¿Viena?¿Y por qué no?

antiEl llamado „Bréxodus“ puede tener unas consecuencias estupendas para Viena, una ciudad con mucho que ofrecer

13 de Octubre.- Hace unos meses, cuando una mayoría suficiente de los británicos decidió que la Unión Europea podía „olvidarles y pegar la vuelta“ fueron no pocos -particularmente esos que se llaman „euroescépticos“- los que empezaron a dar palmas con las orejas y a vaticinar que el „Brexit“ sería la primera de las fichas de un dominó (siniestro) que llevaría a los pueblos europeos a la independencia de ese Moloc que llaman Bruselas y tralará lará lará (lará).

Hoy, esas euforias están más calmadas.

Y no solo porque los que llevaron a Gran Bretaña al Brexit se han revelado como unos impresentables (el otro día, se liaron dos de los más prominentes a guantazos en el Parlamento Europeo) sino porque ya empiezan a verse las consecuencias de la salida del Reino Unido de la Unión (y eso que ni siquiera acabamos de empezar). Como por ejemplo, la pérdida de valor de la libra esterlina frente al Euro y el Dólar.

Yo, personalmente, comparo la cuestión como cuando nuestros muy católicos monarcas (españoles), católicos, pero bastante estrechos de entrecejo, tuvieron la luminosa idea de expulsar a los judíos. A ver, almas de cántaro, tienes a una población ignorante, analfabeta y cuyo único pasatiempo es ir a las procesiones y ver corridas de Toros (eso, en algunas partes, cambiando las procesiones por Hombres, Mujeres y Viceversa, no ha cambiado demasiado), hay unos tipos que estudian, que leen, que investigan, que te llevan las cuentas y que te mantienen, aunque sea a trancas y barrancas, la máquina económica medianamente engrasada y tú, vas, y les echas ¿No es dislate?

Es un poco como cuando la gente quiere curar el cáncer en el Facebook a base de darle likes y escribir Amén en los comentarios. Rebela una fe encomiable, pero unas luces más bien cortas.

En fin.

A los británicos, probablemente, termine pasándoles lo mismo. Los inmigrantes, aquí como allí, no solo hacemos lo que los trabajadores autóctonos no quieren, sino que también traemos conocimientos que los autóctonos no tienen y que necesitan para seguir funcionando. Sin los trabajadores cualificados comunitarios, el Reino Unido será más británico que nunca, pero sin duda, más pobre (ya se está viendo). Sentémonos y veremos.

El abandono del Reino Unido de la llamada Casa Común también va a suponer gordísimos problemas burocráticos para muchas empresas, y no solo por el tema de las aduanas y los aranceles; al abandono que se supone gravoso y masivo, de empresas comunitarias del territorio inglés ya se le ha bautizado como „Bréxodus“.

Una de las primeras grandes empresas que ha hecho pública su intención de abandonar la City londinense es el segundo banco ruso, el cual está buscando un lugar intracomunitario en el que establecerse. Las candidatas mejor posicionadas son Frankfurt y París, pero hay muchas voces que dicen que para este banco, lo mismo que para otras empresas en la misma situación de hacer las bags y decirle a Londres que te den dos libras (esterlinas) Viena sería una opción muy apetitosa.

¿Por qué? En primer lugar por situación geográfica. Viena está en el mismo corazón de Europa, en un nodo de comunicaciones que une el norte con el sur y el este con el oeste.

En segundo lugar, porque esta bonita ciudad es, ya se sabe, la que más calidad de vida tiene para los expatriados y, naturalmente, los trabajadores de estas grandes empresas son personas de talento a las que las entidades captan en sus lugares de nacimiento. Por lo demás, Viena resulta una ciudad apetitosa porque tiene el ambiente cosmopolita de Londres (muchísimas instituciones internacionales tienen aquí su sede, entre ellas el rosario de agencias que forman la familia de las Naciones Unidas) y además es un lugar abierto, discreto y tolerante (ya lo saben los espías que, durante décadas, han elegido la ciudad para pasar su jubilación).

Por último, una razón mucho más sutil: Viena no está ni en Francia ni en Alemania. La Unión Europea, por lo menos tal y como está construida hasta ahora, está basada en una tensión, apenas disimulada, que se mueve a lo largo del eje París-Berlín.

Las grandes empresas, asentadas en Viena, especialmente los bancos, evitarían injerencias de los dos países que más parten el bacalao de una Europa sin Londres, como por ejemplo, el Banco Central Europeo.

¿Lo veremos? Pues a ver si es verdad, hombre.


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Comentarios

2 respuestas a «¿Viena?¿Y por qué no?»

  1. Avatar de victoria
    victoria

    Evidentemente lo que han hecho los británicos no tiene, a estas alturas de la película, ni pies ni cabeza, con ese bombero incendiario llamado Boris Johnson a la cabeza, al que además no han tenido otra ocurrencia que nombrarle Ministro de Asuntos Exteriores. Quizá Gran Bretaña se ha pensado que está todavía en el siglo XIX, que es la reina de los mares y que domina un amplio Imperio colonial repartido en varios continentes. Sin embargo hace mucho que inició su declive y aunque es un país muy potente económicamente no puede subsistir, o no de la misma forma, independizada de Europa. ¿Qué harán los londinenses y los ingleses si se marchan la mayoría de los banqueros de la City? ¿De verdad lo han pensado fríamente? Y, efectivamente, Viena está en el centro de Europa, y podría reivindicar perfectamente su papel de capital en la que confluyen el este y el oeste. Quien sabe, quizá vuelva a ser, como hace siglos, la capital de Europa …

  2. Avatar de Bad Vöslauer
    Bad Vöslauer

    En el mar desde luego que siguen mandando, el acervo popular dice que si lleva trapo rojo a popa(británico), puede hacer o que le de la gana, el texto en inglés prevalece sobre cualquier otro en materia de derecho marítimo en su interpretación. Y qué decir con el sistema de medición, es hora de decir claramente que midan como lo hacemos los demás.

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