Los austriacos tienen nuevo parlamento ¿Cuáles son las curiosidades de este grupo de gente que decidirá los destinos del país? Yo te las cuento.
9 de Noviembre.- Desde hoy, Austria tiene oficialmente un nuevo parlamento. Los nuevos diputados se reunirán, de momento, en el salón de baile del antiguo palacio imperial, habilitado al efecto ya que, como es sabido, la casa junto al Ring está siendo restaurada al objeto de no tener que lamentar desgracias personales.
El nuevo grupo de diputados tiene, como pasa en todos los grupos de personas multitud de curiosidades, que los medios de comunicación locales se han encargado de desgranar con todo lujo de detalles.
Para empezar, el reparto de los sexos. A pesar de que, en la población en general, hay una ligera ventaja para las mujeres, la política austriaca, como decía el eslogan de aquel brandy sigue siendo „Cosa de Hombres“. Un setenta por ciento de sus señorías irán al baño de chicos, mientras que el treinta restante (sobre poco más o menos) utilizarán el de señoras.
Los que más cerca de la paridad están son los diputados del Partido Socialista (46% de diputadas) y los que menos (¿Quién lo hubiera esperado?) los derechers, que tienen solo un veintidós por ciento de señoras en sus filas.
En los nombres (sí: alguien también se ha preocupado de hacer la estadística) predominan también los de los varones. El nombre más frecuente entre los diputados austriacos es Christian (ocho), luego Peter y Wolfgang (siete respectivamente). En cuanto a las señoras, el nombre que más se repite es Petra. Cuatro.
A pesar de que en Austria vivimos un millón de personas que no somos del país (y muchas más aún cuyos padres no nacieron aquí) las personas que pertenecemos a esa categoría y que pagamos los impuestos en este bonito país estamos muy infrarrepresentados. De los 183 diputados que se encargarán de legislar para nosotros, solo seis podrían ser valorados como personas con Migrationshintergrund. Una pena, lo sé.
Sobre todo considerando que hay una categoría que, en la población austriaca representa el 0,05% del total de los austriacos pero un diez por ciento del Parlamento y son los Burschenschafter, o sea los miembros de organizaciones ultraderechistas de ámbito académico. Representan casi el cuarenta por ciento del grupo parlamentario del FPÖ. Si hicieran piña y decidieran crear un grupo parlamentario propio, serían más fuertes, por ejemplo, que los Neos.
La diputada más joven del arco parlamentario, en sintonía con un Gobierno que tendrá a su cabeza al canciller más mozo de la Historia de Austria tiene 22 años, se llama Claudia Plakolm y es del Partido Popular Austriaco (por cierto que ha ido vestida de dirndl o traje tradicional austriaco para estrenarse en su nuevo cometido).
La decana es Irmgard Griss, por los Neos. La señora Griss tiene 71 años. En cuanto a Edad, casi la mitad de los diputados austriacos anda en la cincuentena o por ahí (nacidos en la década de 1960, o sea que son Babyboomers.
En los oficios, predominan sobre todo los políticos de oficio (o sea, los que vienen de la administración del Estado), pero también hay cuatro policías y nueve agricultores. La mayoría simple de los diputados austriacos tiene un título universitario (o sea, un cincuenta y uno por ciento), en tanto que, según datos de la OCDE, en la población austriaca son solo un 15% aquellos que han pasado por un alma mater.
La primera sesión del nuevo parlamento ha sido hoy y durante ella los nuevos diputados han jurado sus cargos (¿La estaría viendo Peter Pilz desde casa por la tele?) y han intervenido los portavoces de los diferentes grupos parlamentarios. Una novedad: hasta la fecha los derechers siempre habían acudido a estas ocasiones con una flor de aciano prendida en el ojal. Dicha seña botánica siempre era motivo de polémica porque el aciano era el código que utilizaban los nazis ilegales en el periodo de entreguerras para reconocerse los unos a otros.
Esta vez, los nuevos parlamentarios han optado por adornarse con flores de Edelweiss. Por cierto, cuando Christian Kern ha recordado en su discurso la noche de los cristales rotos, cuyo aniversario se conmemora hoy, toda la cámara ha aplaudido recordando a las víctimas y lamentando este hecho execrable ¿Toda? No. Los espectadores de la ORF han podido ver claramente a un grupo de diputados que no aplaudían.
Todos llevaban flores de Edelweiss en la solapa.
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