¿Quién está detrás de las noticias? ¿Quién elige los tiempos? ¿Quién marca la agenda? Una noticia de la actualidad austriaca nos sirve para responder a estas importantes preguntas.
23 de Agosto.-Yo siempre he creido aunque, lógicamente, no tengo pruebas que, en Madrid, hay varios despachos y que en ellos, bajo llave, hay guardadas carpetas marrones de aspecto inocente y contenido explosivo.
Un tráfico más o menos sórdido
Contienen información que alguien apretado de efectivo, en algún momento, vendió a personas que viven de ser “proveedores” de los grandes medios. Esos “proveedores” decidieron dejar la información “dormir” hasta que llegase el momento oportuno.
Cuando las tiradas decaen o, simplemente, se necesita una noticia de impacto que disimule otra o, aún más simplemente, cuando se quiere hundir a una persona determinada por la razón que sea, alguien hace una llamada.
El “proveedor”, una de esas personas que nunca sale por la tele, acude a un restaurante de lujo y quizá, a pocas mesas del Rey, del director de la Guardia Civil o del presidente de la patronal, despliega su surtido.
Los “proveedores” son hombres de cierta edad, de bronceado impecable. Llevan traje caro, huelen a Egoïste de Chanel o a tabaco de pipa . Hacen ejercicio en los potros de tortura más exclusivos de la capital (de todas las capitales), les rodea un aura fría y, como antiguamente a los verdugos, nadie les quiere de verdad (el miedo inspira respeto nunca cariño).
El “proveedor” sonríe ante su cliente.
¿Qué se te ofrece? ¿Sacar a un actor del armario? ¿Unas fotos en topless? ¿Un lío financiero? ¿Una hija que ha coqueteado con la droga o que se ha tirado al actor de moda entre las jovencitas? ¿Revelamos que el director de la empresa tiene un cáncer terminal? El comprador, dependiendo de su presupuesto y de la fuerza con la que quiera golpear, elige y, al día siguiente, el asunto del que se trate abre las portadas y es pasto de los tertulianos de todo pelaje.
Si alguno de mis lectores se para a pensar en las noticias más impactantes de los últimos meses, encontrará ejemplos de sobra de operaciones semejantes. Siempre con la misma mecánica. Primero, el bombazo y después, con sorprendente rapidez, los detalles. Ella estuvo de cacería en Africa con él mientras la legítima escuchaba con cara de ajo a un violoncellista ruso en el Teatro Real. Muy poco después, cuando la ola de la sorpresa aún no ha pasado, fotos en los que la “amiga especial” aparece a dos pasos del político en las recepciones oficiales. Después, la biografía de ella con todo lujo de detalles. Casorios, descasorios, hijos, operaciones para acolchar los labios o la pechonalidad.
El grupo “secreto”
Por cierto, atención a la foto que ilustra el artículo que es una obra de arte de la mensajería subliminal.
Dos “infiltrados” con perfiles falsos se introdujeron en él y se pasaron meses acumulando información. No solo los “postings” más sabrosos, del tipo “los musulmanes merecererían que los rociaran con gasolina y les prendieran fuego; la gasolina, naturalmente la pago yo” (o sea, el autor de esta aseveración) sino también quiénes eran miembros del grupo. Dichos miembros eran parte del gratin gratiné de la ultraderecha austriaca, entre ellos el hijo bienamado de Strache, aquel en que deposita todas sus complacencias, Johann Gudenus, último vástago de una dinastía de ilustres negacionistas y revisionistas (papá Gudenus estuvo condenado por ello) o el presidente del partido en Burgenland o en Graz. Los participantes más activos en la tertulia no ahorraban en calificativos (y, por qué no decirlo, en gilipollez) y calificaban a los árabes de “comedores de mierda de camello” y se hacían eco de las supuestas costumbres sexuales de los seguidores de Mahoma, los cuales, según ellos, gozan en solazarse con criaturas y con animales.
En fin: no merece la pena seguir porque es todo nauseabundo y sería hacerles publicidad a esta gente.
La trama mediática
Se da la circunstancia sin embargo de que la revista que ha destapado el escándalo es parte del mismo grupo mediático al que pertenece el diario más vendido de Austria, el Kronen Zeitung, cuya dirección se jacta de poner y quitar presidentes en este país.
El Kronen Zeitung habría decidido que una ultraderecha demasiado fuerte sería dañina para el futuro canciller austriaco (todo indica que el actual repetirá en el cargo) y, por ello, han dirigido un ataque a aquellos votantes que intentan castigar a los partidos coaligados (socialista y popular) votando a la ultraderecha, pero que se asustan cada vez que al partido que promulga el amor al prójimo le sale cierto fondo nazi (fondo, por cierto, que aus votantes convencidos parece chuparles un pie).
Por cierto, que Faymann ya tuvo problemas cuando, en 2011, saltó un presunto escándalo en el que también estaba implicada la revista News. Presuntamente, el ahora canciller habría pagado para que News publicara informaciones halagüeñas sobre su gestión.
En cualquier caso, las actividades “secretas” de los dirigentes del FPÖ en Facebook se conocían desde hace meses, pero alguien ha decidido que es ahora el momento oportuno para hacerlas públicas.
La moraleja de este cuento es: si no quieres que nadie se entere, no lo hagas. Y, si lo haces, piensa que alguien se va a enterar y que tú no vas a ser quien decida cuándo se va a saber.
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