19 de Marzo.- En primer lugar, felicidades a todos los Pepes, Josés, Pepitos y a todos los que sean padres (sin que ser felicitado por una cosa excluya la otra). Hoy por la mañana (ayer por la tarde, seguramente) mi amigo Rafa, que vive en Costa Rica, ha tenido una idea genial: escribir una lista con 100 cosas que le hagan feliz (aquí, su lista, que me ha parecido simplemente genial). Me ha gustado tanto la idea y me parece que es tan necesario poner algo de coto al mal rollo que nos invade entre los aviones desaparecidos y las invasiones de penínsulas, que he decidido confeccionar yo la mía. Porque, como dice otro amigo mío, hay que fijarse en las cosas estupendas que hay a nuestro alrededor, que todo no va a ser Pyonyang.
Así que, sin más dilaciones, allá vamos.
- Hacer fotos de gente guapa.
- Hablar idiomas, especialmente, francés. Creo que es una hermosa costumbre que desgraciadamente está cayendo en desuso.
- Conocer gente interesante y que sepa mucho más que yo de algo
- Vivir en Viena y no haberme acostumbrado a que todo sea superbonito todo el rato.
- Los Krautfleckerl , aquí, la receta
- No necesitar hablar para entenderme con las personas que quiero
- Mi sobrina Ainara.
- Ser creativo
- La moda
- Ser incesantemente curioso
- Ser frugal pero, al mismo tiempo, saber apreciar las cosas buenas de la vida.
- Ser suficientemente mayor para que no me dé complejo decir que me gustan cosas que se supone que por mi edad, sexo, nacionalidad o cualquier otro accidente del estilo, no deberían gustarme.
- Prestar la atención justa a las opiniones de los demás
- Releer mis libros favoritos
- Disfrazarme de cosas.
- La Regenta, de Clarín (mi amor por La Regenta podría extenderse por tres o cuatro puntos de esta lista)
- Los mares del Sur, de Vázquez Montalbán
- Los boleros. Especialmente, Soy lo Prohibido cantado por Olga Guillot (para escucharlo, pinchar aquí).
- El “Hitchbook” o la larga entrevista que Francois Truffaut le hizo a Hitchcock
- Hablar con mi madre por teléfono todos los días
- Hablar con mi padre por teléfono todos los días
- Reirme mucho con mi hermano por cualquier tontería
- Lo graciosa que es mi cuñada Mónica (me encanta su sentido del humor)
- Mi familia austriaca toda entera y sin excepciones, especialmente cuando, en medio de alguna reunión multitudinaria de las suyas, me llaman “Paquito”. Es como si me hiciesen cosquillas en el alma.
- Escuchar leer correctamente a niños que, cuando yo lleguéa este país, ni siquiera habían nacido
- Ser cariñoso y amable.
- La limpieza
- El orden
- La colonia de verbena de L´Occitane en Provence. Huele a frescura, a limón y a distinción. Gran trío.
- Una bonita dentadura
- Ser español en Austria y ejercer de ello, como Carmen Maura, por ejemplo, ejerce de española en Francia. A ellos les gusta. A mí, me gusta también.
- Las películas de Almodóvar y, por ende,
- La gente a la que le gustan las películas de Almodóvar y, como yo, se sabe diálogos enteros
- Chus Lampreave. Solo por esta escena es una de esas personas que no se tendrían que morir nunca.
- El aroma de Chanel número 5. Ya sé que se ha convertido en un perfume de señora mayor, pero a mí me recuerda a mi madre cuando yo era niño. Aún hoy, a veces, entro en algún almacén y, en un cartoncito de esos que se usan para probar, pongo un poco de perfume y me lo guardo en el bolsillo.
- Haber trabajado en la tele aunque (desgraciadamente) no durase para siempre
- Tener (aún) una memoria espléndida para todas las informaciones inútiles
- Tener (aún) una capacidad de amnesia prácticamente inagotable para todas las ofensas
- Saberme muchas canciones antiguas (en alemán, también)
- Maria Dolores Pradera
- Rocío Jurado
- Raphael (cantando aquí, en Viena)
- Doña Concha Piquer
- Chavela Vargas
- Carlos Gardel
- Tener la conciencia tranquila cada noche cuando me voy a la cama.
