En estas fechas, Viena se asa de calor. Y uno de los sitios en donde intenta olvidarlo es el Donaukanal.
18 de Julio.- Más concretamente en el Donaukanal. En estas fechas, como corresponde, Viena se asa. Pero además vuelta y vuelta. Uno de los pocos sitios en donde se puede descansar un poco de la canícula es el Donaukanal, que ofrece la oportunidad de refrescarse y de ver y, naturalmente, de ser visto.
La modernidad vienesa, como antaño sus tatarabuelos hacían por la Ringstrasse, se pasea por la vera del Donaukanal buscando huir un poco del cemento ardiente.
Para el fotógrafo es otra ocasión de cosechar imágenes de personas bañadas por esa luz de la que hablaba cuando enseñé algunas de als fotos que había hecho en la Donauinselfest. Es una luz preciosa, magnífica, inevitable, pero que también causa un poco de melancolía, porque solo dura unos meses al año. Estos del verano. Luego, cuando los días empiezan a acortarse, nos deja con la añoranza.
Ayer estaba la ribera del canal de bote en bote y era un festín para la cámara. Dejo aquí algunas de las fotos que hice mientras estuve sentado en el Tel Aviv Beach tomándome una cervecilla. El bloguero también es sensible al calor. Como el que más.
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