Cuando Dios aprieta

Últimos positivos. Fondos para autónomos. Lauda Motion y el empleo. Viena y el zumo de naranja. Nickelsdorf. Un gato hace cof cof. Derecho de asilo. El papa y los popes.

27 de Marzo.- Muy buenas tardes y bienvenidos a todos a este segundo boletín de hoy de Viena Directo, con todas las noticias relacionadas con el coronavirus en español.

Las cifras nos han dado hoy un relativo -solo relativo- respiro. A las tres de la tarde, el Ministerio de Sanidad ha dado las siguientes: 7441 casos, producto de casi cuarentamil tests (39.552) y sesenta y un fallecidos.

-Hoy ha sido el primer día en que se han podido solicitar los fondos de ayuda estatal para paliar las tremendas consecuencias económicas que va a tener la crisis del coronavirus en Austria. Los llamados Härtefonds o red de seguridad para autónomos.

La magnitud de la demanda da también idea de la magnitud de la catástrofe que está suponiendo esta crisis para la economía austriaca. Durante la primera hora, 200.000 visitas al portal de internet en donde se pueden solicitar estos fondos han puesto los servidores al límite y solo durante la primera hora se han tramitado cincomil solicitudes.

Las solicitudes se pueden cursar hasta el mes de diciembre.

Aquí, todas las informaciones (en alemán):

https://www.wko.at/service/haertefall-fonds-epu-kleinunternehmen.html

-Hoy, la filial de Ryan Air -Lauda Motion- ha comunicado a las autoridades de manera preventiva el despido de 550 empleados (en Austria existe esta posibilidad, la de comunicar a las autoridades de manera preventiva el despido de trabajadores aunque luego ese despido no se realice finalmente. La patronal de Lauda Motion está esperando a ver si los sindicatos dan su consentimiento para la jornada reducida que evitaría los despidos.

El Gobierno, a través de su representante, ha pedido a las partes implicadas, naturalmente a Laudamotion y a Ryan Air, para que, en estos tiempos de crisis, no utilicen los empleos de estas quinientas cincuenta personas como rehenes y objetos de presión. Veremos a ver si le hacen caso.

-Se ha anunciado que este fin de semana van a llegar a Austria, procedente sobre todo de lejano oriente, grandes cantidades de material de protección sanitaria. Once millones de unidades de guantes de exploración y quirúrgicos, mascarillas protectoras de diferentes tipos y hasta 1500 litros de líquidos desinfectantes, al objeto, según el Gobierno, de paliar potenciales desabastecimientos.

Como otros muchos países, en prevención de lo que pueda tronar, la República Austriaca se ha lanzado a los mercados internacionales a comprar equipos de ventilación asistida, los famosos respiradores. En estos momentos hay en Austria 2600 equipos de esta clase los cuales, según el Gobierno y todas las fuentes consultadas por él, deberían bastar para cubrir la demanda incluso si la cosa se pone chunga. En cualquier caso, el Gobierno austriaco quiere prevenir para no tener que curar (o, bueno, para curar mejor).

Y si parece que, en esta crisis, el sitio donde hay que estar para conservar el empleo son las empresas de producción de material farmacéutico, también hay ganadores menos evidentes. Por ejemplo, los productores de zumo de naranja.

Antes de contar esto y para que no se nos caiga el alma a los pies, voy a contarles a mis lectores una historia deliciosa (casi tan deliciosa como el zumo de naranja) que une a Viena, a Freud y al sabroso fruto del naranjo.

Uno de los sobrinos de Freud, tan listo como su tío, Edward Bernays (nacido en Viena, en 1891) fue, cuando emigró a los Estados Unidos, un pionero de la publicidad. En el curso de su trabajo recibió un encargo de los productores de naranjas de California, los cuales se quejaban de que las ventas habían bajado y querían reflotar el sector. Bernays inventó una campaña que insistía en la cantidad de vitamina C que tenía el zumo de naranja (a pesar de que comerse un pimiento le aporta a uno la misma cantidad o más de vitamina C) y convenció a estrellas de cine y a todo tipo de personalidades públicas para que dijeran que tomaban zumo de naranja para desayunar (una práctica, esta de echar ácido al estómago recién levantado, que a uno solo le apetece si está con resacón o en un hotel o en las dos circunstancias a la vez). Desde entonces, los bípedos implumes asociamos el zumo de naranja con la salud.

A lo que voy: quizá gracias al avispado Sr. Bernays, el mercado de zumo de naranjas está por las nubes y una libra (0,454 Kg) de zumo de naranja está alcanzando precios record de 1,22 Euros, con una subida de un veinte por ciento en los últimos cinco días.

