Por qué en Viena no hay desahucios

Geometría
A.V.D.

 

La llamada Gran Banca española anunció ayer que paralizará los desahucios “en casos extremos”. Sin embargo, también ha reconocido que la actual situación se debe a una serie de prácticas, que serían imposibles en Austria, que quedan reflejadas en esta historia, rigurosamente real.

13 de Noviembre.- Oficina de CTM (Cajas Trincosas del Mediterráneo). Calle Quevedo. Alcorcón. Madrid, Marzo de 2002.

Sinforoso Pérez Terroba (Foro o Forito, para sus colegas del Dínamo de Alcorcón) empleado bancario, está preocupado.

Su jefe, el director de la sucursal, le ha prometido un premio si alcanza un número de hipotecas, estamos a 24 del mes y le faltan unas cuantas para llegar al tope. Sentado detrás de su escritorio impoluto, Forito (corbata de nudo gordo, reloj Fossil extragrande francamente bakala) junta pensativo las yemas de los dedos en un gesto que ha visto hacer muchas veces a Annibal Smith, el de El Equipo A, su serie favorita de la infancia.

Diez minutos más tarde, tiene sentados frente a él a Amparo G. A. , 32 años, reponedora en Carrefour durante los próximos tres meses; y a su novio, Eduardo A. C., de la misma edad, limpiador, en la nómina de  Cambio El Polvo por El Brillo S.A., con un contrato por obra o servicio determinado  de a 800 euros al mes en doce pagas (la cual obra o servicio consiste el abrillantado de la faraónica fachada de cristal del auditorio que el ayuntamiento esá construyendo en unos terrenos recientemente recalificados). Ingresos conjuntos de la pareja, 1300 euros mensuales.

Amparo y Eduardo, a quienes sus seres queridos, sin que ellos lo sepan, llaman “los lechoncetes”, le han echado el ojo a una vivienda situada en un inmueble cercano a la oficina de Cajas Trincosas del Mediterráneo.

Se trata de un piso de precio tasado, esto es: un piso cuya construcción fue subvencionada por el Gobierno y que sólo puede venderse por un precio que fija el Estado con relación a unos baremos que se publican anualmente. Un precio por metro cuadrado, sobra decirlo, muy por debajo del precio de mercado.

El problema: los actuales propietarios del piso, un matrimonio cincuentón que quiere vender para comprar un chalet con charco (no se le puede llamar piscina) en las afueras de Guadalajara, piden por su piso lo que costaría en el mercado libre (lo cual vienen a ser sesentamil euros más que el precio que fija el Gobierno).

El cocodrilo aplastado
A.V.D.

 

Amparo y Eduardo, los lechoncetes, se han enamorado del piso y ven en él una oportunidad (ven mal, claro).

Han acudido a varios bancos (tres) en los que, tras echar un ojo a sus ingresos y evaluar despiadadamente sus posibilidades de futuro, les han echado atrás la hipoteca no sin antes informarles de que, al ser la vivienda de precio tasado, en el caso de que ellos no pudieran pagar, el banco no podría resarcise de la deuda, porque tendría que vender a pérdidas.

Sinforoso Peréz Terroba, sin embargo, les ha dado esperanzas. Casualmente, en el Dinamo de Alcorcón juega, Artermio Ripalda Triquiñuelez, tasador de la agencia  Vamasa, Valoraciones Marrulleras S.A., el cual tiene una relación profesional estrecha (y sumamente lucrativa) con Cajas Trincosas del Mediterráneo.

Frente a los lechoncetes Sinforoso, adopta un aire profesional cuando afirma:

-Ya he hablado con el tasador y no hay problema. Es más le he convencido de  que  os valore el piso un poquito por encima del dinero que os vamos a dar  y, con el sobrante, pues ya tenéis para amueblarlo y compraros un cochecito ¿Qué os parece?

Eduardo, el lechoncete, no las tiene todas consigo.

