Un domingo en Viena

Nieve y café
Nieve y café (Hawelka), A.V.D.

12 de Febrero.- Como sucede un par de veces al año, los amigos de Castillo de la Sal han abandonado su montañosa residencia para hacer una visita a la capital de Austria. Su presencia ha resultado como siempre muy placentera y muy refrescante. Personalmente, yo he disfrutado muchísimo viéndoles hacer fotos. He reconocido en ellos la misma pasión que yo reconozco en mí: la de tomar cada vez mejores imágenes, la de exprimir al máximo las posibilidades expresivas de las máquinas con las que trabajamos. En definitiva, la de alejarnos de la dictadura de lo que todo el mundo hace.

Y conste que hoy nos hemos sacrificado lo nuestro.

Como las fotos que ilustran este post dejan adivinar, en Viena no sólo había nieve, resto de la que ha caido estos días pasados, sino que el viento del norte barría la ciudad con sus agujas de hielo, el sol convertido en una bola blanca flotando en un helador océano azul, convirtiendo la labor de encuadrar y apretar el disparador en una exposición de lo más desagradable a un fuego frío que taladaraba hasta los huesos.

Flexaret y Heldenplatz
La Flexaret, el fiel Sextino y la Heldenplatz bajo el cielo gélido (A.V.D.)

Ver hacer fotos a T. y M. resulta doblemente fascinante porque, en su carrera por obtener mejores imágenes, se han ido haciendo con el tiempo con un equipo analógico que a mí me resulta alucinante. Da mucha paz verles medir la luz con su fiel fotómetro sixtino, calcular las exposiciones, cargar sus venerables aparatos (alguno de los cuales carga con más de ocho décadas de preciso funcionamiento) con película en color o en blanco y negro. De gusto verles experimentar un placer anticipado, el de recoger del laboratorio las copias reveladas, que los demás hemos ido abandonando en beneficio de la rapidez de la cámara digital.

En resumen, y a pesar de las temperaturas, hemos pasado un domingo la mar de entretenido del que mis lectores irán viendo los resultados a lo largo de esta semana.

De momento, aquí dejo alguna de mis fotos. Quien quiera disfrutar de las de T. y M. puede acercarse por sus blogs. Al de él se llega pinchando aquí, el de ella está al otro lado de este link.

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