Land der Hämmer, zukunftsreich!

genteLand der Hämmer, zukunftsreich! Heimat großer Töchter und Söhne. O sea, que hoy hablaremos de martillos, de futuro y de hijos e hijas de esta tierra

24 de Octubre.- Quizá por asociación de ideas, después de mencionar las fertilidad de los suelos austriacos, a la señora von Preradovic le vino a la cabeza la Industria de su país, con sus fundiciones por ejemplo.

La demolición de la fábrica

Estos son los “martillos” de los que habla el tercer verso del himno. Como en el caso de la agricultura, la cosa ha cambiado bastante desde los años cincuenta del siglo pasado y la imagen de la poeta, que evoca relieves art decó de señores mazas con mono y gorra , sudorosos y golpeando yunques de forma incansable, ha cambiado bastante. La economía austriaca se orienta actualmente hacia el sector servicios y, aunque en lo de la innovación todavía le queda bastante trecho por recorrer, lo cierto es que, en gran parte, si Austria se ha salvado bastante de la Gran Recesión de 2008 ha sido, primero, porque el sistema bancario austriaco y el Estado en general, se encontraban económicamente bastante saneados y, después, naturalmente, porque una parte de la economía austriaca está enfocada a los productos y servicios novedosos y, por lo tanto, con mucho valor añadido.

La ética del trabajoNo hay que olvidar tampoco que las leyes laborales austriacas son muy favorables y que (aún) es uno de los lugares europeos en donde los trabajadores contamos con más derechos, y si no, que se lo digan a las mujeres embarazadas (comparen, comparen con España). Punto a favor también.

En cualquier caso y como deja bien a las claras el resurgimiento de la ultraderecha, Austria no es inmune al problema al que se enfrenta el mundo occidental en general. Esto es:la desaparición, en tiempo récord, de lo que podríamos llamar “clases medias intelectuales” o sea, el aumento de personas que no pueden o no saben incorporarse a la nueva realidad que ha surgido en los últimos diez años, para orientarse por la cual es necesario contar con una serie de destrezas tecnológicas y una flexibilidad para aceptar que vivimos en una realidad cada vez más móvil y que los conceptos de “nacionalidad”, “identidad”, “trabajo o profesión fijos”, “titulación” o “pertenencia” son ya cosa del siglo XX y no van a volver a ser nunca, pero nunca nunca nunca nunca más lo que fueron.

Arquitectura modernaEl siguiente verso del himno, la poeta alude a que Austria es un país cargado de futuro. En el momento en el que se escribió el himno nacional austriaco, aludir al futuro de Austria como país era un poco wishful thinking. O sea, que no estaba nada claro que Austria fuera a tener el futuro benigno y próspero que ha tenido. En las fronteras del bloque comunista, a tiro de piedra del nacionalismo soviético, con una economía que la guerra había dejado de aquella manera, no es que nadie diera un duro por la entonces balbuciente república, pero lo cierto es que ochenta años después el panorama se presenta con desafíos pero razonablemente risueño (sobre todo si uno mira alrededor, virgencita que nos quedemos como estamos).

SonrisaNaturalmente, si dejamos aparte el tema del futuro, el meollo de la primera estrofa del himno son los hijos y las hijas grandes de las que Austria es madre (“metaflóricamente” hablando, por supuesto) y no es que aquí los bebés se críen especialmente hermosos, pero Austria puede sentirse orgullosa de la nómina de personajes sobresalientes que le ha dado al mundo. En todos los terrenos. Las artes, particularmente la música (qué bien se les da la música, a los jodíos), la ciencia, el deporte, la política, la “intelestualidá”.

ViolinistaEn fin: pero lo que más nos gusta a los que vivimos aquí es lo majos que son los austriacos (fuera naturalmente de nuestros santos y santas a los que el ser majos, como el valor en la mili, “se les supone”). Porque en esta tierra hay mucho capital humano, mucha gente que ayuda a la gente, como se demostró (y se demuestra) con la catarata de solidaridad que se derramó por el país cuando empezaron a llegar los refugiados de Oriente Medio. Como ciudadano (en el sentido más etimológico del término) que soy de Austria, me siento orgulloso de toda la gente maja y simpática que conozco en este país, y generosa y desinteresada, y tolerante, y risueña, y chistosa, y guapa (porque mira que hay gente guapa aquí). Mi amor por esta tierra que me acoge, para la que trabajo, en la que quiero y me siento querido, se renueva cada día al comprobar que, efectivamente, y como dice el himno, Austria es la madre de hijos e hijas que son, efectivamente, y como decía Rocío Jurado, lo más grande. Va por vosotros, Österreicher y Österreicherinnen!


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Comentarios

Una respuesta a «Land der Hämmer, zukunftsreich!»

  1. Avatar de Sandra
    Sandra

    ¡Paco!,¡va por tí!,por todos los hombres y mujeres que se sienten ciudadanos del mundo y aprecian lo bueno del lugar donde viven.Austria es un buen país,yo me siento muy a gusto en Tirol.I mog di Tirol 😉

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