Tras un debate que ha durado varios meses y que fue impulsado desde la Secretaría de Estado de Integración, al mando de Herr Sebastian Kurz, los partidos que actualmente gobiernan Austria se han puesto de acuerdo para reformar la forma en que se pasa a ser nacional de este país. Hacemos un repaso de cómo están las cosas y de cómo van a ser en el futuro.
4 de Febrero.- La legislación austriaca es particularmente estricta en lo que se refiere a la obtención de la nacionalidad. Algún malitencionado podría decir que, si no eres ruso y no estás podrido de millones, lo tienes difícil. Pero sí que es cierto que en Austria, conseguir un pasaporte que te permita decir que eres paisano de Sissi, es bastante más complicado que en otros lugares.
En la actualidad, salvo aquellas personas que sobresalgan muchísimo en su oficio (deportistas de élite, cantantes de ópera, bailarines de ballet clásico, científicos excepcionales) para obtener la ciudadanía austriaca hay que acreditar una serie de años de residencia en el país (diez), habilidades idiomáticas medias y conocimiento de las instituciones y la historia de EPR –Esta Pequeña República- (las dos últimas cosas, mediante el correspondiente examen).
Ocurre sin embargo que Austria es una economía boyante y próspera y que, a pesar de las medidas que el Estado aplica para aumentar la natalidad, los austriacos no se deciden a hacerle pedidos a la cigüeña. Resultado: hace falta mano de obra (cualificada, a ser posible) y, por lo tanto, extranjeros.
Debido a esto, el otoño pasado, el Secretario de Estado Austriaco de Integración, Herr Sebastian Kurz, puso sobre la mesa el debate de reformar las leyes por las cuales se obtiene actualmente la nacionalidad austriaca manifestando la creencia que se tiene en su negociado de que, unas leyes más favorables incentivarían que los extranjeros (particularmente los procedentes de fuera del ámbito europeo) se integrasen mejor.
Utilizando una encantadora metáfora, Herr Kurz dijo que, en la actualidad “la zanahoria estaba demasiado alta”. Como extranjero, no sé si me gusta que me comparen con un pollino. Pero valga la imagen más que las mil palabras proverbiales.
Tras un complejo debate, del que aún faltan por cerrar algunos flecos, parece ser que la coalición en el poder ya se ha puesto de acuerdo y que pronto se modificará la ley de la forma siguiente:
-¿Quién, según el nuevo modelo, va a poder optar a la nacionalidad a los seis años?
Aquellas personas que hayan trabajado regularmente en Austria, que posean conocimientos de alemán al nivel de la Matura (Maturaniveau) o bien aquellas personas que trabajen aquí desde hace seis años, que tengan un nivel medio de alemán y que puedan acreditar al menos tres años de voluntariado (Bomberos –aquí hay bomberos voluntarios-, Cruz Roja, cuidado de ancianos, etcétera), circunstancia intercambiable por el hecho de trabajar en la rama social o sanitaria (uno de los sectores en donde, en Austria, más se nota la carencia de mano de obra).
En seis años, asimismo, el solicitante de esta modalidad de “nacionalidad exprés” no habrá podido recibir ni subsidio de desempleo ni otra ayuda social del Estado (Mnidestsicherung, por ejemplo).
-¿Hay unos ingresos mínimos?
Parece ser que serán de unos mil euros brutos, aunque baremados dependiendo de las circunstancias del solicitante (soltero/casado, con hijos o sin ellos, etcétera). Los verdes critican que el límite es muy alto, pero lo cierto es que, dado lo estricto de los criterios del párrafo anterior, no creo que haya muchos mirlos blancos que se puedan acoger al procedimiento exprés de obtener la nacionalidad (aunque sin duda, Herr Kurz, opina lo contrario).
-¿Quién obtiene el pasaporte a los diez años?
Quien pueda demostrar que habla alemán y no haya ejercido nunca el voluntariado ni trabaje en el ramo socio-sanitario.
-¿Habrá que seguir haciendo el exámen para obtener la ciudadanía?
Sí, en cualquiera de los dos casos. Aunque se van a modificar las preguntas: menos historia de Austria y más valores.
-¿Qué otros casos se prevén?
Las mujeres que tengan un hijo, pueden acogerse al procedimiento exprés de obtención de la nacionalidad austriaca a los seis años. Los niños habidos fuera del matrimonio (las parejas de hecho españolas) también verán modificada su situación. Antes, para ser austriacos, tenían que tener una madre austriaca. Ahora, si el padre es austriaco también obtendrán la nacionalidad siempre que el hombre reconozca haber puesto la semillita. O sea, los reconozca.
-¿Y los famosos?
Como hasta ahora, obtendrán la nacionalidad siempre que Austria considere que es en interés y bien de la República (es el caso, por ejemplo, de Ana Netrebko, la famosa y pechugona cantante). Esto, se queda como está. Sin embargo, los criterios en los que se base ese “interés para la República” se van a reglamentar más claramente que hasta ahora.
Por cierto, y por si alguno de mis lectores lo ha pensado: Austria no permite la doble nacionalidad. O sea que, en el hipotético caso de que yo me quisiera hacer Austriaco, tendría que superar el procedimiento administrativo correspondiente y dejar de ser español.
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