¿Qué aspecto tienen los inmigrantes que vienen a vivir a Austria? ¿Cuánto de verdad hay en los prejuicios que se manejan sobre ellos? En este artículo, hablaremos sobre ello.
29 de Julio.- Las capacidades del „celebro“ de los seres humanos son limitadas y, por eso, el órgano más importante de las personas tiende a ahorrar recursos para optimizar sus resultados. Una de las tácticas que el cerebro utiliza para ahorrar recursos es utilizar para sus fines ideas que ya han sido pensadas por otra gente sin pararse a examinar si son verdad o no. Se podría clasificar a las personas por su grado de inteligencia si se pudiera medir el grado en que se dejan llevar por los estereotipos y los prejuicios. Así vistas, ciertas ideologías no son más que la expresión pura y dura de la pereza mental.
Generalmente, en Esta Pequeña República, cuando se habla de inmigrantes, influidos por la ultraderecha (los reyes de la simplificación mental y del prejuicio) se piensa en personas que tienen más o menos este aspecto.
“Sin encambio”, como dijo el clásico, según demuestran las estadísticas, los inmigrantes en Austria tienen, cada vez más, este otro aspecto.
O sea, que son personas a las que, como a usted y como a mí, con la boquita cerrada, nadie les podría decir que vienen del extranjero. Por decirlo en numeritos: el año pasado, el número de inmigrantes procedentes de Turquía aumentó en 1300 personas, el número de inmigrantes húngaros, por ejemplo, aumentó en 8500.
Como todos los años, la Secretaría de Estado de Integración austriaca, a cuyo frente está el Ministro de Exteriores, Sr. Sebastian Kurz, alias “Sebastianico el corto” ha publicado un informe-encuesta en el que se trata de trazar una imagen lo más fiel posible de los inmigrantes que vivimos en este bonito país. He aquí un rápido resumen de algunas de las conclusiones.
Procedencia de los inmigrantes en Austria
En primer lugar: durante el año pasado, la mayoría de los inmigrantes que decidieron establecerse en Austria (un 60%) provenía de la Unión Europea o de Suiza. Principalmente de Hungría, como queda dicho, pero también de Rumanía. Estas personas lo tienen mucho más fácil en lo que se refiere a la libertad de establecimiento y movimientos (los que estamos en la zona Schengen no necesitamos mayores papeleos para esto) pero comparten (compartimos) problemas con los inmigrantes que vienen a Austria desde fuera de la Unión Europea. Por ejemplo, nosotros (y nuestros churumbeles) tenemos que aprender el idioma que se habla aquí. En Viena, como luego veremos, es diferente, pero en los otros bundesländer, cuando un húngaro o un rumano quieren aprender alemán lo llevan clarinete, porque las subvenciones están dirigidas a los que, hasta ahora, el estado creía que eran los que más las necesitaban: esto es, y por simplificar, los turcos.
No es esto un problema solo de Austria, sino de la Unión Europea. Absurdamente, la Unión Europea no permite la utilización de fondos comunitarios para subvencionar el que los inmigrantes intracomunitarios se pongan las pilas por el idioma.
El otro día, hablaba yo también el “techo de cristal” de los inmigrantes. Pues bien: las estadísticas parecen demostrar que existe. De hecho, los inmigrantes intracomunitarios están mucho más en riesgo de pobreza que los austriacos. Por mencionar cifras: un treinta por ciento de los inmigrantes intracomunitarios tienen riesgo de ser pobres, en tanto que los austriacos “pata negra” que están en riesgo de ser pobres son un doce por ciento.
Para terminar diré que, en general, las personas en Austria con “migrationshintegrund” (se considera que tienen “migrationshintergrund” aquellas personas que, o bien no han nacido en Austria o que tienen uno de los padres que no ha nacido en Austria) son un veinte por ciento más o menos de la población (aunque, naturalmente, en Viena son unos pocos más en porcentaje) y una buena noticia: la tasa de los que se sienten integrados en Austria ha aumentado muchísimo desde el año pasado. Más de un sesenta por ciento.
Finalmente, aportaremos otra prueba de que, para ser un político eficaz, no hay nada como manejar los prejuicios ¿A que no saben mis lectores cuál es el número de inmigrantes más numeroso en Austria? Dejo la respuesta a esta pequeña adivinanza en la página de Facebook de Viena Directo, que es esta.
Darle al “me gusta”, hombre, que me hace ilusión.
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