27.03.2020 Últimas noticias

Últimas cifras. El Ministro optimista. El científico no lo es tanto. Kurzarbeit o jornada reducida. El paciente cero inglés se contagió en Austria. Corona challenge.

27 de Marzo.- Muy buenas tardes y bienvenidos todos a la primera edición de hoy de Viena Directo, con todas las noticias a propósito del coronavirus en español.

Como hacemos cada día, vamos a repasar el número de positivos que hay en Austria, utilizando para ello los datos del Ministerio de Sanidad austriaco, en su oleada de las nueve de la mañana, esta vez. Son los siguientes: a esa hora había registrados en Austria 7.029 positivos repartidos de la siguiente manera:

Burgenland: 117

Carintia: 191

Baja Austria: 1031

Alta Austria: 1168

Salzburgo: 680

Estiria: 753

Tirol: 1694

Vorarlberg: 473

Viena: 922

Hoy el Ministro de Sanidad austriaco, Sr Anschober (Verde) ha declarado a la radio austriaca que, tras doce días de vida recatada, se espera que el ritmo de nuevos contagiados decrezca fuertemente (él ha utilizado en alemán el adjetivo „dramático“ que en español utilizamos para otras cosas).

Si las informaciones que maneja Anschober son ciertas, el pico de la crisis se alcanzará en algún punto entre mediados del mes que viene y mediados de mayo. Asimismo, ha señalado el Ministro, cuanto más éxito tengan las medidas promulgadas por el Gobierno austriaco, más bajo será el pico (el famoso „aplanamiento“ de la curva) y más se tardará (afortunadamente) en llegar a él.

Y digo afortunadamente, porque eso significará que las personas irán poniéndose pachuchas gradualmente, dando tiempo al sistema sanitario austriaco a tratarlas sin el estrés que supone, desgraciadamente, la saturación de los hospitales.

Que oye, que he oido que la cosa no es tan bonita como la pintan. Espera, que me informo un poco más y ahora te llamo.

-Al principio de esta maratoniana serie de posts, mencioné un Instituto de la Universidad de Viena especializado en el tratamiento de grandes volúmenes de datos (o Big Data, como se conoce esto en inglés).

Se trata del Complexity Science Hub de Viena.

En él trabaja el profesor Stefan Thurner, perito en estadísticas y modelos matemáticos, el cual hoy ha concedido una entrevista a la Austria Press Agence (APA) en la que ha expuesto lo que la ciencia tiene que decir a propósito del ritmo de contagios, muertos y enfermos en Austria.

Él ha venido a matizar (y mucho) el optimismo del Ministro de Sanidad austriaco, aunque para no pintar la cosa muy negra, al final ha abierto un pequeño resquicio para la esperanza.

El profesor Thurner ha dicho que, si bien se ha reducido el ritmo de contagios, los cuales, al principio de la crisis, se duplicaban cada dos días y ahora se duplican cada cuatro, estamos todavía muy lejos de llegar a un punto en el que nos podamos relajar.

Es más, según los modelos matemáticos que maneja el Complexity Science Hub a tres semanas vista, y si seguimos de esta manera, Austria podría alcanzar facilmente las cifras que estamos recibiendo de Italia.

El profesor Thurner pide que se preste menos atención a la cifra de nuevos contagios (como sabemos, poco fiable, debido a que solo se testa a un número limitado de personas) y que se repare en la cifra de fallecidos, la cual está aumentando a un ritmo mucho más indicativo, en su opinión, de las verdaderas dimensiones de la pandemia.

Según Thurner estas cifras indican, en su opinión, que no hay ningún signo de que la situación vaya a mejorar en un futuro próximo.

Thurner dice que, con la información que se tiene en estos momentos, es imposible saber lo que va a pasar.

Podría haber una situación óptima (el llamado „Best Case Szenario“) durante el cual el pico máximo de infectados se alcanzase a principios de abril, en cuyo caso el sistema sanitario podría absorber todos los casos que se dieran y no habría colapso.

En ese caso, hacia el 14 de abril se podría volver a ir recuperando la normalidad poco a poco y, por ejemplo, ir abriendo las tiendas.

Naturalmente, en ese caso, no todos los austriacos estarían inmunizados contra el virus (no se habría alcanzado la llamada „inmunidad de rebaño“) y por lo tanto habría que mantener las medidas de cuarentena e ir enviando al trabajo, gradualmente, a grupos determinados.

Podría sin embargo, también, haber también una situación adversa (Worst Case Szenario) en el que hubiera tan solo una ligera mejoría de las tasas de nuevos infectados -por ejemplo que se mantuvieran como ahora o un poco más bajas- esto implicaría que, para finales del mes que viene, estaríamos en una situación en que los enfermos se contarían por cientos de miles, con el número de enfermos graves consiguiente. Número de enfermos que el sistema no podría absorber.

Según Thurner, tampoco en lo que respecta al número de camas en cuidados intensivos va Austria por el buen camino.

