Eurovisión 2015 en Viena: un estado de la cuestión

!Se acabó la tontería, coñe ya, joé! Hoy, en Viena Directo hacemos un repaso a los preparativos del ESC y no dejamos títere con cabeza (bueno, casi).

9 de Marzo.- Mientras estaba planeando escribir este post, pensaba yo en que uno de los puntos por los que la estima por el Festival de la Canción de Eurovisión ha decaido entre la intelectualidad de este siglo ha sido porque, generalmente, la bondad y los buenos sentimientos son, con perdón, un coñazo que no hay un dios que lo soporte.

Es que ser bueno, señora, es una cosa de lo más poco interesante. Y si no, piense usted. Reflexione. Si le dan a elegir ¿Con quién iría usted? ¿Con el pazguato de Luk Eskaiguolquer, que es un meapilas se mire por donde se mire, o con Darz Veider, que a nada que va a un bar y le ponen el café un poco frío se concentra y estrangula al camarero? ¿Con la gilipuertas de Blancanieves o con la madrastra, que aparte de guapa es lista, tiene un estilazo que te pasas y sabe darse a respetar? Ya mismo iban a convencer los caraduras de los enanos a Maléfica para que les limpiara la casa ¡Anda que no son pelos a quitar de esa bañera! ¡Siete tíos viviendo juntos! ¡Y con esas barbas!

Pues claro, hombre, claro. Si es que si te dan a elegir, no hay color. Y luego, esa cosa con la concordia, y el building bridges y tal y cual ¡Pero sin van todas a pisarle el cuello a la adversaria, hombre! Por eso, hoy, con el permiso de mis lectores vamos a ser un poquito vitriólicos.

Viena se prepara para el ESC

¿Cómo van los preparativos para la cuestión? Pues la ORF ya ha cumplido su amenaza (digoooo, su promesa) y ha empezado con los “pogramas” para elegir a los representantes austriacos en el ESC (abreviatura para inciados: ESC significa Eurovision Song Contest). Ha encerrado a los aspirantes, obtenidos de los grupos de la escena “moelna” vienesa que esperan ocupar un lugar en el sol, en un castillo y en el castillo, además, ha metido a varios productores de supuesta fama internacional (a usted y a mí nos ponen un productor de fama internacional delante y, la verdad, lo más probable es que nos quedemos igual). Los muchachos, sin embargo, como estaban en el ajo de los productores internacionales, no cabían en sí de gozo y, durante su reclusión, y parieron, cada grupo, dos canciones que se encargó de presentarle a la audiencia la sufrida y eficaz Mirjam Weichselbraun en uno de los programas más aburridos que se recuerdan en esta pequeña república que está llena de gente que, frente al televisor, se arma de educación y de paciencia.

Para darle a la cosa un poquito de salsilla (no estaba fácil) pusieron a tres tipos que ponían verdes a los aspirantes (pero poquito) al objeto de mitigar un pelín las dosis de sacarina que rebosaban por el televisor. Entre medias, mucho “song,” mucho “performen” y mucho “coaches” y mucho la madre que trajo al mundo a Güílian Chéspir. Pero de sustancia, nasti. En el fondo, la cosa no tenía nada de gancho a)por la nula cantidad de los productos presentados (salvo una canción(cilla) en francés, que tenía su gracia –hela- y b)porque, en el fondo, a todo el mundo le importa un pijo que, este año, Austria gane Eurovisión. Es más, para las arcas públicas probablemente fuera mejor que el concurso se fuera el año que viene a algún país inhóspito y exoviético de esos con un sátrapa de los que se pasean en chandal inagurando fábricas de fusiles auomáticos y luego, en la mejor tradición putinesca o estalinista, acuden Eurovisión para lavar su imagen.

Yo, francamente, echaba de menos aquello de Woki mit deim Popo, que por lo menos te lo ponías en el gimnasio y te hacía gracia para correr (lo sé, si alguien escuchar mi tracklist de correr se le pondrían los pelos de gallina).

Entretanto, se ha presentado la canción de la cantante que representará a España en Viena el próximo mes de mayo. La canción es de un nórdico avispado al que, según los rumores, TVE le ha pagado un pastizal para que fabrique un éxito. Las musas, en este caso, le han sido esquivas al nórdico, que ha vuelto a componer Euforia, con la esperanza de que cuele. O sea, en la línea de la escuela tecno-choni ibicenca.

La letra de la canción…En fin, digamos que se resiste a cualquier análisis sintáctico, lexicográfico o semántico. Y el vídeo…Ays, el vídeo.

Lo más divertido de este ESC es que vamos a tener la oportunidad de ver (y escuchar) mucho, a la persona más inteligente que se ha presentado a él en muchos años: nuestra Conchita Wurst –somos muy fans en este blog de Conchita-; digo lo de ver porque no solo va a hablar con los concursantes y las concursantas y a preguntarles qué se siente cuando te ven varios cientos de millones de personas, sino que también, en un gag muy para fans (de Eurovisión y de Conchi) las líneas de transporte público vienesas van a anunciar las paradas con la voz que dijo aquello de “We are unstoppable”. Por lo menos una luz entre tanta desgracia.

Historias de amor, ojos que miran con ilusión, pasiones vividas entre un lector argentino y una muchacha austriaca que lo va a traer desde la pampa a Centroeuropa ¿Te quieres enterar de cómo sigue la historia? Pues no dejes de escuchar la apasionante edición de esta semana de Zona de Descarga, el podcast favorito de todos los vieneses.