El Gobierno está pensando en cambiar la ley de armas austriaca ¿Y usted qué piensa de ese cambio, dígame?
11 de Octubre.- Como quizá sepa alguno de mis lectores, vengo, por rama materna, de una familia de Guardias Civiles (para mis lectores de fuera de España o no nacidos en ella, los guardias civiles son un cuerpo armado, sujeto a la disciplina militar el cual desempeña una amplia variedad de cometidos que van desde la persecución de delitos tributarios hasta la vigilancia del tráfico; actualmente, la Guardia Civil es una de las instituciones públicas más valoradas por los españoles).
Mi abuelo, que ya murió, fue el que inauguró la presencia de la familia en la institución fundada por el Duque de Ahumada, y varios miembros más del clan (políticos, también) siguen perteneciendo al cuerpo, en donde trabajan todos los días sirviendo a la sociedad de diferentes formas.
Mi abuelo Paco, como cae por su peso, tenía un arma (aunque no la usaba para nada en su labor profesional, porque era, dentro de la Guardia Civil, corrector de imprenta, de donde me viene a mí, por ejemplo, mi afición a los libros); otros miembros de la familia también tienen las suyas. Lo sé, pero la verdad, no creo recordar haber visto las armas reglamentarias de mis familiares (mi padre trabajó durante mucho tiempo como técnico y, como es natural, tampoco iba enseñándole a la gente los trastos que utilizaba para arreglar los aparatos que arreglaba).
De cualquier manera, desde que yo puedo recordar, estuvieron las armas en mi familia rodeadas de un halo cuasi supersticioso y ni se mencionaba que existían delante de los niños y, por supuesto, se las mantenía alejadas de cualquier situación de la vida, como si fueran demonios dormidos que tuviéramos enjaulados y, de alguna forma, se sospechara que pudieran despertarse (para mal) en cualquier ocasión. De manera que todos aprendimos a tener un miedo de las pistolas en mi opinión completamente sano, y casi a sentir gran rechazo por ellas (yo, francamente, veo una y se me pone mal cuerpo). Y, por supuesto, a sospechar (completamente con razón) de la salud mental de cualquier ser humano que mostrara excesiva querencia por las pistolitas. De resultas de lo cual ni mi hermano ni yo, por ejemplo, hicimos el servicio militar y dedicamos meses de nuestras vidas a tareas muchísimo más útiles.
Creo que más que otros europeos, a los españoles (normales) no nos entra en la cabeza para qué puede querer nadie, en su vida diaria, tener un arma en casa o llevarla por la calle. Si eres rey y tienes una edad, hombre, vale, igual se te puede ocurrir que para matar proboscidios y así impresionar a cualquier novieta de alta cuna y de baja cama, pero dejando aparte esto, francamente, pa qué.
Los españoles de mi generación hemos sido –afortunadamente- educados en una cultura pacifista y de tolerancia (quizá para contrarrestar un poco el azote del terrorismo etarra que asoló el país y provocó tanto sufrimiento hasta principios de este siglo) y asociamos las balas y los cañones a Charlton Heston cuando ya estaba gagá el pobre o a las locas estas americanas que se meten en cualquier lugar público a cepillarse cristianos. Y por supuesto, nos parece, y debe de ser verdad, que el hecho de poder comprar una pistola como quien compra un frigorífico, aumenta las probabilidades de que la gente la use (porque nadie se compra tampoco un frigorífico para tenerlo empaquetado y sin utilizar).
Recordaba todas estas cosas porque el Gobierno de EPR está negociando para cambiar la ley de armas y que los policías puedan llevarse la suya a casa después de trabajar, como si fuera el Tupper en donde su santa les echa el bocata de filetes de lomo y pimientos con el que entretienen el hambre a media mañana.
Parece ser que ha habido peticiones al respecto y se conoce que los peticionarios deben de pensar que la ley actual es demasiado restrictiva.
A cualquier persona (normal) lo primero que se le ocurre al leer esto es ¿Para qué quiere tener nadie una pistola en su casa? ¿En Austria? ¿En serio? ¿Qué incidencia puede tener en el número de heridos o difuntos por arma de fuego que haya muchas más armas circulando por ahí en situaciones imprevisibles de la vida? Por ejemplo, un pobre que está fatal de la cabeza (policía) utilizó esta semana pasada su arma reglamentaria para despachar a su novia embarazada y a un crío de un año que tenían ya en común ¿Cuántos casos más de estos tendremos que ver?
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