En estos momentos hay un centenar de personas aproximadamente que se encuentran en terapia intensiva. El profesor Thurner ha declarado que él, personalmente, piensa que para el catorce de abril serán cuatro veces más, un número a todas luces muy cerca de la capacidad máxima del sistema.

Para intentar descargar de pesimismo estos pronósticos -o para que el periodista no se rociase de gasolina delante de él y se quemase a lo bonzo- el profesor Thurner ha declarado que si los países asiáticos han conseguido atajar la cuestión, también podemos hacerlo nosotros.

Dios le oiga.

Lo de Kurzarbeit no tiene nada que ver con el apellido del canciller ni con el eslogan que le llevó a la victoria (Archivo VD)

-Ayer por la noche, me preguntaba un lector por privado a propósito de la reducción de jornada que el Gobierno ha propuesto a la patronal al objeto de conservar todos los puestos de trabajo posibles en estos durísimos tiempos.

El mecanismo es muy fácil aunque ciertamente no aplicable a todos los sectores. Supongamos el caso del propietario de una panadería grandecita que tuviera en tiempos normales tres dependientes despachando. Supongamos que ese hombre, en tiempos normales, tiene todos los días quinientos clientes, pero que con la crisis del coronavirus pasa a vender todos los días una quinta parte de lo que vendía en tiempos normales. Naturalmente, ya no necesita tener tres dependientes, sino tan solo uno. Lo que el Gobierno austriaco le ofrece es lo siguiente: ponga usted a esos tres dependientes que tiene a jornada reducida y págueles en proporción y nosotros, el Gobierno, pagaremos el resto hasta casi (importante el casi) completar el sueldo normal. A esto se le llama Kurzarbeit.

Las empresas que deseen acogerse a este plan de salvamento deben dirigirse a la cámara de comercio (Wirtschaftskammer) de su Land.

Karl von Habsburg (en la foto junto a su mujer, Paquita) también ha estado pachucho por coronavirus. No semos náiden, señora (archivo VD)

-Mientras tanto, el coronavirus completa su particular Who is Who, demostrando que, ante esto de los microorganismos, son iguales Agamenón y su porquero. Así, al Príncipe Carlos, Greta Thurnberg y Plácido Domingo, entre muchos otros, se han unido en las últimas horas el pretendiente al inexistente trono austriaco, Carlos de Habsburgo, el cual, ha anunciado en sus redes sociales que, tras haber contraido la enfermedad se ha recuperado favorablemente (por cierto, llamaba mucho la atención que la familia Habsburgo, al anunciar la noticia, dijese del marido de Paquita von Thysen -sí, la hija de l barón, la hijastra de Tita- que era el archiduque Carlos de Habsburgo). Asimismo, mientras escribo esto, se ha hecho público que el premier británico, Sr. Boris Johnson, también ha dado positivo al test.

Si se confirma la noticia, es probable que los virus que han infectado el cuerpo de Boris Johnson sean los tataranietos de los que transportó hasta el Reino Unido el paciente cero inglés, un hombre que (!Bingo!) pudo contagiarse en enero en la localidad tirolesa de Ischgl (quién sabe si jugando al Beer Pong). El honor le cupo a un señor llamado Daren Bland, el cual estuvo en el famoso bar, el Kitzloch, en el cual, según recuerda, había cientos de personas sudorosas cantando, bailando (y empinando el codo). El virus, claro, se puso las botas en este ambiente.

No solo Bland estuvo enfermo -y tuvo la suerte de contarlo- sino también su mujer y sus dos hijas. Los Bland estuvieron fuera de combate durante diez días, aunque ellos, claro, lo achacaron a una gripe fuerte.

-Terminamos, como siempre, con una noticia un poco más ligerita. Si ayer contábamos a propósito de la Coronaparty de Tirol, con su grupo de veinte fumaos y sus estrellas ninja, hoy tenemos que hablar del Corona Challenge.

En las últimas horas, se han entregado a la policía dos pelagatos -no tienen otro nombre- que se dedicaban a hacer gracietas a cuenta del coronavirus y a colgarlas en internet para solaz y diversión de otros tan pelagatos como ellos.

Uno, se grabó mientras cogía una manzana de una pila de ellas en un supermercado, la mordía y la volvía a dejar. Otro, abrió un rollo de papel higiénico en un supermercado y también se grabó haciéndolo.

A pesar de que el procedimiento fue en ambos casos similar, los pelagatos negaron conocerse el uno al otro. Lo cual demuestra una gran verdad y es que la única cosa que está repartida en el mundo casi por igual es la tontería.

Y con esto me despido hasta las ocho, recordándole a mis lectores que es de capital importancia que se queden en su casa y que no salgan si no es para lo indispensable. Asimismo, volvemos a repetir las medidas higiénicas y de cortesía para que el puñetero virus de los webs no se expanda. Venga:

-Lavarse frecuentemente las manos (con jabón abundante; si se hace así no es necesario una desinfección posterior).

-Estornudar o toser en la parte interior del codo.

-Mantener la distancia de seguridad con otras personas de un metro y medio o dos.

En fin, a seguir bien y a cuidarse. Un cordial saludo.


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