es cosa de darle información supérflua al enemigo.
Aquí en Austria, sin embargo, no hay que tener miedo de dar la chapa. Es más: el tipo al otro lado del USB está esperando que le demos la paliza con una prolija narración de los incidentes más destacados de nuestro paso por este Valle de Lágrimas. Una narración que, en todo caso, no debería exceder de un folio. La consigna es VÉNDETE BIEN, COLEGUITA y, antes que dudar, hay que pensar que a los otros competidores, hienas sedientas de carroña, cautivos fríos del lado oscuro de la Fuerza, no les va a temblar el pulso a la hora de adornar su biografía o de encarecer el número de sus virtudes.
Por si a alguien le es útil, diré que yo acompaño mi currículum con una carta en la que, ágilmente, expongo la siguiente información:
–Nombre, datos personales y nacionalidad (conviene, por si las moscas, aclarar que uno es español y, por lo tanto, le asisten las ventajas de la Unión).
–Breve biografía profesional.
–Otras prendas (idiomas, cursos, estudios; si se quiere, un breve perfil en el que se reivindique la probidad de uno, su exactísimo estilo de trabajo, su espíritu de equipo y toda aquella característica psicológica que se estime que puede inclinar la balanza de nuestro lado).
Por último, un afectuoso saludo.
El Curriculum o Lebenslauf no se diferencia mucho de los modelos españoles más al uso, aunque tienda menos al esquematismo que el usual en Madrid –aunque esta ciencia curricular es difusa, y las autoridades no se ponen de acuerdo en cual debe ser el CV ideal-; eso sí: en el caso de poseer cualesquiera certificados o referencias, es bueno adjuntarlas (si es por e-mail, escanearlas nunca viene mal) y, en cualquier caso, portarlas en la entrevista de trabajo –caso de que estas primeras diligencias tengan éxito- los austriacos son partidarios de que la confianza es buena pero el control es mucho mejor, así que les gusta, como al apóstol, poder meter el dedo en la marca del lanzazo, por si acaso.
.En fin, esto lo dejo todo escrito, de nuevo, por si alguien le es útil, y aprovechando que el Pisuerga baña las riberas vallisoletanas.
ACTUALIZACIÓN: La Arbeiterkammer pone a disposición del público este link, en el que se pueden introducir los datos necesarios para calcular nuestro sueldo final a partir de una cantidad bruta determinada. Para hacer esta sencilla operación, basta pinchar en este link (http://bruttonetto.akwien.at/)
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