Ya han florecido, pasa todos los años por estas fechas. En las floristerías venden unas coronas hechas con ramas de abeto y en ellas hay cuatro velas ¿Qué son? Se llaman Adventskranz (corona de adviento). Cada vela, significa un domingo del adviento (una de ellas, la que corresponde al tercer domingo, es algunas veces morada, por el Freudensonntag).
El Adventskranz representa una especie de cuenta atrás de la llegada de la navidad que tiene mucha tradición en estos países de habla extraña. En la católica Austria, en las protestantes Alemania y Suiza. En realidad, el invento es protestante y no católico. El Adventskranz lo inventó un teólogo alemán Johann Hinrich Wichern a mediados del siglo XIX y, para las circunstancias de la época, debía de ser una ruina. Porque a las cuatro velas que le ponemos actualmente, se unían las correspondientes a los días de la semana normal y había que irlas encendiendo. Un cirio (y nunca mejor dicho).
A partir de principios del siglo XX, los Adventskranz se simplificaron hasta llegar a la forma actual de cuatro velas. Fue a primeros del siglo pasado también cuando los católicos le copiamos la historia a los protestantes. El primer Adventskranz que se puso en una iglesia católica fue en 1925, en Colonia. En 1930, fueron los muniqueses los copiotas. Hasta hoy.
En Austria, la gente compite por ver quién hace el Adventskranz más bonito (los más apreciados, lógicamente, son los hechos en casa) y se valora el dejar volar la fantasía de cada cual en los adornos. Que si bolas, que si renos, que si ciervos, que si acebo…En fin, lo que se te ocurra.
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