Brigitte Hamann ha muerto (la pobre)

rudolfHoy nos ha dejado una figura fundamental de la historiografía centroeuropea, la alemana (aunque nacionalizada austriaca) Brigitte Hamann.

5 de Octubre.- Mi madre y yo hablamos por teléfono todos los días (lo cual es una costumbre que a los austriacos les maravilla, porque no se explican qué nos podemos decir; pero el caso es que hablamos mucho rato y siempre se nos quedan cosas en el tintero). En fin: una de las cosas que, más tarde o más temprano salen en nuestras conversaciones (ya lo he dicho muchas veces) es el tema de los obituarios:

-¿Sabes quién se ha muerto?

-Pues no sé.

-Fulana –sin ánimo de ofender, naturalmente.

-¿Y esa, quién era, la pobre?

-Pues ¿Te acuerdas del vecino ese de tu abuela, el que hacía las cajas de los muertos? –juro que esta conversación es verídica-.

-No, no me acuerdo –pero a mi madre, como a todas las madres, le chupa un pie. Y contesta:

-Pues la mujer.

-Vaya por Dios ¿Y qué edad tenía?

Pues era joven, la pobre. Tenía ochenta años.

La verdad es que ya no reparamos en esto, pero yo me acuerdo que, cuando yo era chico, tener ochenta años o llegar a los ochenta era ya una edad matusalénica, y ahora, ya ves: ochenta y eres un jovencito. Los ochenta son los nuevos treinta.

Precisamente he pensado esto al leer que se ha muerto una persona supermaja, ejemplo y espejo para todos los que escribimos sobre Austria: la historiadora alemana Brigitte Hamann, que era jovencica, la pobre: solo tenía 77 años cuando ha fallecido hoy martes.

Brigitte Hamann era alemana, pero vivía en Austria desde sus tiempos universitarios (o sea, desde los años sesenta del siglo pasado) y era una historiadora que logró lo que quizá pocos han logrado (quizá Georges Duby, en Francia) y es que sus libros no solo son apreciados por los doctos sino que, además, están tan bien escritos, son tan agradables de leer, y trasmina de ellos una humanidad tal, que el público en general, el no especializado, los lee también con gusto.

Como historiadora, Hamann lo tenía todo, era precisa, rigurosa, sus libros están basados en un meticuloso trabajo de archivo y siempre abordaba temas de interés. En algunos terrenos, incluso abrió camino a investigadores que han venido más tarde. Su primer éxito editorial se produjo en los setenta, con la biografía que publicó del príncipe Rodolfo (Rudolf), el hijo de Sisí y de Sosó, que, ya lo saben mis lectores, se pegó un tiro no se sabe si por la sífilis, por sus amores contrariados con una muchacha jovencita (esta sí) que se llamaba Mary Vetsera o porque no se entendía con el pesado de su padre el cual, entre los confesonarios, la resistencia a cualquier progreso aunque fuera mínimo (no llegó a usar coche o cuarto de baño) y el estar enamorado de la loca de la emperatriz (que unía la drogadicción a la anorexia y otros desperfectos mentales), debía de ser un señor bastante difícil de aguantar.

Más tarde, también escribió una biografía de Bertha von Suttner, la primera galardonada con el premion Nobel de la Paz (lo ganó en 1914 por su obra “Abajo las armas!” en vísperas de que estallase la primera guerra mundial; frau von Suttner donde ponía el Auge ponía la Kugel, la mujer). Abordó Brigite Hamann también la figura de Hitler, a través de una monumental obra que se ocupaba de los años (oscurísimos) que el futuro dictador pasó en la capital del imperio austro-húngaro y que, según su propia confesión (de Hitler, no de Hamann), fueron fundamentales para entender su vesania posterior.

Brigitte Hamann, se acercó a estas figuras históricas manteniendo siempre la distancia imprescindible de quien quiere entender lo que está contando y transmitirlo. Su prosa es informativa y huye de toda pedantería y su naturalidad, las proporciones oceánicas de su cultura y su elegancia natural le valieron ser reconocida, ya digo, en todos los ámbitos del ámbito de habla alemana.

Quedan sus libros, siempre es un placer leerlos. Y, naturalmente, se los recomiendo a mis lectores, los cuales espero que los disfruten como yo los he disfrutado.


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Comentarios

Una respuesta a «Brigitte Hamann ha muerto (la pobre)»

  1. Avatar de Isabelmarialopezsoler@hotmai
    Isabelmarialopezsoler@hotmai

    Es verdad que se nos queda muchas cosas en el tintero jaja un beso

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