-Pero, en el otro banco nos dijeron…

-Qué qué qué. Nada, nada –dice Sinforoso suficiente– lo que querían era que pagárais más. Yo os ofrezco nuestra Hipoteca Esclavitud a cuarenta y cinco años que tiene un interés muy favorable. Además: en los documentos figura el precio legal y luego, el resto, pues se lo dáis en negro a los carcas estos del piso y aquí no ha pasado nada.

-Pero eso, es ilegal ¿No?

-Bueno, una trampilla de nada, Amparo, guapa. La hace todo el mundo. Pero tú piensa en lo mona que te va a quedar la cocina cuando la hagas nueva entera.

-¿Y si nos pillan?

No pillan a nadie, tranquila. Yo llevo haciendo hipotecas en esta sucursal cinco años y aún no he tenido ningún problema.

En los ojos de Amparo y en los de Eduardo brilla algo parecido a la codicia al pensar en una cantidad de dinero que nunca han visto junta.

Sólo una cosita –dice Sinforoso- una formalidad. Vosotros ¿Tenéis a alguien que os avale?

Mi suegra –dice Amparo- ya lo hemos hablado.

-Pero el piso de tu suegra ¿Está pagado ya, verdad?

-Sí, claro.

Días más tarde, se formaliza la compra. Los afortunados nuevos dueños del chalet en Guadalajara salen de la oficina de Cajas Trincosas del Mediterráneo con dos bolsas de papel marrón llenas de billetes de quinientos euros, sin más que haber echado unos inocentes autógrafos en unos recibos que son meros papeles fotocopiados.

Al firmar, delante del notario, Amparo no ha podido evitar dejar escapar un suspiro.

-Cuarenta y cinco años

Sinforoso Pérez Terroba, mientras piensa en el premio que va a recibir de su jefe y en la fiesta subsiguiente que va a dar en la barra americana Lovely´s para celebrarlo, le ha sonreido con aire paternal:

-Mujer, luego las hipotecas duran mucho menos…En un par de años podréis quitaros letras como si nada.

Todos sabemos cómo ha terminado la historia.

(*) Los incidentes de esta historia, cambiados obviamente los nombres de sus protagonistas, son absolutamente reales

(**) Para enterarse de lo que les ha fallado a Los Lechoncetes (y, con ellos, a toda España) léase este artículo de Luis Garicano, publicado hoy en El País.


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4 respuestas a «Por qué en Viena no hay desahucios»

  1. Avatar de Berto
    Berto

    Querido Paquito,

    Me ha gustado el texto si bien no pienso que en España los treintañeros tipo son simplemente menos inteligentes o “listos” que sus homólogos austríacos. En la última década en España se unieron distintos factores económicos y sociales que, unidos a la costumbre española de desear la vivienda habitual en propiedad potenciado por el alto precio de los alquileres, llevaron a gran parte de la generación baby-boom a aceptar una situación tan sencilla como “pasar por el aro” o seguir viviendo con los padres sin poder formar una familia. Y lo dice alguien que siempre estuvo en contra de la compra a esos precios donde la relación valor/precio superaba con creces las ocho veces el salario bruto anual del trabajador medio.

    No señor, en España no somos más catetos que en Austria, simplemente no hemos tenido mucho donde elegir. Aún así y todo, siendo más pobres que nuestros homólogos, me atrevería a decir que en nuestro gran país (vale que yo sea portugués de nacimiento) , con sus gentes y sus culturas, variedad climática, y fiestas del pueblo (por qué no decirlo) la gente es más feliz que una perdiz mientras tenga algo que llevarase a la boca.

    No es más feliz el que más tiene, si no el que menos necesita amigo mío. Saldremos de esta cuando la inteligencia haga uso de la experiencia y nos desagamos de los monolitos que hacen que la juventud española sea presa y esclava de su poder heredado del dinero y privilegio social que éste les proporcionó.