-Hoy, en la frontera de Austria y Hungría, en el paso de Nickelsdof, se han producido los largos atascos que ya vienen siendo tristemente habituales. La frontera, como todos sabemos, está cerrada para los viajeros normales, pero para el transporte de mercancías se abre entre las nueve de la noche y las cinco de la mañana.

El presidente del Land de Burgenland, Doskozil, el cual se encuentra convaleciente de una operación (la enésima, el pobre) en las cuerdas vocales, le ha escrito al Ministro de Exteriores pidiéndole que se acelere la solución de este problema.

El departamento de Exteriores del Gobierno federal se ha mostrado atónito ante la pretensión de celeridad de Doskozil. El Ministro de Asuntos exteriores ha dicho que él está diariamente en contacto con su homólogo húngaro, al objeto de intentar darle un poco de alegría (Macarena) al tráfico fronterizo. La sorpresa, según el Ministro, viene también de que estos contactos diarios deberían serle perfectamente conocidos al Gobierno de Burgenland.

-Desde el principio de la crisis se ha repetido mucho que los animales domésticos no transmiten el coronavirus. Sin embargo, parece ser que, en casos muy excepcionales, los animales que nos alegran la vida pueden enfermar igual que los humanos. En Bélgica se ha documentado el caso absolutamente excepcional de un pobre gato que, debido al estrecho contacto con un enfermo, se ha puesto malo también, el pobrecito. Los científicos insisten en que se trata de un caso excepcional.

-El Ministro del Interior ha anunciado la suspensión, de facto, del derecho de asilo en Austria. El Ministro Karl Nehammer ha anunciado hoy que, a partir de ahora, los que quieran viajar a Austria y pedir asilo deberán aportar un certificado de que están sanos. Naturalmente, en los campamentos de la frontera con la Unión estos certificados están tirados de conseguir (modo ironía off). Nehammer ha indicado que se trata de una medida para contener la expansión del coronavirus.

La reacción de las organizaciones pro derechos humanos ha sido rápida pero, como sucede en estos casos, es probable que nadie les haga mucho caso. Para Amnistía Internacional, por ejemplo, la decisión del Ejecutivo Austriaco sería una violación clara de los derechos humanos.

Las críticas también han venido del interior de Austria, los Neos han abogado porque se siga acogiendo refugiados , pero que a las personas que vengan a Austria se les imponga un periodo de dos semanas de cuarentena, al objeto de que puedan probar que están sanos.

Señora con el tocado típico de Ucrania (Archivo VD)

-Mientras escribo esto, el papa Francisco, en un gesto histórico, ora desde San Pedro del Vaticano, en Roma, por toda la Humanidad, por los enfermos y por los moribundos y por los fallecidos y por las familias de todos. El Sumo Pontífice, visiblemente afectado y ante una Plaza de San Pedro clamorosamente vacía, ha pedido que cese la epidemia. Fuera, llovía sobre el empedrado de Roma.

Merece la pena citar las palabras del papa Francisco en esta jornada:

Hemos aprendido que todos estamos en el mismo barco, todos débiles y desorientados, pero todos importantes y necesarios en el mismo grado. Hemos sido llamados a remar todos a una“.

Amén.

La plegaria del papa Bergoglio ha sido, la verdad, bastante sobria y recogida. Sin embargo, según informan medios locales, en Ucrania los popes han decidido desplegar las fuerzas espirituales contra el coronavirus de modo mucho más vigoroso. Largos y activos (o sea, ni cortos ni perezosos) se han subido a helicópteros y otros objetos voladores y, con los iconos en la mano, han sobrevolado sus parroquias repartiendo bendiciones a los cuatro puntos cardinales.

También se les ha visto subidos a las bateas de camiones y otros transportes tirados por semovientes, recorriendo los pueblos y las ciudades de Ucrania y aspergiendo las calles y plazas con agua bendita, al objeto de que tan salvífico elemento, de reconocidas propiedades desinfectantes y exorcizantes, convenza a la cepa del COVID-19 para no asomar por ningún lugar habitado de ese hermoso país, que conozco bien, en donde el cielo es el más azul de la Europa occidental.

Ya sea del modo recogido y modoso del pontífice romano o de la aguerrida manera de los popes ortodoxos, es de desear que la Divinidad se apiade de la pobre Humanidad y afloje un poco la presión porque, como ya decía la Cándida, „cuando Dios aprieta, ahoga pero bien“.

Con esto, me despido hasta mañana, deseándoles a los lectores de Viena Directo una apacible cuarentena en compañía de sus amores, amigos y familiares, y recordándoles que mañana a la una, si Dios quiere, estaré de nuevo aquí para lo que ustedes gusten mandar y que a las siete del domingo, en esta página de Facebook donde todos los lectores de Viena Directo tienen su casa, podrán charlar conmigo en directo. Un saludo a todos.


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