Si buscas trabajo en Austria…

Escéptico…Es mejor que te armes de paciencia. Hoy se han hecho públicas las estadísticas de desempleo en Esta Pequeña -pero salada- República.

2 de Febrero.- Como suele suceder a principios de mes, el Gobierno austriaco ha hecho públicas hoy las estadísticas referentes al mercado de trabajo en Esta Pequeña República y, la verdad, sin ser tan terribles como las españolas (ni mucho menos) la verdad es que dan pocos motivos para marcarse un zapateado.

Casi medio millón de personas buscan trabajo en Austria

En este momento, en Austria hay un total de 472.139 personas. Esto representa casi un seis por ciento más de las personas que había buscando trabajo hace exactamente un año. Si se cuenta a los que, en este momento, están haciendo cursos de capacitación laboral o de reciclaje, la cifra es todavía peor, porque significa que el total de desempleados es casi un diez por ciento más alto que el año anterior por estas fechas.

En el servicio público de empleo austríaco, AMS, hay registrados en la actualidad 23.000 puestos de trabajo que esperan a alguien que los desempeñe. Un número casi ridículo en comparación con las personas que están buscando una ocupación.

¿Quiénes lo tienen peor? (aunque no imposible,que no hay nada en esta vida), pues las personas mayores, aquellos que tienen algún tipo de minusvalía y los migrantes. En esta oleada también ha salido a la luz pública lo que ya sabíamos todos los que hemos estado sin trabajo en los últimos meses (yo, felizmente, he encontrado un trabajo) y es que en el AMS la crisis económica ha terminado con las reservas y que se han quedado sin presupuesto para determinadas alegrías que antes eran normales. Por ejemplo, para dar tantos cursos de capacitación como daban se daban hace seis años, por ejemplo (que fue la última vez que yo estuve buscando trabajo).

Strangers 27/99 (Un señor pequeñito y con sombrero)

El AMS se defiende

En el AMS, la versión oficial es que todo se debe a un cambio de estrategia y que la estrategia es dar menos cursos –en Viena la oferta se ha contraido en un veinte por ciento- pero darlos más largos y mejores. Dicho lo cual, dejo aquí dicho que los cursos de “reactivación” que anteriormente eran obligatorios ya no lo son y que está muy bien que así sea, porque no eran nada eficaces. La estrategia era juntar a gente de orígenes y problemáticas muy diferentes y darles a todos el mismo curso: o sea, el de cómo hacer un currículum y cómo escribir una carta de motivación. Lo mismo a un ingeniero aeronáutico que a un señor que buscaba un trabajo de veinte horas para poder criar a sus niños.

Más rumanos de lo esperado

Este de los cursos no ha sido el único sapo que se han tenido que tragar hoy los portavoces del AMS. También les ha tocado anunciar que las previsiones de entrada de obreros rumanos y búlgaros, después de la apertura del mercado laboral austriaco a trabajadores de estos países, habían errado largamente por abajo. En estos momentos hay unos cuarentamil rumanos trabajando en Austria más veintemil enfermeras que trabajan en régimen de autónomas en casas particulares. El denominador común es que son personas cualificadas que realizan, por lo general, trabajos muy por debajo de la formación que tienen. Alimentan, aunque por supuesto no pueden hacer nada por evitarlo (y no tienen ninguna obligación de hacerlo), uno de los círculos viciosos de la política austriaca: esto es: los búlgaros y los rumanos, que se han unido a los húngaros, compiten por los puestos que solo los austriacos menos cualificados podrían ocupar; como resultado, esta gente se vuelve hacia la ultraderecha populista y xenófoba, que es la única fuerza que dice que la culpa del paro no es de la recesión, sino de los extranjeros. En fin: nada nuevo bajo el sol.

Por lo demás, las perspectivas no son halagüeñas. Lo chungo de la coyuntura económica y la contracción de la economía austriaca debido a sus problemas con la Europa del este y Rusia no hacen que se vislumbre una solución a corto plazo.

Para terminar con una nota algo gris y que no todo sea tan negro, diré que la sorpresa ha sido el sector de la construcción, tradicionalmente uno que en esta época del año está más muerto que vivo. Lo relativamente templado del invierno ha hecho que el paro en esta rama de actividad haya subido un poquito menos que en el resto (un 2.5 %)


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