La semana que viene, en Quatar, empezará la conferencia mundial sobre el cambio climático. Un fenómeno que, si no se remedia, puede tener consecuencias dramáticas para Austria.
24 de Noviembre.- Para los científicos, una cosa está clara: el mundo, tal cual lo conocemos hoy, no existirá dentro de unos pocos años.
El lunes empieza en Dohar,Quatar, la Conferencia Mundial sobre el Clima. Los estudiosos del clima que participan en ella no tiene más remedio que afirmar que, si los gobiernos no deciden cambiar de una manera drásticas algunas cosas (sobre todo las emisiones de gases con efecto invernadero) podemos estar asistiendo al final de una época.
Con los datos en la mano, sería muy verosímil hablar de un aumento en la temperatura global de cuatro grados y medio para el año 2113. Esto signficaría borrar del mapa para siempre nuestro estilo de vida. O, por lo menos, el estilo de vida de Austria tal y como se lo conoce actualmente y, con él, su entramado económico. Baste decir que la última edad de hielo se basó en un descenso igual de la temperatura global. O lo que es lo mismo: cuatro grados y medio bastaron para que los glaciares llegaran hasta Valladolid.
¿Qué significaría un aumento de la temperatura semejante para un país como Austria? Gravísimas consecuencias económicas.
Como poco, un descenso de algo menos de un dieciocho por ciento en el número de turistas invernales. Dos grados de temperatura más sobre la media actual sobre la zona de los Alpes, significaría que muchos de los turistas que acuden a Austria a esquiar no encontrarían nieve suficiente. Por otra parte, los modelos actuales, que tienen una fiabilidad de un noventa por ciento, cuentan con un aumento de temperatura media de 1,5 grados de aquí a 2050. En términos prácticos, esto significaría por ejemplo, un aumento de las precipitaciones pero, como se apresuran a aclarar los científicos, no un aumento de las precipitaciones que conocemos hasta ahora, sino de su violencia.
En este contexto, habría que enmarcar por ejemplo la llamada “inundación del siglo” que ha estado a punto de llevarse por delante un pueblo entero de Carinitia en estos últimos días. Pero hay más: por ejemplo, un aumento progresivo de un grado y medio en la temperatura media significaría que la zona de bosque subiría ciento cincuenta metros sobre el nivel del mar. Esto significaría que Schneeberg o el Rax quedarían prácticamente desnudos hasta sus cumbres. Por no hablar de la zona del Neusiedler See –la zona lacustre más grande de toda la Europa interior y, por lo tanto, de Austria.
Si los gobiernos no se conciencian del peligro que supone estar jugando con el clima, podríamos estar hablando de cambios masivos en el ecosistema, como por ejemplo, la desaparición de las zonas lacustres de Burgenland, con los efectos devastadores que este hecho tendría sobre la vida de muchísimas especies, por no hablar del ecosistema entero.
El mensaje es este: el cambio climático ya ha empezado, pero aún estamos a tiempo para amortiguar sus consecuencias.
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