28.04.2020 ¿Sabe nadar el coronavirus?

Nostalgia de los restaurantes y más clientes por tienda – este año, nos vemos en la piscina (si es que el virus no sabe nadar) – la ultraderecha contraataca

28 de Abril.- Muy buenos días y bienvenidos a una nueva edición de Viena Directo, la de la una de la tarde (que hoy sale con un poquito de retraso, lo siento).

Hoy ha sido un día lleno de noticias, porque el Gobierno ha empezado muy temprano a darlas. Tan temprano como a las ocho de la mañana. A esa hora ha sido la primera comparecencia de la que hablaremos un poquito más adelante.

De momento, como siempre, las cifras.

Aquí van.

A las ocho de la mañana de hoy se había alcanzado en Austria la cifra de 15256 positivos al test de coronavirus (sobre un total de 239578 test realizados). 12580 de esas personas se han curado ya, por suerte. Desgraciadamente, hay que lamentar que 569 personas nos hayan dejado, debido a las consecuencias de la Covid-19.

-Hoy se ha publicado una encuesta, hecha en una muestra representativa de mil habitantes de Austria, que empieza a arrojar un poquito de luz sobre el cambio de hábitos que ha traido el coronavirus.

Según las conclusiones de esta encuesta, entre las actividades de ocio y tiempo libre que los austriacos echan más de menos están los restaurantes y la gastronomía (este ha sido un pueblo muy sensual, siempre) y lo de comprar…Bueno, sin comprar pueden pasar. Por lo menos en tiendas físicas.

Naturalmente, la compra se puede sustituir, pero si quieres comerte un pedazo de chuletón pues te lo tienes que hacer tú. Y quien dice un chuletón, dice una buena ración de sushi (!Ay, cómo estoy echando yo de menos el sushi!).

Dentro de este panorama, hay una cosa buena y es que un 70% de los encuestados han dicho que, en el futuro, van a cuidar de comprar sobre todo en establecimientos austriacos, para fortalecer la economía patria.

Por cierto, para intentar ayudar un poco al comercio, se van a flexibilizar las condiciones de acceso de los clientes a las tiendas. La Ministra de Economía ha anunciado hoy que, en vez de un cliente por cada veinte metros cuadrados, podrá haber dos.

A esta nostalgia por el mantel y la entrañable antipatía de los camareros vieneses, el Gobierno le ha salido al encuentro y hoy a las ocho de la mañana, ha habido una comparecencia en la que nos han explicado cómo va a ser todo.

Como saben mis lectores, el día 30 de este mes caducan las medidas que el Gobierno promulgó el 16 de Marzo, para atajar el contagio del coronavirus.

Medidas cuyo objetivo era reducir en lo posible el contacto social y mantener al país en un estado de „hibernación“ para evitar picos de enfermos graves que permitiesen mantener operativo el sistema sanitario.

Los cuatro supuestos por los que era lícito salir a la calle eran estos:

-Para comprar alimentos/medicinas

-Para ayudar a personas que no se pudieran valer por sí mismas.

-Para cumplir con deberes laborales inaplazables o que no se pudieran efectuar desde casa

-Para pasear tomar el aire.

A estas cuatro restricciones se fueron añadiendo otras, hasta haberse producido un auténtico bosque de normas que el Gobierno ha ido implementando ad hoc, improvisando sobre la marcha (aunque la política de comunicación ha sido tan buena, que no han dado esa impresión en ningún momento).

Lo dicho: este estado de cosas se acaba el día 30 y a partir del día 1 de Mayo (día del trabajo) nos encontramos ante la segunda fase de eso que estamos llamando „nueva normalidad“ para distinguirlo del mundo que ha desaparecido delante de nuestros ojos sin que pudiéramos hacer nada para evitarlo.

café vienés

En este nuevo mundo, en esta nueva realidad, regirán las siguientes normas:

-A partir del 15 de Mayo podrán abrir los restaurantes a diario, hasta las 11 de la noche. En esta nueva etapa no se permitirá que la gente consuma en la barra y toda la actividad se hará en las mesas. Mesas que tendrán que haberse reservado previamente.

Los clientes deberán permanecer en todo momento sentados y serán cuatro adultos por mesa como máximo (más los niños).

El personal de servicio deberá ir „enmascarado“ y tendrá que respetarse la distancia de seguridad de un metro.

-Hoteles, pensiones y demás, podrán abrir a partir del 29 de Mayo.

-Las piscinas, igual, el 29 de mayo (más tarde nos ocuparemos de cómo van a funcionar las piscinas vienesas).

