La Roja jugará la final del europeo en suelo austriaco

Fútbol
El equipo de fútbol de Marienthal, en los años veinte (A.V.D.)

24 de Junio.- El partido de ayer de la selección española fue, a partir del minuto diecinueve, uno de los más aburridos que yo haya visto. Era clara la superioridad del combinado nacional sobre el frustrado equipo galo. Como el gato juega con el ratón, abusando cruelmente de su superioridad, antes de darle el zarpazo definitivo, así el equipo nacional, conocido como “La Roja” y, por estos pagos, también como “Die selección”, jugó con el francés. De nada sirvió que, allá donde el balón iba impulsado por unos elegantes pies españoles, acudieran como imantados tres o cuatro pinreles gabachos. El resultado es ya historia y España está en la semifinal.

Lo que probablemente no sepan mis lectores es que, si La Roja llega al choque supremo que la vuelva a coronar como campeona continental, el triunfo se desarrollará sobre suelo austriaco. Sí, sí: no me he equivocado. Ya sé que la culminación del campeonato se celebrará en Ucrania pero el tapiz verde sobre el cual evolucionarán los jugadores y harán, previsiblemente, que parezca tan fácil lo que en realidad es tan costoso, será una superficie vejetal fabricada en Austria: concretamente en Parndorf, aunque la administración esté en la localidad de Deutsch Badersdorf, situada en Niederösterreich.

Esto del cesped es un tema que ha traido no pocos quebraderos de cabeza a los españoles. Recordarán mis lectores que, durante el partido contra Italia, que se celebró en Gdansk (en alemán, Danzig) los virtuosos peloteadores españoles se quejaron de que la hierba no estaba como a ellos más les gusta y que, este inconveniente, había resultado un fastidio a la hora de vencer a los altivos jugadores de la península con forma de bota. En Austria, sin embargo, hubo una persona que se alegró de este comentario de los celtíberos. No porque les desee mal alguno, antes al contrario, sino porque venía a darle la razón. Como mis lectores saben, este mundial está organizado entre Ucrania y Polonia. Pues bien: mientras que los ucranianos eligieron el (algo más caro) cesped austriaco (fabricado, lo digo ya, por la empresa Richter-Rasen) los polacos se habían inclinado por un proveedor holandés, que les había salido mejor de precio pero que, a pesar de cumplir con todas las especificaciones de la FIFA (por ejemplo, que la hierba tenga 30 mm de espesor, ni uno más ni uno menos) les había colocado un cesped de una calidad peor.

Esto del cesped no es ninguna tontería. Herr Richter le aclaró al periódico Die Presse –de donde yo extraigo parte de mi información- que lo ideal es un cesped de 28 cm. Por encima de esa longitud, la bola va demasiado lenta (sobre todo si el cesped está demasiado seco, como sucedió en el España-Italia) y por debajo, la hierba no puede realizar la fotosíntesis y se queda raquítica.

Herr Richter explica que el cesped austriaco es tan bueno por la calidad del suelo de la llanura húngara. 300 hectáreas verdes, cuidadas con mimo y segadas cuidadosamente a los 3 centímetros de rigor, son el orgullo del plantador, que tiene una empresa que da de comer a cuarenta personas. El suelo sobre el que se cultiva el cesped se compone a un 98 por ciento de arena de cuarzo y solo un dos por ciento es la imprescindible materia orgánica. La materia prima de los sueños deportivos es transportada a su destino y el cliente paga unos 30 euretes por metro cuadrado. Considerando que un campo de furgol tiene aproximadamte 8000 metros cuadrados, no hace falta coger la calculadora para averiguar que Herr Richter hace un negocio tan redondo como los balones que los españoles, a ritmo de dos por partido como media, cuelan en las porterías contrarias.

Que sigan así.

Comentarios

Una respuesta a «La Roja jugará la final del europeo en suelo austriaco»

  1. Avatar de amelche

    En los años 20 ya se estilaban los pantalones piratas, por lo que veo. 😀

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