    Quizás cuando esta generación sobradamente preparada suguiente a la nuestra deje de ser tan pusilánime conformándose con trabajar en el Mc Donald’s (donde me consta que contrariamete a lo que se piensa se cobra bien aunque se trabaje a turnos) o emigrando a otros países en busca de una oportunidad “más fácil y atractiva en muchos casos” y encuentre apoyos para realizar sus proyectos, podamos hablar de otra manera sin menospreciar la capacidad intelectual de los ciudadanos de este país.

    Creo que hace falta una nueva revolución y, por ratos, he llegado a pensar que se estaba gestando con tanto movimiento social en los últimos meses.

    Te quiere tu amigo Berto escribiéndote desde su teléfono en la puerta del juzgado para testificar por un puñetazo que un descerebrado propinó a mi flamante y recién pintado coche alemán tras una trifulca de tráfico en un día donde el país está inmerso en una huelga general que ni siquiera estos funcionarios han secundado.

    ¿Cuándo se pondrán todos los españoles de acuerdo con algo y avanzar? España y sus peculiaridades hacen que sea lo que es: buena para unas cosas más allá de pelotazos inmobiliarios y malas para otras cuando ae debe un montón de dinero con el que se consumió propiciando el crecimiento de los países productores europeos…

    “Zooropa, eat to get slimmer”

  2. Avatar de Joaquin
    Joaquin

    Yo conozco una historia parecida, pero ninguno de los lechoncitos tenía trabajos mediocres (ingenieros los dos).
    Pero la equación es la misma. Los lechoncetes fueron igualmente lechoncetes, porque, la experiencia me ha demostrado, que los lechoncetes seguirán siendo lechoncetes. Por muchos títulos universitarios que tengan, no he visto ninguna asignatura llamada cordura.
    Además, no he visto en primera persona a nadie, repito nadie, que en los años de bonanza ahorrase para las vacas flacas (que no se me malinterprete, me gusta muy poco citar cierto libro…). A fundirlo todo!!!! que la vida son dos dias (y el desayuno lo disfruto bien, a pesar de pasar hambre el resto de las comidas).

    De hecho, en mi historia real, conozco tanto a los lechoncetes como a uno de los banqueros (bueno trabajador en banco) que les dijo que su piso de 40 millones de euros no costaba eso sino 30 (y muy “bien visto”). Ah! e incluyeron la PS2 (recién salida), la TFT de 42″ con su resolucion de 720p, la reforma y pasaron los prestamos de sus dos coches. Una pena!
    Por cierto, bebé a las puertas de todo eso.
    Y todavía están reclamando que Papá Estado no les protegiera.

    Esta es una de las historias que conozco a mi alrededor.
    La verdad es que les entiendo (digo esto para no ser impopular ;).
    Aunque para no ser demasiado pesado, quito de la ecuación al gobierno y su deber de evitar la especulación de bienes primarios.

    1. Avatar de Joaquin
      Joaquin

      Perdón, me di cuenta que me expliqué un poco mal con la situación:

      Conozco también al empleado de banco que les dijo que su piso no valia casi ni los 30 y le rechazó la hipoteca. Con lo que se fueron a otro banco a pedirlo y tan tranquilos (aquí es donde hila el final de las dos historias.

      No quiero hacer campañas asi que no diré nombres, pero por cierto que el banco que les negó la hipoteca es uno que actualmente tiene una bajisima reputación, al que obligaron a absorver una caja en ruinas y un par de empresas, a lo que llamaron “fusión”. Y por contra, les dijo que sí uno que tenía por aquel entonces muy mal nombre y un exdirector que salió corriendo con el dinero (y que no ha devuelto).
      Lo que viene a mostrar que quisierion oir el consejo que más les regaló el oido y menoscabando el consejo de un experto (si tienes dos opiniones discordantes, una campanita debería sonar en el cerebro para decirte que deberías buscar una tercera opinión o más, siendo un tema tan delicado).
      La inteligencia tiene una pequeña conexión con la cordura, pero no es suficiente.

  3. Avatar de Jacinto
    Jacinto

    aun recuerdo esa fria madrugada que encapuchados me llevaron ante un director de banco obligandome a firmar una hipoteca para comprar una vivienda, y ahora me la quitan, que injusticia.

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