-El zoo abre a partir del día 15 de mayo (pido disculpas porque en el avance de este post puse que era el día 29).

Hombre tumbado junto al mar

-Capítulo piscinas: hoy ha comparecido el alcalde de Viena, Sr. Ludwig, para explicar cómo va a funcionar la temporada de baño en esta bonita ciudad que el Danubio riega con sus cantarinas linfas.

Ludwig ha empezado su comparecencia diciendo que él cuenta con que muchos vieneses van a utilizar este verano las piscinas, por aquello de que irse por ahí de vacaciones va a estar difícil.

Luego ha explicado que el Gobierno está aún comprobando si el virus „sabe nadar“ y se transmite por el agua (bueno, el Gobierno no, claro, los científicos). Según Ludwig, parece ser que no, pero que hay que esperar a ver lo que dice la ciencia. A partir del 29 de Mayo, como decíamos más arriba, van a poder abrir las piscinas y serán por lo tanto accesibles a los vienamitas.

Se crearán unas normas de uso para garantizar que las piscinas sean sitios seguros, particularmente en lo que se refiere a la distancia de seguridad, aunque Ludwig ha indicado que dependerá todo mucho -como es lógico- del propio sentido común y de la propia responsabilidad de los bañistas.

Los niños menores de diez años tendrán que ir acompañados de un adulto. También habrá nuevas tarifas. Para niños, costarán las piscinas un Euro y para jóvenes con bono de baño, 2 Euros.

Otros representantes del consistorio vienés han dicho que, dado que aún falta mucho para el 29 de Mayo (un mes, casi exactamente) y aún faltan algunas informaciones que el Gobierno tiene que suministrar, es probable que al principio todos los preparativos no estén listos y falten algunas cosas.

Sin embargo, los representantes del ayuntamiento de Viena se han remitido a futuras comparecencias.

-En estos días la ultraderecha austriaca está „on fire“. Durante este último mes y medio, dadas las circunstancias y la insólita omnipresencia del Gobierno en todos los medios de comunicación y, por qué no decirlo, la poquísima o ninguna oposición que han encontrado las medidas del ejecutivo, la ultraderecha austriaca ha estado reducida a la irrelevancia.

Sin embargo, ahora que es previsible que el Gobierno vaya a dar un paso atrás (o que las circunstancias no resulten tan apremiantes) la ultraderecha ha decidido pasar al contraataque.

El FPÖ se ha dado cuenta de que hay un nicho en el mercado electoral que está sin cubrir. Sí: el de los partidarios de hacer gargarismos con el Mister Proper (ahora Don Limpio) y se han lanzado a la conquista de los „corona-escépticos“ o por lo menos de los que piensan que las medidas del Gobierno son exageradas.

En ese contexto hay que interpretar la creación de la web.

En declaraciones al programa de radio Morgen Journal, Herbert Kickl ha dicho que Sebastian Kurz es un „asustaviejas“ (Angstmacher) y todo lo contrario de un creador de esperanza (Hofnungsmacher), que antes de que se implementaran las medidas de reducción del contacto social, en Austria ya se había „aplanado la curva“, de lo que se deduce que el Gobierno se está apuntando méritos que no son suyos.

También ha dicho que, de todos los escenarios terroríficos con los que se asustó a la gente, ninguno se ha materializado (a) gracias a Dios y b) ¿Será porque igual lo hemos hcho bien?) y que ya está bien de restricciones, que en algún momento habría que terminar.

Luego, se ha escuchado en el estudio gloglogloglo gloglogloglo y el locutor ha preguntado „¿Qué hace Herr Kickl?“ y él ha dicho:

-He consulgado al dogtog Trump y me ha guecetago gaggarigmog con leguía.

Tras este insólito „integmedio“ Kickl ha pasado a desgranar su programa económico.

No. En serio: tras decir que todo esto de la distancia de seguridad son paparruchas, Kickl se ha puesto a desgranar su programa económico.

En lugar de la política de ayudas del Gobierno que, según Kickl se basa en el gota a gota, él propone un bono de 1000 Euros por austriaco, para que se puedan canjear antes de final de año en cualquier empresa (austriaca, naturalmente).

No es una propuesta original de Kickl, por cierto. Los Verdes alemanes han propuesto una cosa parecida pero, en vez de 1000 Euros, 2500, para que la gente haga gasto.

Es bueno para la economía y bueno para los consumidores“.

En fin, y con esta simpática recomendación, me despido de mis lectores hasta las ocho, momento en el que volveré con más noticias.

Hasta entonces, les deseo a mis lectores que pasen una feliz tarde de martes.

Un cordial saludo.


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