100000 austriacos se han manifestado hoy a favor de una política de asilo más justa y decente. Viena Directo ha estado allí.
3 de octubre.- Antes de empezar con lo de hoy, pido perdón a mis lectores porque Viena Directo faltó a nuestra cita diaria ayer. Estuve, como quizá cuente, en una fiesta divertidísima que se prolongó hasta altas horas de la madrugada y, como uno empieza a ser ya un caballero de una cierta edad, pues la verdad, cuando volví a casa no me quedaron fuerzas para ponerme delante del ordenador.
Para compensar, hoy Viena Directo viene cargadito.
Lo cierto es que hoy ha sido uno de esos días en los que la regla un día un tema se queda bastante corta. Viena ha sido hoy un hervidero de acontecimientos de muy diferente tipo. Yo me he inclinado por el más aparatoso y, a mi juicio, el más significativo.
A la una de la tarde ha empezado una manifestación a favor de los refugiados a la que sus organizadores esperaban una asistencia de cincuentamil personas, al final han sido cienmil. Una auténtica marea humana se ha manifestado a favor de la tolerancia, a favor de una política de asilo más humana y, en una palabra, más decente.
También se han manifestado en contra de Strache, por supuesto, y del FPÖ, como representante de esa marea (digámoslo de una vez) rancia que invoca el miedo, la xenofobia y, por qué no, un racismo que, a juzgar por la propaganda electoral que nos ha llegado a los vieneses a nuestros buzones es todo menos sutil. La manifestación de hoy ha tenido también algo de desesperado deseo de autoafirmación de una izquierda que no cree sinceramente que el día 11 vaya a quedar por encima de la ultraderecha y quizá, en cierto modo, esta haya sido la primera manifestación que el alcalde Strache -si es que llega a serlo- habrá tenido que sufrir.
El desfile ha sido festivo y lleno de color -como suele suceder en estos casos- y había mucha gente joven, y muchos niños y muchas personas que, resultaba obvio, por su procedencia y nacionalidad no podrán votar a Strache ni dejarle de votar, porque los ciudadanos no austriacos solo podemos, en el mejor de los casos, votar a los representantes del distrito.
Después de la manifestación (en realidad se ha superpuesto a ella, dada la nutrida asistencia de público) ha habido un concierto que se ha prolongado hasta hace poco. Bajo el título „Voices for the refugees“ cantantes de fama internacional en orden creciente de popularidad como Zucchero y Conchita Wurst (hasta llegar al plato fuerte, los Toten Hosen) han cantado para concienciar a un público ya de por sí concienciado y hacer visible, en cualquier caso, que en Austria también hay otras opiniones (a Dios gracias) y a los refugiados, en el caso improbable de que se enteren de algo, hacerles el trago de asentarse en Austria un poco más ligero.
De todas estas cosas, a lo largo de este texto, habrán podido ver mis lectores parte de las fotos que he hecho hoy.
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