13 de Mayo.- No. No me he equivocado. En los países anglosajones y de habla alemana el Día de la Madre (Muttertag en alemán) se celebra el segundo domingo de mayo. Pero ¿De dónde viene esta costumbre?-
Rebuscando, he llegado a una señora estadounidense llamada Anna Marie Jarvis (1864-1948) una pastora metodista que, en 1907, en la iglesia que dirigía en la localidad americana de Grafton, instituyó el domingo después al día del aniversario de la muerte de su madre, un día para recordar los hechos y dichos de esta señora, que debía de ser una persona prominente de la región, porque, en 1908, se institucionalizó que el segundo domingo de mayo fuera utilizado para honrar y celebrar la figura de todas las madres del mundo mundial.
La iniciativa fue un exitazo del que, seguro, se alegraron los comerciantes americanos de la época porque, en fecha tan temprana como 1909, el Día de la Madre ya se celebraba en 45 estados de la Unión. En 1914, una iniciativa del Congreso de los Estados Unidos declaró el Día de la Madre festividad nacional. Mrs. Jarvis, sin embargo, estuvo muy lejos de alegrarse: observó con horror cómo lo que ella había imaginado como una celebración principalmente religiosa se convertía en una cuchipanda comercial. A partir de ese momento, intentó por todos los medios desvincularse del movimiento “díadelamadrista” y que el Congreso eliminara la festividad. Sin éxito, no hace falta decirlo.
A Europa, el día de la madre entra por el norte y se institucionaliza en Inglaterra (1912), luego en Suiza (1917), Suecia y Noruega (1918), en Alemania en 1923 y en Austria en 1924.
En EPS (Este pequeño país) la impulsora de la celebración del día de la madre fue una señora llamada Marianne Hainisch, fundadora del feminismo austriaco. Las razones por las que frau Hainisch instituyó el Día de la Madre probablemente le hubieran producido una molesta urticaria a Mrs. Jarvis, la conservadorísima pastora metodista que tuvo la idea original; pero instituir un Día de la Madre era, sin duda, sumamente congruente con el clima político de la primera república austriaca (la Viena Roja y todo esto).
Curiosamente (o no tanto) cuando cambiaron las tornas, los gobiernos fascistas “se froyaron” ampliamente de la existencia de un Día de la Madre, sólo que, obviamente, estuvieron más cerca de Mrs. Jarvis que de Frau Hainisch. Los seguidores del tipo del bigotillo instituyeron (guárdame unas crías) la figura de la “Gebärfreudige Mutter” o sea, y en plata de la “madre que se froyaba de estar embarazada” porque, para el nazismo (igual que para el franquismo, con sus premios de natalidad) la figura de la mujer se concretaba en una matriz fecunda y poco más.
Naturalmente, mis lectores se preguntarán por qué en los países católicos seguimos un calendario distinto, y yo paso a aclarárselo: primero, por que a la Iglesia le supo a cuerno quemado que la señora Jarvis (al fin y al cabo, una hereje que, según el Papa, estará achicharrándose en las calderas de Pedro Botero) se saliese con la suya y después por vincular el Día de la Madre con “la madre” por antonomasia en la iconografía católica, o sea, la Virgen María. Y como mayo es el mes de la Virgen, pues el domingo inaugural de este mes se convirtió en el Día de la Madre.
Deja una respuesta