Christoph Waldner hace equilibros entre dos torres de la catedral de Viena

Viena. Crhistoph Waldner cruza el vacíoImpresionantes imágenes del tirolés Christoph Waldner balanceándose en el vacío entre dos torres de la catedral de Viena.

24 de Mayo.- Como todos los años, hoy se ha celebrado en Viena (vamos, se celebra, mientras escribo este artículo) la larga noche de las Iglesias (Lange Nacht der Kirchen). Durante este evento anual, las confesiones cristianas que tienen representación en Austria abren sus templos (o sea, más de lo normal) y en ellos se celebran todo tipo de actos festivos. Es, principalmente, una labor de relaciones públicas, porque en Austria los creyentes contribuyen (y no poco) al sostenimiento de sus respectivos grupos religiosos.

Este año, mi lamentable estado de salud (tengo una gripe de caballo) no me ha permitido ir por ahí de templos, como hice el año pasado (ver espeluznante post aquí); sin embargo, al salir de trabajar, sí que me he pasado por la Plaza de la Catedral de San Esteban, para ver un evento que se llevaba anunciando varias semanas. El tirolés Christoph Waldner, de 33 años, iba a cruzar el vacío por una cuerda de solo unos poquitos centímetros. A unos sesenta metros del suelo (un disparate de alto) y desde la torre grande de la catedral, la Haidenturm, hasta la torre sur o Südturm.

Contra el viento

En la página web de la especialidad deportiva (está en alemán, si se pincha aquí) se da una breve biografía de Christoph Waldner. Se dice, por ejemplo, que tuvo su primer contacto con las alturas hace aproximadamente diez años y que, desde entonces, se ha especializado en la disciplina reina del funambulismo: el highline. Consiste la cosa en pasearse por alturas de hasta 100 metros. Para hacerlo, es preciso que el atleta esté en óptimo estado de concentración, de equilibrio y de forma, porque cualquier error puede tener serias consecuencias –en este caso Waldner estaba asegurado por un arnés, pero hay gente que lo hace a pelo-.

Hoy ha salido todo muy bien, gracias a Dios y Christoph Waldner ha terminado sano y salvo (el pase de las seis, por lo menos, que es el que yo he visto). La cosa ha estado presentada por el cura párroco de la Catedral de San Esteban, Sr. Toni Faberuna especie de padre Apeles, pero en formal, o sea el típico especímen de cura mundano- y por la presentadora Barbara Stockl (que, según Faber, lo ha hecho de gratis, gran mérito en este mundo materialista).

El sacerdote ha aprovechado la ocasión para introducir su cuña publicitaria (por aquello de a Dios rogando y el acto presentando) y ha indicado que el cruce del vacío de Waldner es una metáfora de lo que es la vida de todas las personas, un delicado equilibrio entre la seguridad y el guantazo en el que un golpe de viento puede inclinar la balanza hacia un lado o hacia otro. Amén.

Christoph Waldner celebra el éxito de su acción en el StephansdomAl final de la fazaña, como es lógico, ha habido vítores, jolgorios y zapatetas y, superada la tensión, Waldner incluso ha hecho mojigangas en la cuerda para los fotógrafos de prensa (y para VD que también ha inmortalizado sus gestos de euforia por haber llevado a buen término su reto).

Mis lectores podrán ver más fotos de este interesante evento, como siempre, si pinchan aquí.

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