Viajando en el tiempo por Viena

¿Dónde estaba yo ayer que no escribí? La respuesta es fácil: viajé hacia atrás en el tiempo. Y la buena noticia: usted puede hacerlo también.

25 de Marzo.- Mis lectores quizá se preguntarán qué estaba haciendo yo ayer por la tarde, que no escribí, como suelo, el articulillo diario de Viena Directo.

Pues se lo voy a contar ahora mismo, que tiene su miga.

Ayer, como no tenía otra cosa que hacer, me fui de viaje hacia atrás en el tiempo. Y fue muy entretenido.

Verán ustedes: como yo digo siempre, y creo que tengo escrito ya alguna vez, todos los que vivimos en Viena, particularmente los que vivimos más en la parte central de la ciudad, somos personas a los que la ciudad nos ha sido algo así como prestada en usufructo. Aunque la casa en donde vivimos sea de propiedad, es muy corriente que nosotros no hayamos sido los primeros inquilinos de ella, ni que tampoco seamos los últimos cuando, por lo que sea, la dejemos.

Vivo en Viena desde hace más de trece años (va para doce que escribo el blog) y mi casa está en un edificio, no digo cual, del distrito cinco.

Mi casa fue construida en los años sesenta del siglo pasado y fue, en origen, un bloque de pisos para los trabajadores de la antigua estación del sur (hoy, estación central). Dadas las características de mi barrio, siempre pensé que, en donde yo vivo, debió de haber en su momento otra casa, que el olfato me decía que sería una de esas casas del siglo XIX, de estilo historicista, que tan abundantes son por esta parte de la ciudad. Según yo pensaba, en algún momento de la segunda guerra mundial debió de caer por aquí cerca una bomba, la primitiva casa se escachifolló y, una vez demolido lo que quedase, se construyó esta casa (más bien fea, las cosas como son) en donde yo vivo.

Di que ayer, pues, estaba yo guarreando por internet, cuando me dije:

-Paco, de hoy no pasa. Aquí hay un reto para tus habilidades detectivescas. Hale, a buscar.

Pero, ¿Por dónde empezar?

Cuando se quiere buscar un edificio cualquiera de Viena, lo más sensato es acudir a la página del Architekturzentrum. La web del AZW tiene un diccionario de Arquitectos que abarca desde el siglo XVIII hasta 1945. No se puede buscar por edificios, pero se puede utilizar una vía lateral. Si uno pone en google la dirección del edificio que busca, es probable que el buscador le dé el nombre del arquitecto que lo hizo y con él otros edificios del mismo autor.

Pues bien, busqué por esta vía y, sorprendentemente, no salió nada.

Pensé que, quizá, lo que hoy era una dirección era acaso otra, o varias parcelas, o varios edificios. Probé con las calles de alrededor, y tampoco. Nada.

La curiosidad me picaba cada vez más.

¿Qué había antes donde hoy está mi casa?

Entonces recordé que, cuando escribí el artículo sobre Adolf Loos llegué, tirando del hilo, al archivo de Viena, que está online.

Claro que sí, vete pallá, Paco.

La web de los archivos de Viena no es cómoda de manejar, pero si uno tiene un poco de paciencia, termina dando con cosas. Veamos: hay una colección de planos históricos de la ciudad que están en la sección Stadtplan, el callejero. Los planos, además (cosa muy chula) se pueden ver superpuestos al callejero actual. En mi zona hay información desde el siglo XVIII. Se pueden ver todos los campos de labranza, parcelados, pertenecientes a lo que entonces eran pueblos extramuros de Viena. Mi calle no aparece hasta el plano de 1887, pero cortada mucho antes de mi casa. En ese momento, a varios metros por debajo de donde hoy escribo, solo había campo.

El plano de 1904 es ya casi idéntico al plano actual. Solo que, en vez de una casa, como yo me esperaba, había una serie de líneas difíciles de interpretar pero que no tenían ninguna pinta de ser un edificio. Las msimas líneas en 1912 y las mismas en el último plano histórico que es público: el de 1946, que en realidad es un conjunto de planos parciales que muestran los daños causados por las bombas durante la segunda guerra mundial. Desgraciadamente, el código de colores que hubiera permitido interpretar los planos no está en la web (o yo no lo encontré) por lo cual solo se podían hacer conjeturas.

Otra puerta cerrada.

¿Por dónde seguir? Buscando buscando encontré que en la web también están disponibles las fotos aéreas de Viena en tres tandas. Las actuales, de 2017, las de 1938 y las de 1956. Aquí ya empecé a ver alguna luz (es un decir, porque las fotos aéreas tienen una calidad malísima). En las fotos de 1938 reconocí sin ninguna duda las casas de vecinos anexas a la mía. Fácil. Luego, por conjeturas, descubrí que lo que había al lado tenía el aspecto de ser un jardín o un huerto. La sombra que proyectaban las tapias era notablemente más estrecha que las de los edificios de al lado. La foto aérea de 1956 también mostraba a las claras lo que parecían ser árboles y un cobertizo. Es una foto hecha por la tarde (por las sombras, se deduce). La casa que yo buscaba era un huerto o un establo, o una vaquería (en la esquina de mi calle hay un local que, antes que el bar de ahora y el club gay que hubo antes, fue una lechería).

Pero el tesoro más grande estaba por llegar. Cuando ya estaba a punto de cansarme, la web me devolvió tres fotos. Las fotos son del verano de 1939 y aunque son de una calidad muy baja (para que nadie las pueda imprimir o porque estaban destinadas solo a referencia del ayuntamiento) es, sin duda, mi calle. Son unas fotos superchulas porque en 1939 en Viena no debía de haber coches, o debía de haber muchos menos que ahora. En ellas se ven pefectamente las hermosas decoraciones historicistas que tenían las casas que aún están frente a la mía de hoy, y que arrasó la piqueta en la posguerra. Y se ve el cobertizo de madera de la esquina de mi edificio y un árbol, y la tienda que había en donde hoy hay un apartamento que da a la calle. Y el descampado vallado de lo que hoy es un Spar.

La foto en la que se ve la esquina de mi calle me atrae de manera hipnótica ¿Quiénes eran esas gentes que salen? Me parece ver a una mujer que va a comprar. Un hombre con sombrero ha quedado detenido para siempre. No lo sabré nunca.


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