- Penélope Cruz, especialmente en “La niña de tus ojos” y en “Volver”, película en la que, por alguna razón, me recuerda mucho a mi cuñada (ver punto 23).
- Estar leyendo un libro en alemán y, a mitad de la página, parar y decirme “Paco ¿Te das cuenta de lo que has hecho? ¿Te acuerdas de lo impotente que te sentías cuando llegaste?”. Y sonreir.
- Ayudar a la gente que tiene un problema y no necesitar ningún pago a cambio
- El vino blanco con gaseosa
- Escribir un post y que tenga setecientas visitas (o más)
- Cantar mientras limpio mi casa (lo que sea)
- Escribir
- Las historias de mi abuelo el vidente (contadas en directo son muchísimo más divertidas que escritas, aviso).
- Acordarme de mi abuela María
- Llorar en el cine (me gusta mucho y me importa un pimiento que se rían de mí)
- Que haya gente que se ha conocido a través de mí y que, ahora, sean grandes amigos entre ellos y que no me necesiten para nada para serlo (no sé si me explico)
- La música italiana de los sesenta
- Rafaella Carrá como una de las bellas artes
- Todas las óperas de Puccini
- El vermut de las bodegas de Martínez Sierra, en la plaza de Chueca en Madrid (Bebe con moderación, es tu responsabilidad)
- Jugar a periodistas y a hacer programas de radio con mi amigo Pedro. Es un placer inagotable.
- Llevarme de casa mi propia almohada cuando duermo en un hotel
- Hacer deporte
- Ducharme con agua muy caliente después de hacer deporte.
- Comer fruta
- La gente que tiene una visión peculiar de la realidad
- Un culo en condiciones, que rellene bien unos vaqueros (porque, como dice un amigo mío, no todo va a ser Pionyang).
- Despertarme completamente descansado
- Cualquiera de los tres primeros libros de memorias de Jose Luis de Vilallonga
- Recibir noticias de El Cairo, Egipto, y saber que mis amigos están bien.
- Recibir noticias de Lima, Perú y saber que mis amigos son felices.
- Rebuscar en los rastrillos o en las tiendas de segunda mano y encontrar algún tesoro (o algún objeto que a mí me parezca que lo es)
- Las fotos antiguas de gente que no conozco y a la que nunca conoceré
- Los cinco minutos de cada navidad en que se lee el Evangelio al pie del árbol. Siempre se me empañan los ojos
- Enseñar español y ser consciente de haber contagiado a otros el amor que yo le tengo a mi idioma
- Bailar “rismos de astualidá” hasta altas horas de la madrugada
- Estopa
- Ver relación entre cosas entre las que nadie más ve la relación hasta que yo la digo.
- El gazpacho
- Las sardinas preparadas de cualquier manera –lo sé, no es un pescado muy distinguido, pero es que las humildes sardinas me encantan-
- Las migas
- Love is in the air
- La tortilla de patatas
- El acento extremeño
- El acento andaluz, variedad atlántica
- No ser celoso
- Ser generoso
- Documentos Radio Nacional de España, un alivio para tantos momentos de aburrimiento
- Escuchar una canción y acordarme de algien querido junto a quien la he escuchado.
- El sexo placentero y con amor
- Esta la comparto con Rafa: saber la etimología de las palabras. Lo cual me recuerda que también me hace feliz
- Leer los posts del blog de mi amigo Rafa. Es una pena que su trabajo le deje poco tiempo para escribir, porque creo que también me haría muy feliz leer una novela suya. No sé por qué, pero creo que tiene madera.
- Las series de la BBC
- Que el dinero o la clase social de mi interlocutor no marquen ninguna diferencia en mi trato con esa persona. Ni para bien, ni para mal.
- Tener muy poca capacidad de autocompasión y casi ninguna para la queja
- Buscarle a todas las situaciones, por chungas que sean, su lado bueno
- La gente sabia pero modesta y discreta (no abunda y, por lo tanto, es mucho más apreciable).
- Discutir conmigo mismo las cosas que me preocupan y encontrar una solución fácil que no se me hubiera ocurrido de otra forma.
- Haber conseguido encontrar 99 cosas que me hacen feliz. Parece mentira, pero no es nada fácil.
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