Objetivo: que 500.000 personas encuentren trabajo

El Gobierno anuncia que anunciará una serie de medidas para sacar a Austria de la crisis (aunque adelanta algunas) – así han cubierto los medios la manifestación negacionista de hoy

10 de Abril- Hoy ha vuelto a subir la cifra de nuevos casos de coronavirus, después del relativo alivio de ayer. Han sido 3139. Treinta y ocho personas han fallecido y la situación en las unidades de cuidados intensivos sigue complicadísima: 586 personas se encuentran en estos momentos tan pachuchas que tienen que estar ingresadas en las unidades de críticos.

A pesar de todo, hay una buena noticia. Ayer se rompió la barrera de los dos millones de personas vacunadas (por lo menos con la primera dosis) de manera que la normalidad que ya disfrutan otros países (Israel o el Reino Unido) se va acercando poquito a poco.

El Gobierno ha anunciado hoy que ya está preparando un paquete de medidas para incentivar la economía en la Austria pospandemia.

EL ANUNCIO DEL ANUNCIO

Las líneas generales las han presentado hoy el canciller Kurz y su vice, Kogler, los cuales no pasan por sus mejores momentos de popularidad (Kurz, particularmente, se encuentra bastante desgastado debido a los disgustos que le dan las noticias sobre trapicheos y corrupción que saltan a la prensa día sí y día también).

Las medidas del Gobierno se van a centrar en tres puntos: „Trabajo“, „Ecología y digitalización“ y „fortalecimiento de la competitividad de las empresas locales“ (Standortstärkung).

Como es tradición (y de ello justifican su sueldo los asesores de comunicación del Gobierno) se ha tratado del anuncio de un anuncio.

Cada Ministerio, en su momento, dará una rueda de prensa relacionada con las claves que le toquen.

Sin embargo, los dos hombres más importantes del Gobierno austriaco han adelantado que el objetivo es rescatar del paro a medio millón de los que, en este momento, no tienen trabajo o están en Kurzarbeit (ERTE).

Naturalmente, y sin moverse de la ortodoxia neoliberal, se va a hacer una rebaja impositiva para que la gente tenga más dinerito en el bolsillo y consuma para reactivar la economía.

Tres ministros llevarán la voz cantante de este plan para sacar a Austria de la crisis: Martin Kocher (trabajo, conservador), la ministra de Ecología, Leonore Gewessler (verde) y Gernot Blümel (finanzas por el tiempo que aún dure, que uno sospecha que no va a ser mucho y también conservador). Ellos coordinarán al resto de los ministros del Gabinete y algunos secretarios de estado.

El plan empezará a tomar forma el lunes, con una reunion en la cancillería de Austria y, de nuevo, los detalles se irán anunciando en las próximas semanas.

Todas estas medidas se financiarán mayoritariamente con fondos de la Unión Europea.

A las fuerzas de la oposición, todas estas cosas, como es lógico, le han parecido vagas. Vale, han venido a decir, el Gobierno anuncia que se van a crear muchos puestos de trabajo, pero estaría bien que dijera cómo (no lo ha hecho, de momento).

La patronal, en cambio, ha saludado la medida y ha anunciado su intención de involucararse en el proceso con sugerencias concretas para la „reconstrucción“. Según ellos, en primer plano debe estar el alivio impositivo a los trabajadores y las empresas, el acopio de capital propio y medidas para incentivar la inversión y la digitalización.

ASÍ HAN CUBIERTO LOS MEDIOS LA MANIFESTACIÓN NEGACIONISTA DE HOY

Hoy es sábado y, tras una semana de nieves y „churrascos“ tormentosos, ha hecho buen tiempo otra vez. Esta venturosa circunstancia ha sido aprovechada por unas dos o tresmil personas para manifestarse en contra de las medidas utilizadas para combatir la pandemia. Un grupo de manifestantes (no los más inteligentes de entre ellos, por cierto, aunque como puede suponerse el nivel general no era muy alto) y las fuerzas del orden han tenido un agrio intercambio de impresiones, durante el cual las fuerzas del orden han tenido que tirar de gases lacrimógenos.

Por esta, la enésima manifestación negacionista, se han dado un garbeo los „sospechosos habituales“. O sea, desde nuestros amigos del gorro de papel de plata que creen en todo tipo de teorías conspiranoicas sacadas de internet (el movimiento Q-Anon y cosas así) pasando por ultraderechistas y sus líderes (por ejemplo, el jefe de los identitarios austriacos) y algún que otro representante de la política (hoy le ha tocado estar de guardia a la portavoz de salud del FPÖ), hasta ciudadanos frustrados que seguramente piensan que, si ellos tuvieran las riendas del cotarro, harían cantar a los gallos de otro modo.

Nada nuevo.

Si traigo esta sobada noticia a estas páginas es porque me ha hecho mucha gracia el tratamiento que los medios austriacos le han dado.

Particularmente dos televisiones privadas (la ORF le ha dado al asunto una cobertura neutra pero también, si se sabía leer entre líneas, con su punto irónico).

La televisión dependiente del antiguo periódico sensacionalista Österreich (ahora, como esa tele, el periódico se llama oe24) ha retransmitido la manifestación (o, por lo menos, un trocito) en directo.

Dados los medios, poco mayores que los que yo uso para hacer mi salado y entretenidísimo programa de los domingos, se puede imaginar el lector. Naturalmente, la marca de la casa es inflar mucho todo para que parezca más importante. Desde una entrevista con Strache a cualquier partido de fútbol de tercera. O sea, hacer mucho ruido. El reportero de oe24 era un señor bastante obeso que, a diferencia de los manifestantes, sí que llevaba mascarilla y se notaba que lo estaba pasando mal. Llevaba al cuello, algo teatralmente, una identificación, un „badge“, en el que ponía Press y, cuando ha empezado la tangana de los gases lacrimógenos se ha puesto en modo apocalíptico, a juego con el cintillo que iba corriendo por la parte baja de la imagen y que llamaba „megamanifestación“ a los cuatro pirados de costumbre.

Daba fatiga ver al pobre hombre perder el resuello corriendo de un lado para otro, con más miedo que vergüenza, no le fuera a dar en la cabeza el casco de alguna botella. Desde el estudio, el presentador le preguntaba con el objetivo evidente de sacarle titulares con chicha.

Con resultados muy, muy discretos, todo hay que decirlo.

En todo momento, se decía que la situación tenía un „potencial explosivo evidente“, a pesar de que se veía que los que se metían con la policía eran cuatro hooligans y que, como suele suceder, había más gente grabando la cosa con sus móviles casi que manifestantes.

La otra caden(ill)a que ha retransmitido la cosa en directo (o más o menos) ha sido Puls 4. En su informativo, el presentador en el estudio ha conectado con un reportero más joven y en mejor forma física que el de oe24(vamos, se supone, porque este ha buscado un lugar más sosegado desde el que hacer su transmisión y no ha tenido que correr para escapar de ningún botellazo).

El reportero de Puls 4, como no debía de estar presionado por sus jefes para hacer creer que aquello era una lucha de titanes, ha venido a decir que, aunque los convocantes habían anunciado „la madre de todas las manifestaciones“, en realidad la asistencia había sido discreta.


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